Falun Dafa Minghui.org www.minghui.org IMPRIMIR

El sufrimiento de una madre y su hija

Feb. 2, 2016 |   Por un corresponsal de Minghui en Beijing

(Minghui.org) En su querella criminal contra Jiang Zemin, el ex jefe del partido comunista, la Sra. Li Yan, una maestra de escuela primaria y practicante de Falun Gong, describió la tortura y humillación que soportó durante sus seis arrestos y tres sentencias a campo de trabajo forzado. Pero lo peor de todo fue estar separada de su hija la mayor parte de su niñez.

Madre e hija separadas

Cuando el partido comunista chino comenzó a perseguir a Falun Dafa en julio de 1999, la Sra. Li Yan, de 39 años, fue a la plaza Tiananmen para pedir justicia por Dafa y la arrestaron. Le quitaron su puesto en la escuela y la hicieron trabajar en una librería.

De nuevo el 1 de enero de 2000, fue a la plaza Tiananmen para pedir justicia por Falun Dafa. Cuando ayudaba a otro practicante a sostener una bandera, un policía la pateó tirándola al piso. Estaba a punto de pararse en su estómago cuando ella le gritó: “¡Estoy embarazada!”.

La Sra. Li fue detenida en el centro de detención de Fengtai en Beijing por siete días. La habitación estaba tan repleta de practicantes de Falun Dafa que apenas uno podía girar. Estar embarazada le resultó terrible y no pudo gestar completamente a su bebé.

Su tercer arresto fue en marzo de 2001 por repartir materiales de Falun Dafa y la persecución en el lugar donde vivía –los edificios residenciales del departamento de logística general del ejército popular de liberación (EPL).

A pesar de estar de seis meses embarazada otra vez, la sacaron a la fuerza de su residencia. Su esposo y suegro fueron castigados, y se tomaron acciones disciplinarias contra ellos y pasó a su sregistros  permanentes.

La escuela de la Sra. Li arregló las cosas para que viviera en el campus. Por pedido de las autoridades, la escuela envió un maestro a vigilarla constantemente. Los guardias de seguridad no le permitían dejar el recinto. Se quejó por el arresto domiciliario, que complicaba su embarazo, pero nada cambió.

El 28 de abril de 2005, cuando la arrestaron de nuevo, se llevaron a su hija. La pequeña, con casi cuatro años, buscaba a su madre todo el tiempo mientras se la llevaban. La Sra. Li nunca más olvidará la mirada inocente, desesperada y angustiada de su hija.

Estuvo detenida en un campo de trabajo forzado los dos años siguientes.

Cuando su hija tenía seis, se reunieron, solo para ser separadas un año después. Nuevamente fue arrestada en junio de 2008 y puesta en un campo de trabajo forzado por dos años y medio.

En el campo de trabajo forzado fue brutalmente torturada. Después de ser liberada en diciembre de 2010, estaba mareada constantemente. Su hija, ya con nueve años, tuvo que mover sus pequeñas manos frente a los ojos de su madre para que recobrara su concentración.

En marzo de 2012, madre e hija son separadas nuevamente cuando la Sra. Li es arrestada y enviada a un campo de trabajo forzado por tercera vez.

Su hija cambia

El padre de la Sra. Li cuidó de su hija mientras ella estaba en el campo de trabajo forzado.

La ruptura de la familia se cobró su cuota en la pequeña. Tenía malas notas en la escuela y se negaba a escuchar a los adultos. Su abuelo tenía miedo de contestar las llamadas telefónicas de la escuela, porque los maestros lo llamaban todo el tiempo para denunciar los problemas que la niña tenía en la escuela.

Después de ser liberada en julio de 2013, la Sra. Li intentó restablecer su relación y ayudar a su hija a desarrollar una actitud positiva. Le mostró que confiaba en ella y compartió sus pensamientos. En las cosas diarias, como estudiar, comer correctamente, y el comportamiento, le dijo qué es lo que haría ella si siguiera los principios de Falun Dafa.

Con el tiempo, la niña cambió. Se tomó los estudios con más seriedad, y sus notas mejoraron. En los siguientes tres meses, fue de estar décima en su clase a cuarta, luego primera y finalmente la mejor de toda la escuela. Las paredes de su casa estaban llenas de los premios recibidos en los dos últimos años de su escuela.

Era más considerada con otros. Dejaba que las personas mayores comieran primero, cuidaba sus cosas, y dejó de pedir cosas extravagantes. También ayudaba a su madre en todo lo que podía.

Torturada en campos de trabajo forzado

La Sra. Li tuvo que hacer trabajo esclavo en el primer campo en el que estuvo.

Fue severamente torturada y humillada la segunda vez que estuvo en otro campo de trabajo. Los guardias no le daban ropa abrigada durante el invierno helado, y la dejaban temblando con una camisa finita. Cuando encontraba abrigos rotos y gastados, los guardias la obligaban a quitárselos y a que quedara parada por largo tiempo durante la noche.

Durante el verano, los guardias abrían la ventana para dejar que entren los mosquitos y piquen a los practicantes. También la forzaron a sentarse en una silla alta durante 18 horas varios días en una habitación donde la temperatura era de 40º C.

Las guardias le quitaron la ropa y la insultaban todos los días cuando pasaban a revisar su celda.

Antecedentes

En 1999, Jiang Zemin, como jefe del partido comunista chino, ignoró a otros miembros permanentes del comité del politburó y lanzó la violenta represión a Falun Gong.

La persecución ha llevado a la muerte a muchos practicantes de Falun Gong en los últimos 16 años. Muchos más han sido torturados por su creencia e incluso asesinados por sus órganos. Jiang Zemin es directamente responsable por el comienzo y continuidad de la brutal persecución.

Bajo su dirección personal, el partido comunista chino estableció un órgano extralegal de seguridad, la “oficina 610”, el 10 de junio de 1999. La organización ignora las fuerzas policiales y el sistema judicial al llevar adelante las directivas sobre Falun Gong: arruinar su reputación, cortar sus recursos financieros, y destruirlos físicamente.

La ley china permite a los ciudadanos ser demandantes en causas penales, y muchos practicantes están ahora ejerciendo ese derecho presentando demandas penales contra el ex dictador.