(Minghui.org) En el pasado traté de hablarles muchas veces a mi hermano y a su esposa sobre Falun Dafa y la persecución. Siempre se rehusaron a escuchar. También se negaron a renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas.

A mi hermano le diagnosticaron linfoma y tuvo una cirugía en 2013. Aproveché esa oportunidad nuevamente para tratar de explicarles la verdad sobre Falun Dafa, pero fue en vano.

Su condición se estabilizó luego de la quimioterapia, pero el linfoma reapareció este año. Tenía fiebre baja pero persistente, dolores de cabeza y dificultad para comer y beber. El ganglio linfático debajo de la mandíbula se hinchó hasta tener el tamaño de un huevo, un gran bulto apareció en la pierna, y no tenía energía para hacer nada.

Finalmente dejó de trabajar y tuvo que ir a la ciudad capital de la provincia para tratarse.

La noche anterior a su partida lo visité para hablarle. Al comienzo, él y su esposa, aún se rehusaban a escucharme y renunciar al partido.

Entonces le dije: “¡Estás en una situación grave y solo mi Maestro puede salvarte! Soy tu hermana, ¿por qué trataría de hacerte daño?”.

Finalmente estuvieron de acuerdo en renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas. Les di un amuleto de Dafa y les mencioné que recitaran sinceramente: “Falun Dafa es bueno”. A mi hermano, también le entregué un grabador con las conferencias del Fa del Maestro y le pedí que las escuchara siempre que tuviera tiempo.

Al día siguiente, llamó y me contó que lo había hecho durante el viaje en tren al hospital. Cuando llegó, el bulto en la pierna había disminuido y el malestar había desaparecido antes de recibir el tratamiento.

Fui a visitarlo con su familia. No había rastro del tumor y estaba de buen humor. El paciente junto a él, contó: “Tan pronto como llegó aquí, ya estaba curado y el tumor había desaparecido. ¡Fue increíble!”.

Continuó escuchando las conferencias del Maestro mientras se hacía quimioterapia. Cada día después de la sesión, iba a comprar comida al 1.er piso del hospital y luego se dirigía al 8.° sin usar el ascensor. Se sentía relajado y con mucha energía.

Le dije: “Ahora sabes realmente lo bueno que es Falun Dafa”.

“Sí”, respondió. “Me crucé con la ley del Cielo”.

Algunos días después, fue dado de alta. Le di una copia de Zhuan Falun y el video de los ejercicios. Ahora, comenzó a practicar Dafa.