(Minghui.org) Tengo 55 años y vivo en una aldea de Jilin. Empecé a practicar Falun Dafa en agosto de 1998. La práctica produjo un gran impacto en mi y en mi familia. 

Mi vida estaba repleta de problemas antes de que aprendiera Falun Dafa. Me enfadaba, a menudo, con mi suegra. Era mala conmigo y no trataba a sus tres hijos (uno de los cuales es mi marido) con igualdad. Mi enojo se transformó en odio, y la sola mención de su nombre hacía que mi corazón latiera descompasado. Dirigí mi odio hacia mi marido, y empecé a culparlo por el trato injusto que recibíamos.

Me deprimí y no me quedó ni la más mínima esperanza de prosperar. Entonces, dejé de trabajar y nuestras finanzas familiares cayeron en picada.

Sin ganas de seguir viviendo, tomé una sobredosis de somníferos para poner fin a mi vida. Mi hijo que tenía solo seis años en aquel entonces me encontró y me revivieron, pero aún seguía sintiéndome muerta por dentro. Entonces, empecé a jugar a mahjong (un juego chino en el que se admiten apuestas) cada vez más. Me convertí en una adicta al juego y a las apuestas en general. Mi marido intentaba convencerme para que lo dejara, pero no le escuchaba.

En el invierno de 1996 encendí la chimenea para calentar la casa, y después salí a jugar a mahjong. Entonces, sin vigilancia, el fuego se descontroló y quemó nuestro hogar. Nuestra familia que ya tenía en aquel entonces una deuda de 10.000 yuanes, ahora tenía que pedir dinero prestado para vivir en una pequeña, fría y miserable casa de paja.

En ese momento yo ya sufría de muchas enfermedades tales como cardiopatía, problemas hepáticos, neurosis y artritis. Así que pasaba todo mi tiempo entre la clínica de la aldea y el tablero de mahjong. Me sentía completamente derrotada y empecé a pensar en acabar con mi vida otra vez.

Fue en esta época cuando conocí Falun Dafa. Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa explica porqué la gente padece enfermedades y la relación causa-efecto entre los individuos y sus comportamientos. La ley fundamental del universo, como explica el libro, se basa en los principios de: Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Después de descubrir esto, me decidí a convertirme en una practicante de Dafa.

Empecé a seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, y mi entorno mejoró. Dejé de quejarme. Al principio nadie creía que pudiera dejar mi adicción al juego, ¡pero lo hice!

El resentimiento hacia mi suegra desapareció. Incluso empecé a comprenderla y le hice un regalo. Dejé de pelearme con mi marido, y finalmente mi hijo disfrutó de un hogar normal que podía proveerle amor y seguridad. Por otra parte, todas mis enfermedades desaparecieron. No he tomado ningún medicamento desde el día que empecé a practicar.

Nunca hacía ninguna tarea en el hogar o en los campos, pero de pronto, me encontré haciendo ambas, mientras mi marido iba a trabajar a la ciudad. En poco tiempo, teníamos una bonita casa de ladrillo con un patio en buen estado y un almacén. También compramos tres máquinas agrícolas y algunos vehículos.

Ahora, nuestro hijo está casado y nuestro nieto tiene siete años. Sin Dafa, mi familia y yo no habríamos disfrutado de la vida que tenemos hoy.

Desde que empezó la persecución a Falun Gong en 1999, mis familiares y yo (excepto mi nieto) hemos sido detenidos, enviados a centros de lavado de cerebro, encarcelados en campos de trabajos forzados y extorsionados, simplemente porque creemos en Falun Dafa. El régimen no hizo nada cuando le causé tantos problemas a mi familia y a la sociedad, pero ahora que estoy intentando ser una persona mejor, me persigue.

Mi familia es muy comprensiva, y aunque mi marido y mi hijo no son practicantes, han seguido los principios de Dafa e intentan ser personas con un alto estándar moral. Puedo citarles un ejemplo: Una vez, fueron al mercado local a comprar fuegos artificiales para celebrar el Año Nuevo Chino. Observaron que el vendedor tenía demasiados compradores y que muchas personas aprovechaban este caos para robarle. Pero mi marido y mi hijo no le robaron y simplemente esperaron, pacientemente, su turno.

Después me comentaron: “Si no practicaras Dafa, no conoceríamos el principio de causa-efecto, de recompensa y castigo, y nos habríamos comportado como los demás. Ahora entendemos por qué la moralidad de los chinos se ha deteriorado tanto”.

Eso me hizo pensar que mucha más gente habría practicado Dafa de no ser por la persecución. No existiría la necesidad del actual movimiento anti-corrupción porque cada persona se habría hecho responsable de su propio comportamiento.

El Maestro Li dijo:

“Todos saben que ahora las leyes se van perfeccionando y mejorando progresivamente, pero, ¿por qué hay aún quienes hacen cosas malas? ¿Por qué no respetan las leyes? Es precisamente porque tú no puedes hacerte cargo de su corazón, y cuando nadie lo ve, él aún quiere hacer cosas malas”. (Zhuan Falun, Lección Novena).

“Si cada uno busca dentro de su corazón y piensa en cómo conducirse bien por sí mismo, yo digo que entonces la sociedad se hará estable y el estándar moral de la humanidad se elevará nuevamente”. (Zhuan Falun, Lección Cuarta).

Me gustaría decir a todas esas personas que siguen creyendo la mentiras del partido comunista chino: Por favor, comprendan qué es Falun Dafa en realidad. Puede resultar que descubra, que precisamente, son estas las enseñanzas que ha estado buscando durante toda su vida.