(Minghui.org) Una practicante de Falun Dafa tenía un esposo muy comprensivo y una vida matrimonial armoniosa. Sin embargo, él murió en un accidente de trabajo, y la practicante casi renuncia a su cultivación por el apego emocional hacia su marido.

Otra, estaba sumida en una profunda tristeza porque perdió a su hijo a causa de una enfermedad. Esta madre experimentó yeli de enfermedad.

Luego de escuchar estas dos historias recordé que necesitamos mirar hacia adentro para ver por qué nuestros familiares sufrieron el accidente o la enfermedad.

Si se trata de una relación armoniosa de una pareja o el amor entre madre e hijo, éstas son todas emociones humanas que surgen del sentimentalismo. Siendo un practicante, se espera una familia armoniosa y normal. Sin embargo, no debemos olvidarnos que somos practicantes, y que debemos abandonar las emociones humanas.

Si las tomamos demasiado en serio, ¿no estamos dando a las viejas fuerzas motivos para interferir? La práctica de cultivación es un compromiso muy serio.

El Maestro dijo:

“Si te enfrentas a la muerte hoy mismo –sin importar qué forma de muerte sea– y no tienes nada de miedo en absoluto, y ni siquiera estás preocupado por ello y piensas, “quizás vaya al Cielo después que muera”, entonces la muerte verdaderamente ya no sucederá. La clave es la mente de la persona. Nuestra cultivación en Dafa se dirige directamente a la mente de uno; practicar la cultivación es para cultivar la mente humana. Si tu mente no cambia, todo lo demás que hagas no cuenta para nada. Las acciones externas no cuentan para nada”. (“Exponiendo el Fa en el Fahui de Europa”)

Cuando se trata de un compañero practicante, no importa qué tan bien se cultivó, no debemos desarrollar ninguna emoción humana hacia él; que está enfrentado una tribulación. De otro modo, las viejas fuerzas usarán la misma excusa para interferir y agregar tribulaciones a ese practicante.

El propósito final de nuestra práctica de cultivación es retornar a nuestro verdadero hogar, y no el goce y el amor de una familia o de una relación armoniosa en este mundo humano. Es mi entendimiento, que no debemos permitir que la apariencia ciegue nuestra sabiduría y tenemos que ser realmente responsables de nuestra cultivación y de la validación del Fa.