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No hay atajos hacia una cultivación diligente

Dic. 9, 2016 |   Por Jing Lian de la provincia de Shandong, China

(Minghui.org) Experimenté una eliminación de yeli de enfermedad y no pude trabajar en abril de 2016. Por la insistencia de mis amigos y familiares, fui al hospital y me dijeron que debían hacerme más exámenes, lo que implicaba una internación.

Mi esposo había fallecido hace muchos años y mi hijo trabajaba en otra ciudad, así que estaba sola. Llamé a mi hermana menor, que era una practicante diligente de Falun Dafa.

Mi hermana y su esposo vinieron a verme y me recordaron que debía creer en Shifu y el Fa. También me trajeron Jingwen de Shifu y artículos de experiencias de cultivación. Me ayudaron a fortalecer mis pensamientos rectos.

Desde hacía casi dos años había perdido el interés en la cultivación, y no estaba haciendo las tres cosas bien. Estudiaba el Fa pero me dormía al leer unas pocas páginas. Aunque entregaba material informativo a los practicantes, me faltaba el entusiasmo de hacer la aclaración de la verdad cara a cara. Mi mente no estaba clara cuando enviaba pensamientos rectos.

Me pregunté: “¿Soy aún una practicante? ¿Me cuidará el Maestro aunque no he transitado bien mi camino de cultivación?”.

Las pruebas mostraban que tenía cáncer de cervical. El doctor me aconsejó hacer más exámenes y cirugía. Después de una lucha interna, decidí salir del hospital y hacer las tres cosas.

La ilusión de la enfermedad

Mi hermana, practicante, y yo estudiamos Zhuan Falun en el día y por las tardes estudiaba otros Jingwen. Me di cuenta de que estaba muy lejos de los requisitos de Shifu y necesitaba ponerme al día con la rectificación del Fa.

Aunque obtuve el Fa antes de que empezara la persecución, aún me sentía como una practicante nueva. Mientras fortalecía mi determinación para cultivarme, Shifu comenzó a purificar mi cuerpo unos diez días después de que salí del hospital.

Podía cruzar las piernas en doble loto por muy poco tiempo por el dolor abdominal, y debía estudiar el Fa acostada boca abajo. Cuando el dolor era insoportable, llamaba a Shifu y le pedía ayuda. Cuando miraba la foto de Shifu llorando, Él me sonreía. El Maestro me estaba alentando.

Recitaba le poema de Shifu una y otra vez:

“Un gran ser iluminado no teme a las penalidades
Su voluntad está formada de diamante
Sin apego a la vida ni a la muerte
Camina abierta y majestuosamente su sendero en la rectificación del Fa” 

(Pensamientos rectos y acciones rectas, Hong Yin (II))

Los apegos interfieren con la cultivación

Cuando me miré internamente, me di cuenta de que estaba apegada a las cosas mundanas, y las viejas fuerzas se aprovechaban de ello. Esta ilusión de enfermedad estaba tratando de destruirme.

Los apegos humanos a la familia, lujuria, envidia, competencia, ostentación, y rechazo a la crítica estaban aún ahí. En un nivel más profundo, descubrí que todos esos apegos venían de las emociones humanas.

Shifu nos enseñó sobre mantener la pureza:

“Una vez que alguien comete el error en este aspecto, los dioses en todo el Cielo considerarán el arrojarte definitivamente hacia abajo, definitivamente no pueden estar de acuerdo con este comportamiento, absolutamente no pueden reconocerte…”. (Enseñando el Fa en Manhattan)

“Están manchando a Shifu, manchando a los Dafa dizi y causando una influencia tan mala”. (Enseñando el Fa en Manhattan)

Sentí un profundo remordimiento y gran arrepentimiento. Le dije a Shifu que debía eliminar el qing y la lujuria, junto a otros apegos humanos, y completamente negar la persecución impuesta por las viejas fuerzas.

Entonces estaba atraída por la promesa de altas ganancias que promovía una plataforma en Internet. Invertí en eso para enriquecerme. No podía calmarme y eso afectaba mi cultivación.

Shifu dijo:

“…todos los que te dicen cómo obtener beneficios en la sociedad de la gente común son demonios”. (Zhuan Falun)

Después de leer el Fa de Shifu, retiré mi inversión.

Todo tipo de apegos humanos, que debí eliminar antes, impedían que fuera diligente en mi cultivación. Esto me impulsó a tener este pensamiento: “Eliminar completamente todos esos malos pensamientos y pedirle al Maestro que fortalezca mis pensamientos rectos”. Apenas aparecía algún mal pensamiento, recitaba en mi corazón: “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno” para reprimirlo.

Aclarando la verdad cara a cara

Estudié el Fa por un mes, pero mi salud no mejoró mucho. Mi dolor abdominal me molestaba varias veces en el día e incluso interfería con mi descanso. Pero en el día, no estaba somnolienta, aunque a veces dormía sólo dos horas por noche.

Una compañera practicante, la Sra. Liu, era muy diligente en la aclaración de la verdad cara a cara. Hablábamos con la gente dos veces por semana y lograba convencer a unas 20 personas en promedio para que renuncien al partido y a sus organizaciones afiliadas. Empezamos a salir tres veces por semana y a veces más de 30 personas renunciaban al partido.

Un día, justo antes de que las dos saliéramos de casa, mi dolor abdominal era muy fuerte. Pedí ayuda al Maestro y al instante en que salimos por la puerta, el dolor desapareció. Cuando el dolor me molestó de nuevo recité: “Falun Dafa es bueno; Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. También envié pensamientos rectos y pedí ayuda al Maestro.

Las personas reaccionaban de forma diferente a nuestra aclaración de la verdad. Quienes habían escuchado sobre Falun Dafa antes renunciaban al partido sin dudarlo. Cuando nos encontrábamos con aquellos que no entendían a Falun Dafa, sólo nos quedábamos en calma y sonreíamos.

En este periodo de la aclaración de la verdad cara a cara, solté el no querer que la gente sepa que practico Falun Gong. Me ayudó encontrarme con viejos conocidos que me escuchaban y aceptaban renunciar al partido.

Este tiempo era precioso, ya que pude eliminar muchos apegos como competencia, miedo, reputación y discriminación.

Creyendo en Shifu y en el Fa

Los fuertes pensamientos rectos vinieron del estudio intensivo del Fa.

Cuando salí del hospital, dejé una caja de calmantes en mi bolso en caso de que el dolor fuera insoportable. Pero cuando estudié el Fa profundamente, me di cuenta de que esta noción desviada provenía de la doctrina del partido. Pedí a mi hermana que se deshaga de los calmantes y la prescripción médica.

Solo inmersa en el Fa pude realmente relajarme.

Shifu dijo:

“Con los dizi repletos de pensamientos rectos,
el Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo”

(Bondades entre el Shifu y los dizi, Hong Yin (II))

Solo seré capaz de pasar las pruebas y superar tribulaciones reforzando mis pensamientos rectos, mirando internamente a cada momento, eliminando apegos, elevando el xinxing, y haciendo bien las tres cosas.