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Maestra de Chengdu demanda al ex dictador chino por 12 años de detención

Feb. 10, 2016 |   Por un corresponsal de Minghui en la provincia de Sichuan, China

(Minghui.org) Una maestra sobresaliente de 42 años presentó una querella criminal contra Jiang Zemin el 30 de agosto de 2015. En su querella, la Sra. Liu Hui hace responsable al ex dictador chino por su sufrimiento en el curso de 12 años de detención ilegal por su creencia en Falun Gong.

Abajo está el relato personal de lo que tuvo que soportar la Sra. Liu en los últimos 16 años.

El último arresto

El 14 de diciembre de 2011 me arrestaron por pedir que me devolvieran mi trabajo y me sentenciaron a tres años y medio de prisión dos años más tarde. El 23 de abril de 2014, me transfirieron a la prisión de Chuanxi, la cual es famosa por su brutalidad al perseguir a los practicantes de Falun Gong. Pesaba 31 kilos cuando me liberaron el 14 de junio de 2015. Los guardias de la prisión también le extorsionaron dinero a mi familia para que pagaran por alimentarme a la fuerza.

Arrestos previos

Entre julio de 1999 y octubre de 2000, me arrestaron diez veces por mi creencia y me detuvieron más de seis veces. En octubre de 2000, oficiales del departamento de policía de Chengdu me amenazaron con terminar mi trabajo, suspender mi sueldo, negarle la escolaridad a mi hijo, y confiscar mi casa. Dejé a mi hijo con su abuela y me fui de casa para evitar el acoso.

Me sentenciaron ilegalmente dos veces por repartir materiales de Falun Gong. El 4 de febrero de 2001, me llevaron al campo de trabajo forzado de Sichuan para servir una sentencia de dos años y medio de trabajo forzado. Realicé una huelga de hambre y me alimentaron a la fuerza brutalmente con líquidos picantes. Los guardias y reclusos también me golpearon severamente, me aplicaron descargas eléctricas, y me forzaron a sentarme en cuclillas y caminar por largas horas.

La brutal persecución terminó en una falla renal, pérdida de peso, y mi presión también cayó debajo de los niveles normales. Para evitar la responsabilidad, el campo de trabajo me envió a casa en octubre de 2001 y me colocó bajo arresto domiciliario. Asignaron a nueve personas para que me vigilaran las 24 horas todos los días. Cuando esas personas ya tenían pensado llevarme de nuevo porque mi salud estaba mejorando, escapé y dejé la casa otra vez, en marzo de 2002 para evitar la persecución.

El 4 de octubre de 2002, me detuvieron en una comisaría local por tres semanas y luego me transfirieron al centro de detención de Chengdu. La corte del distrito de Jinniu me enjuició secretamente y me sentenció a cuatro años de prisión en julio de 2003. Luego fui enviada a la prisión de mujeres de Longquanyi, donde era vigilada y mis visitas familiares denegadas. Los guardias me prohibieron dejar la habitación, hablar con otros practicantes o ir antes de medianoche a la cama.

Debido a los arrestos, mi esposo se divorció en 2005.

Persecución extendida en el centro de lavado de cerebro

El 11 de octubre de 2006, el día de mi liberación de la prisión, oficiales de la comisaría de Fuqin me llevaron ilegalmente al centro de lavado de cerebro del municipio de Huaquia en el condado de Xinjin. Hice una huelga de hambre pero me alimentaron a la fuerza todos los días hasta que un día desarrollé una fiebre alta. Me detuvieron por tres años y tres meses, y me liberaron el 15 de enero de 2010.

Mi hijo sufrió también

Cuando me arrestaron por primera vez en 1999, mi hijo tenía cuatro años. Lo tenían que detener conmigo en cada arresto porque no había nadie que lo cuide. A él también lo golpearon tres veces dentro de una camioneta a prueba de sonido.

Durante los 14 años de detención, mi hijo, ahora de 20 años, tuvo que ser criado por sus abuelos. Creció sin su madre casi todo el tiempo. Como resultado, es callado y se aparta solo.