(Minghui.org) Un especialista en arroz ganador de premios en la provincia de Heilongjiang, murió en 2015, después de años de prisión y hostigamiento policial que desató el apocalipsis en su salud.

Antes de morir, el Sr. Yu Liangbin estuvo postrado en cama por seis años después de ser liberado de una sentencia de prisión de tres años por negarse a renunciar a su fe en Falun Gong.

Este científico de 75 años de edad, era un agrónomo del instituto de agricultura de Suihua de la academia de agricultura de ciencias en la provincia de Heilongjiang. Durante su permanencia, ganó muchos premios por las contribuciones significativas que hizo en su estudio del crecimiento y nutrición del arroz.

El Sr. Yu atribuyó a Falun Gong el haberse curado de cáncer gástrico y por darle la energía para avanzar en su carrera, no obstante fue sentenciado a tres años de prisión en 2006, por mantenerse firme en su fe.

Fue brutalmente torturado en prisión y su salud se deterioró rápidamente. Después de ser liberado, las autoridades locales continuaron hostigándolo en su casa. También le quitaron su trabajo y sus beneficios.

Yu Liangbin pasó los últimos tres años de su vida en pobreza y dolor. Después de morir en 2015, su familia presentó una querella contra Jiang Zemin el 11 de agosto, haciéndo responsable al ex dictador de lanzar la persecución contra Falun Gong, la que dio como resultado el sufrimiento y muerte del Sr. Yu.

Antecedentes

En 1999, Jiang Zemin, como jefe del partido comunista chino, ignoró a otros miembros permanentes del comité del politburó y lanzó la violenta represión a Falun Gong.

La persecución ha llevado a la muerte a muchos practicantes de Falun Gong en los últimos 16 años. Muchos más han sido torturados por su creencia e incluso asesinados por sus órganos. Jiang Zemin es directamente responsable por el comienzo y continuidad de la brutal persecución.

Bajo su dirección personal, el partido comunista chino estableció un órgano extralegal de seguridad, la “oficina 610”, el 10 de junio de 1999. La organización ignora las fuerzas policiales y el sistema judicial al llevar adelante las directivas sobre Falun Gong: arruinar su reputación, cortar sus recursos financieros, y destruirlos físicamente.

La ley china permite a los ciudadanos ser demandante en causas penales, y muchos practicantes están ahora ejerciendo ese derecho presentando demandas penales contra el ex dictador.