(Minghui.org) Varios practicantes locales fueron arrestados por presentar querellas criminales contra Jiang Zemin, ex líder de China y principal culpable detrás de la persecución a Falun Gong.

Tenía planeado escribir una carta al jefe de la oficina 610 de mi área, en diciembre de 2015. Pero después de 150 intentos fallidos de escribir una carta adecuada, me di por vencido.

Recordé las escenas que vi en otros espacios. Había un enorme campo de ejecución rodeado de las viejas banderas desaparecidas de las antiguas dinastías. En el campo había incontables filas de personas que estaban arrodilladas con con las cabezas agachadas y las manos detrás de sus espaldas.

Todos parecían haberse declarado culpables de algún crimen y esperaban ansiosos por su destino. De repente aparecieron varios verdugos con cuchillos encorvados enormes.

Me quedé pasmado al ver ahí al jefe de la oficina 610 también arrodillado. Entonces me acordé que él me había visitado un día para escucharme hablar de Falun Gong y la persecución. Sin embargo, no tuve tiempo de aclararle la verdad.

Sentí que estaba por ser eliminado en otro espacio por su rol en la persecución a Falun Gong. Me lamenté: “Si me hubiera tomado el tiempo ese día, ¡tal vez se hubiera salvado!”.

Después de ver esas escenas, estaba lleno de culpa y remordimiento. No pude dormir bien por varios días y perdí mi apetito. Me di cuenta que nada hace más feliz a un practicante que ser un instrumento para el Maestro Li en la salvación de los seres.

Cuando me enteré que un practicante de nuestra área fue arrestado y detenido, decidí terminar de escribir mi carta y entregársela al jefe de la oficina 610.

En mi carta de ocho páginas, conté por qué comencé a practicar Falun Gong; que es una disciplina de la Escuela Buda, y describí las escenas del campo de ejecución que vi en otros espacios.

Le expliqué que todas las vidas tienen un origen y que su actitud hacia Dafa determinará su futuro para toda la eternidad. También le dije que tenía que hacerse responsable de su propia vida.

Cité unos cuantos ejemplos de funcionarios de alto rango del partido comunista que participaron activamente en la persecución a Falun Gong, y cómo terminaron arrestados y encarcelados con cargos de corrupción. “Este es el accionar del Cielo”, escribí.

También le expliqué por qué solo demandamos a Jiang, y no a los funcionarios del sistema judicial, quienes han sido engañados por la propaganda y participaron en la persecución; así ellos también se convierten en víctimas en cierto aspecto.

“Las querellas contra Jiang son una oportunidad para que estos funcionarios aprendan la verdad y se opongan a la persecución”, escribí. También mencioné que muchos funcionarios elijen no participar en la persecución, porque quieren tener un futuro próspero y seguro.

Describí cómo fui torturado por mi fe, y toda la pérdida financiera que que me acarreó como resultado.

Le pedí que leyera mi carta cuidadosamente y se posicionara del lado de la rectitud, liberando a todos los practicantes de Falun Gong que tenía detenidos en su oficina. Puse mi número de teléfono al final de la carta.

Después de dos semanas sin tener novedades de él, le envié un mensaje de texto preguntándole si había recibido la carta. Unos minutos después me contestó: “¡Gracias!”. Estaba contento de que hubiera entendido mi carta.

La misma noche, mi hermano llamó y dijo que el jefe de la oficina 610 lo había llamado ese día. Mi hermano estaba preocupado de que yo estuviera en líos con las autoridades.

Cuando le conté a mi hermano de la carta, dijo: “Ahora sé por qué el oficial de la oficina 610 me dijo: ‘Por favor, dale las gracias a tu hermana y dile que haré lo que pueda para asistirla. También ¡dile que tenga cuidado!

Le dije a mi hermano: “El jefe de la oficina 610 ahora sabe qué hacer dentro sus capacidades limitadas. ¡Su futuro será brillante!”.