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​Nadie puede bloquear mi camino de regreso a casa

Dic. 6, 2016 |   Por Lian Ting, un practicante de la provincia de Liaoning, China

(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en 1996. A través de los años, llueva o esté soleado, muchos practicantes y yo hemos mantenido un grupo de estudio local del Fa en la mañana y clarificamos la verdad a la tarde. Hemos hecho llamadas telefónicas para contarle a la gente acerca de Dafa, hemos distribuido materiales de Dafa y también pegado calcomanías de Dafa

Salvando a la gente mientras enfrentamos la persecución

La policía local me arrestó el 10 de noviembre de 2015 por entablar una demanda criminal contra Jiang Zemin, el ex líder del partido comunista chino (PCCh) que es el responsable de lanzar la brutal persecución contra los practicantes de Falun Dafa.

Durante el interrogatorio en la comisaría, las autoridades me preguntaron por qué había entablado la demanda. Dije: “la actual persecución que Jiang lanzó hace 17 años ha causado incontables muertes y ha destrozado y desplazado familias enteras”.

“Enjuiciar a Jiang los beneficia. Los practicantes de Dafa no tenemos resentimientos contra ustedes, pues también son víctimas. Son parte de los organismos de seguridad del PCCh. Queremos detener la persecución y su participación en esta al mismo tiempo”.

La policía intentó forzarme a firmar una declaración para renunciar a mi práctica de Falun Dafa. “Continuaré con la práctica mientras esté viva”, dije. “Dafa me dio un cuerpo saludable y una nueva vida. ¿Cómo puedo ir contra mi conciencia y traicionar a Dafa y al Maestro?”.

Luego me dijeron que estaría detenida por 15 días. Me rehusé a cooperar y firmar el papeleo de la detención, pues no violé la ley de ninguna manera. La policía me llevó al hospital para un chequeo médico previo a la detención. En mi camino al hospital, conversé con oficiales de policía y persuadí exitosamente a cuatro para que renunciaran al PCCh. En el hospital, también convencí a muchos doctores y usaron un alias para renunciar al PCCh.

En el centro de detención, nueve practicantes de Dafa detenidas y yo, mantuvimos nuestra práctica grupal diaria, recitando el Fa, enviando pensamientos rectos y clarificando la verdad a los demás.

Una noche el centro de detención llevó más de 50 jugadores arrestados. Entre ellos había 17 mujeres que fueron ubicadas en la misma celda que nosotras las practicantes. Llegaron tarde ese día y no les dieron ninguna comida ni cama por esa noche. Comenzaron a llorar e insultar e hicieron un gran alboroto en la celda.

Las practicantes de Dafa les ofrecimos la comida que nuestros familiares y amigos nos llevaron al centro de detención, tales como huevos duros y salchichas. Para enfrentar el frío esa noche, diez de nosotras compartimos una simple frazada y les dimos las nueve restantes a las otras mujeres.

Las mujeres estaban muy conmovidas por nuestra generosidad. Conversamos con ellas acerca de Falun Dafa y la brutal persecución y las 17 sin excepción felizmente renunciaron al PCCh y a sus organizaciones afiliadas.

Permaneciendo firme a pesar de la presión familiar

Al séptimo día de la detención, mi hijo, que tenía un trabajo fuera del pueblo, conoció mi situación y manejó cuatro horas para visitarme. Había estado apoyando mi práctica de Dafa, pero no estaba de acuerdo conmigo en enjuiciar a Jiang Zemin.

Le recordé mi salud antes de practicar. “Solía sufrir de severas enfermedades del corazón y otras enfermedades. Dafa me dio una segunda vida. Jiang es responsable de perseguir a Dafa y a sus practicantes. ¿Por qué no debo intentar llevarlo a la justicia?”.

“No eres más la madre que conocía”, me dijo. “Estás tan preocupada con Falun Dafa. ¿Entiendes mis sentimientos cuando mi propia madre es arrestada y detenida?”. Le dije que su sufrimiento también fue causado por Jiang Zemin y el PCCh.

“Sé que no puedo ganar esta discusión contigo”, me dijo. “Renunciaré a todo lo que tengo -mi trabajo, mi auto, mis planes para comprar una casa y casarme- así puedo estar en casa para observarte cada minuto y asegurarme que no harás cosas tontas”.

Le dije: “Incluso Jiang y su persecución no pudieron cambiarme. ¿Cómo puedes esperar hacerlo tú?”.

Esto lo puso furioso. “¿Así que no te importo nada ahora? Desearía morir en un accidente de auto en pocos minutos así podrás hacer lo que quieras sin que interfiera”.

“La cuestión de la vida o la muerte está fuera del control de cualquiera. Fue predestinado en nuestro destino”, dije.

El Maestro dijo:

“…sólo permaneciendo inamovibles podrían manejar todas las situaciones”. (Exponiendo el Fa en el Fahui de Canadá 2005)

Sabía que no fui afectada por aflicciones familiares a pesar que las viejas fuerzas se habían esperanzado con ello. En mi corazón les dije a las viejas fuerzas: “Creo firmemente en el Maestro y Dafa. Nadie puede bloquear mi camino de regreso a casa”.

En el final de los 15 días de detención, mi hija y mi hijo vinieron a llevarme a casa. Mi hija me dijo: “Mamá, por favor no nos preocupes a mi hermano y a mí. No podemos seguir así. Sabemos que Falun Dafa y el Maestro son buenos, pero también sabemos que no estás cultivándote bien”.

Mi hijo dijo: “No esperes más que tome tus llamadas telefónicas. Tampoco vendré a casa para el Año Nuevo Chino”. Entonces ambos se fueron.

Buscando hacia dentro

Sabía que nadie podría sacudir mi determinación de continuar mi práctica de Dafa, pero no me mantuve muy calmada después que se fueron. Pensé que la prueba sería superada después de la detención y ya no esperaba que siguieran más pruebas.

Al día siguiente fui al grupo de estudio del Fa. Un practicante me dijo: “Deberías mirarte hacia dentro para descubrir falencias pues eres la única practicante en nuestra región que fue detenida por entablar una demanda contra Jiang. ¡Qué vergüenza!”.

Si una persona común lo hubiera dicho, no tendría problema en exponer mi mejor respuesta para clarificarle la verdad. Pero cuando un compañero practicante lo dijo, estaba atónita y mi corazón sufrió.

En mi camino a casa, tuve un montón de pensamientos. Antes de mi arresto y detención, todos los practicantes estaban muy comprensivos y elogiaban mis pensamientos rectos. Siempre que había problemas, ponía mi mejor esfuerzo por ayudarlos. Especialmente para enjuiciar a Jiang, cuando algunos practicantes se preocuparon acerca de cómo escribir la declaración legal, pasé noches sin dormir para ayudarlos.

La practicante que me regañó no había dado el paso al frente para unirse a ninguna actividad de Dafa hasta que recientemente se unió a los esfuerzos para enjuiciar a Jiang. También la ayudé a través del proceso. Me sentía terriblemente preocupada.

Poco después, comencé a tener problemas de salud. Me sentía muy débil en mis extremidades y tenía que hacer gran esfuerzo para hablar en el grupo de estudio local. Me preguntaba: ¿Por qué me estaban viniendo tantas tribulaciones?

El Maestro dijo:

“Esas tribulaciones demoníacas y el sufrimiento, sin importar cuán difíciles te hayan parecido, son cosas buenas, porque suceden únicamente porque te cultivas y refinas. Durante las tribulaciones demoníacas, el yeli puede ser eliminado y los corazones humanos pueden ser despojados estas hacen que te eleves”. (Enseñando el Fa en la Conferencia de Nueva York 2008)

También nos dijo el Maestro:

“Para un cultivador, mirar hacia adentro es una herramienta mágica”. (Enseñando el Fa en el Fahui Internacional de Washington DC 2009)

Mis hijos me dijeron que no estaba cultivándome bien y un practicante me dijo que tenía brechas, así que decidí buscar hacia dentro. A través de los años, la cultura del partido comunista me había dejado muchas marcas, incluyendo muchos malos hábitos -ser excesivamente opinadora, arrogante, terca, de mal temperamento, buscar cumplidos, hablar en demasía, interrumpir cuando otros practicantes están hablando y mirar con desdén a practicantes considerados no diligentes en su cultivación.

Alzaba mi voz y regañaba a otros practicantes siempre que no estaba de acuerdo con sus opiniones o acciones. Pronto temían dar una opinión diferente y muchas brechas comunicativas surgieron entre practicantes.

Todavía pensaba que mi cultivación estaba yendo bien y me volví aún más arrogante cuando la gente me hacía un cumplido. Me di cuenta de que las viejas fuerzas habían tomado ventaja de la influencia de la cultura del partido sobre mí y me estaban conduciendo por un camino peligroso.

En el siguiente estudio grupal del Fa, compartí mi entendimiento y expuse todos los apegos que había descubierto, esperando que esto me ayudaría a eliminarlos. Lloré y les dije a los compañeros practicantes: “Estaba equivocada permití que cayeran. Fui arrogante y herí a practicantes. Quiero agradecer a aquellos que critiqué y me ayudaron”.

Muchos estaban muy contentos de escuchar mi experiencia. Algunos dijeron: “Eso es exactamente lo que un verdadero practicante se supone debe hacer”. Pude sentir la alegría entre los practicantes y yo después que realmente busqué hacia dentro.

Después de eso, siempre que surgía el corazón de contender con los practicantes, recitaba el Fa y los trataba con compasión.

No contender

Si te encuentras con fuertes discusiones, no contiendas con palabras de pelea

Buscar la causa hacia adentro es xiulian

Mientras más se piensa en explicar, más pesa el corazón

Magnánimamente, sin apegos, aparece la visión clara”

(Hong Ying III)

Los practicantes me dijeron que era una persona totalmente diferente. “Las viejas fuerzas pertenecen al pasado”, dije. “Lo nuevo tiene un nuevo estándar, que es lo requerido por los seres en el nuevo universo. Dafa y el Maestro me cambiaron. Buscar hacia dentro es lo que me cambió”.

Mis hijos y yo hemos retornado a la normalidad. Tenemos contactos regulares y vuelven a las reuniones familiares como antes. También me apoyan y también a mi cultivación como antes.

El Maestro dijo:

“Es necesario que los Dafa dizi aseguren cada día el xiulian; aclarar la verdad y salvar a la gente es la misión de los Dafa dizi. En el camino hacia la Perfección, no puede faltar ninguno de los dos”. (Recuerden)

Los compañeros practicantes y yo hemos seguido estas enseñanzas con el paso de los años en nuestro camino a la Perfección. Además, coordinaré bien con los otros practicantes, haré las tres cosas bien y cumpliré la solemne misión de un discípulo.

¡Gracias Maestro! ¡Gracias compañeros practicantes!