(Minghui.org) Tengo 82 años y comencé a practicar Falun Dafa en 1996. Me encontré un par de veces en situaciones peligrosas y el Maestro salvó mi vida. Me gustaría compartir estas experiencias con otros practicantes.

Pasé caminando por una calle oscura y un área estaba en construcción, de repente perdí mis pasos y me di cuenta que era porque había caído dentro de una alcantarilla. Pensé "¡Necesito salir de aquí! Luego, sentí que mi cuerpo había sido levantado hacia la calle. Enseguida dije, “¡Gracias, Maestro!”.

Mis pies dolían cuando iba camino a casa y ese dolor se incrementó cuando estaba en mi cama. Mi cuerpo se sacudía por el dolor, y hasta tiré la colcha mientras dormía. El Maestro estaba ajustando mi cuerpo. Mis pies se recompusieron completamente después de una semana.

Otra vez, durante todos los días de noviembre de 2014 estuve aclarando la verdad por teléfono. Estaba parada, al lado del cordón de la vereda esperando el colectivo, cuando algo me golpeó hacia adelante.

Me giré y vi un auto sedan negro. Un hombre y una mujer vinieron corriendo hacia mí para ayudarme y me dijeron: “¿Señora cómo se siente? Vamos al hospital”.

Finalmente me di cuenta de que había sido golpeada por un auto. Inmediatamente, les dije que estaba bien y que practico Falun Dafa, en ese momento justo vino el bus que estaba esperando.

Comencé a cocinar apenas llegué a casa, así mi familia no sabría lo que había pasado. No quería que se preocuparan por mí. Ellos no querían que yo saliera sola por mi pobre capacidad auditiva.

Cuando estaba cocinando, sentí un poco de mareo. Sin embargo, me sentí mucho mejor luego de enviar pensamientos rectos a las 6 p. m. Antes de ir a dormir, mi marido tocó mi cabeza sin querer y dijo: “¿Cómo te hiciste ese chichón en la cabeza?”.

Dije casualmente: “No es gran cosa”. De hecho, me sentí extraña también.

El auto me golpeó desde atrás. ¿Por qué había un chichón en mi cabeza? Quizás me caí y mi cabeza se golpeó con el auto, pensé.

Me levanté a las 3.50 a. m. para hacer los ejercicios de Falun Dafa. Cuando estaba por terminar los ejercicios parada, tuve que correr al toilette.

Sentía náuseas y de mi boca salía espuma. Devolví y después me sentí mucho mejor. Volví a mi habitación para terminar el quinto ejercicio.

Durante el día, clarifiqué los hechos con mi celular como siempre. Aunque no podía caminar en línea recta no perdí ni un día. Más tarde noté que mi cuerpo estaba con muchos moretones desde la cintura para abajo.

Días más tarde, mi marido me pidió ir de compras con él, estaba un poco lejos entonces le sugerí tomar un taxi. Pero él quería hacer algo de ejercicio y decidió que sería mejor tomarnos un taxi de regreso. Estuve de acuerdo con él y le dije: ¿No me preguntaste por el chichón en mi cabeza? Te contaré sobre eso”. Le conté exactamente qué había pasado después de nuestro viaje. Yo creo que estaría muerta si no hubiese sido por la protección del Maestro.

Tengo dos hijas y un hijo, todos están casados y tienen niños. Todos vinieron a visitarme en Año Nuevo y les conté acerca de estas dos experiencias.

Estaban sorprendidos, mi hija más chica dijo: “¡Eres tan ingenua! ¿Cómo los dejaste irse así?”.

Le contesté: “Nosotros los practicantes de Falun Dafa no extorsionamos a la gente”.

De hecho, mis hijos admiran a los practicantes de Falun Dafa. Ellos son testigos que una mujer anciana como yo, está con perfecta salud, camina mucho todos los días e incluso aprendió a usar celular.

Tampoco tengo educación formal pero ahora puedo leer las enseñanzas del Maestro y Minghui semanalmente. También memoricé el nuevo Lunyu.