(Minghui.org) Una residente del condado de Laiyuan fue juzgada el 23 de diciembre acusada de "usar un culto para socavar el cumplimiento de la ley", un pretexto común utilizado por el régimen comunista chino en sus intentos de incriminar y encarcelar a practicantes de Falun Gong.

El abogado de la Sra. Zhang Xiaofen dijo que no hay ley en China que criminalice Falun Gong y que su cliente nunca debería de haber sido perseguida por ejercer su derecho constitucional a la libertad de credo y libertad de prensa.

El fiscal no pudo responder cuando el abogado le pidió que especificara qué ley había quebrantado la Sra. Zhang.

La Sra. Zhang fue secuestrada de su casa a las 5:00 el 5 de agosto de 2016 junto con tres invitados que se estaban quedando en su casa, todos practicantes de Falun Gong. La acusación decía que su reunión privada con los otros practicantes "interfería con el orden de la sociedad".

Su abogado dijo que tales reuniones privadas son protegidas por la ley y que señalar una reunión privada de practicantes de Falun Gong era discriminar en contra de la creencia espiritual de Falun Gong.

La fiscalía luego habló sobre un "testigo clave". Li Zixian, el secretario del partido del condado de Laiyuan. Li vio a la Sra. Zhang y a otro practicante hablar con la gente sobre Falun Gong en una atracción turística local. Li ordenó el arresto del otro practicante que habló directamente con él. Pero el secretario Li no estuvo presente en la sesión.

La Sra. Zhang fue a la estación de policía a preguntar sobre el practicante arrestado, y el oficial Zhang Fang se negó a escucharla explicar por qué la persecución a Falun Gong está mal. Días después, la Sra. Zhang fue arrestada en su casa. Su abogado dijo que el arresto era una retaliación de la policía en contra de su cliente.

Al igual que el secretario Li, el oficial Zhang fue listado como un testigo pero no apareció en la corte.

La acusación también mostró una impresora y otras pertenencias confiscadas a la Sra. Zhang como evidencia en su contra. El abogado dijo que la policía nunca encontró una impresora en la casa de su cliente. Él admitió que su cliente sí tenía algunos materiales de Falun Gong, pero que eran su propiedad de acuerdo a la ley y que no le causaban daño a nadie, mucho menos socavaban el cumplimiento de la ley.

El abogado exigió que retiraran los cargos, pero el juez cerró la sesión sin emitir un veredicto.