(Minghui.org)Después de aprender Falun Dafa, mi hija y yo aprendimos cómo renunciar a nuestros apegos y poner a otros primero. El esposo de mi hija quedó impresionado con esto y eventualmente comenzó a practicar también.

Una nueva forma de ver los conflictos familiares

Mi hija se casó en 1997. Mientras esperaba que su compañía terminara de construir un complejo de departamento para los empleados, sus parientes políticos le prestaron un pequeño departamento para ellos.

Ambas partes de la familia acordaron en comprarle un departamento a la pareja, cuando el complejo estuviera terminado. El costo total era de unos 40.000 yuanes [6000 USD].

Cuando sus parientes políticos luego nos informaron que no tenían los fondos necesarios, yo les dije: “Puedo pagar la mitad o un poco más”.

El primer pago de 7000 yuanes fue pagado por los parientes políticos de mi hija. Todos estuvimos de acuerdo en esperar hasta que el departamento estuviera construido.

Menos de un mes más tarde, los parientes decidieron no comprar el departamento. También le dijeron a su hijo que recuperara el primer pago hecho. La compañía de mi hija estaba descontenta con este cambio de decisión repentino.

Mi hija y yo hablamos con sus parientes políticos sobre el tema, pero estaban muy obstinados y se negaron a negociar. Nos enojamos hasta llorar y nos quejamos con ellos sobre su actitud.

No nos volvíamos a visitar por más de un mes y medio e incluso consideramos la posibilidad de un divorcio.

En ese tiempo, mi hija y yo comenzamos a practicar Falun Dafa. Así que decidimos calmarnos y estudiar el Fa de Shifu:

“Otros dicen: «Al venir yo aquí, a la sociedad de la gente común, es como alojarme en un hotel; me quedo sólo unos pocos días y me voy deprisa». No obstante, algunas personas simplemente están cautivadas y son renuentes a dejar este lugar, han olvidado sus propios hogares”. (Lección Novena de Zhuan Falun)

Cuando saqué el tema en el grupo de estudio local, un practicante dijo: “Dejalo ir naturalmente”.

Al día siguiente, ella habló con su esposo y ambas familias retomaron las relaciones normales.

Los practicantes de Falun Dafa son diferentes de las personas comunes

En 1999, mi hija estaba esperando su primer hijo. Meses antes de la fecha de parto, su suegra y yo decidimos jubilarnos para poder ayudar a cuidar del niño, ya que el esposo de mi hija tenía que trabajar.

Su suegra cambió de parecer, después que la niña nació, no quiso compartir el cuidado. Luego me enteré que estaba descontenta con que hubiera nacido una niña.

También pidió que yo cuidara de la niña en la casa de mi yerno, a casi un kilómetro de mi casa. No solo cuidé de la niña, sino que también hice las tareas de la casa, y cociné desde el desayuno hasta la cena. Aunque era pesado el trabajo, no me quejé ni lamenté.

Cuando comenzó la persecución a Falun Gong en julio de 1999, ayudé a generar consciencia sobre la persecución y repartí volantes y pegué carteles por la ciudad. Iba con la niña a todos lados.

A pesar de estar muy ocupada, tenía buen humor y buena salud. Como mi hija y yerno estaban luchando para llegar a fin de mes, decidí usar un poco de mi pensión para comprar comida, cuidar de la niña, y comprar algo de ropa para mí hija y yerno.

Mi yerno estaba muy conmovido, dijo: “Ustedes practicantes de Falun Dafa son diferentes de que la gente común”.

Cuando los parientespolíticos de mi hija se jubilaron, rara vez cuidaban de mi nieta. En vez, seguían un régimen estricto de comida saludable, descansar, y ejercitar para mantener la salud. Sin embargo, ambos sufrieron enfermedades diversas y tenían que medicarse e inyectarse diariamente.

A menudo chateaba con los suegros de mi hija y le enseñaba mi nieta a saludarlos. Mi yerno me apreciaba y estaba de acuerdo con las enseñanzas del Maestro. Dijo: “Los practicantes de Falun Gong se manejan con altos principios morales”.

Cuando me encarcelaron por mí fe en Falun Dafa, los suegros de mi hija tenían tanto miedo de quedar implicados, que rompieron todas sus relaciones conmigo. También intentaron ejercer presión sobre mi yerno, pero él se mantuvo firme.

Cuando mi nieta creció, le presenté Falun Gong y le enseñé los ejercicios. Su padre apoyó esto a pesar de la persecución.

Una familia de practicantes

Mi yerno viajaba mucho con su trabajo. Siempre que volvía de sus viajes de negocios, mi hija y yo siempre le hablábamos de Dafa y la persecución.

En 2005, mi yerno renunció a su membresía a la liga juvenil y los jóvenes pioneros. Cuando le sugerí usar un apodo, dijo que no tenía nada que temer y pidió usar su nombre real.

Le di un pequeño suvenir con algunos mensajes de Dafa. Lo llevó en su bolsillo por más de 10 años. Escapó de varios accidentes, incluso uno de autos.

Una noche, después de irse de Xinjiang, prendió la TV para enterarse de que hubo un terremoto de 5.6 de magnitud en el lugar del cual se acababa de ir. Las casas colapsaron, dejando muertos y heridos. Sintió que fue el Maestro Li que lo protegió.

Mi hija también le contó sobre el principio de “sin pérdida no hay ganancia”. Por eso, cada vez que tenía que llenar los formularios de su compañía para pedir reintegros, siempre enumeraba la cantidad de cosas exactas que había gastado en cada viaje.

Sus colegas usaban recibos falsos para agregar 10 veces el monto de lo que habían gastado en sus viajes de negocios. Todos pensaban que mi yerno era demasiado ingenuo por no hacer esto. Poco después, comenzó a practicar Falun Dafa.

Cuando comenzó a buscar un trabajo diferente el año pasado, una muy buena posición apareció. El gerente de la compañía sintió que él era una persona de confianza y lo contrató en el momento.

Siempre que los proveedores intentaban coimearlo, él les decía: “Solo voy a comprar vuestros productos cuando cumplan con los requisitos de mi compañía”.

El trabajo actual de mi yerno requiere una gran cooperación y trabajo en equipo. Los que intentan quitarle su posición, están muy envidiosos de él. Algunos individuos le hacen lío demorando intencionalmente algunos de los trabajos necesitados.

Antes de practicar Falun Gong, mi yerno discutía con ellos y se peleaba. Ahora, sigue los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia e intenta ver las cosas desde la perspectiva de la otra persona.

Cuando finalmente dejó ir su apego, recibió una llamada: “El asunto entero ya está resuelto. ¡Puedes venir a darle un vistazo!”.