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Fahui en China | Cambiando nuestra mentalidad y tratando a las personas con mayor compasión

Dic. 28, 2016 |   Por un practicante de Falun Gong en la provincia de Hunan en China

(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Gong en 1996. Deseo compartir algunas de mis experiencias de cultivación de este último año.

Soy un profesor en una escuela secundaria del condado. Aclaré la verdad a mis estudiantes durante la clase durante muchos años y luego fui amenazado por la administración de la escuela. Interrumpieron mi curso estipulado. Me privaron del derecho a enseñar. Trataron de aislarme.

Sabía que esto sucedió porque estudiaba muy poco el Fa, e incluso cuando estudiaba el Fa, no estaba enfocado y mis pensamientos rectos eran insuficientes. Las viejas fuerzas se aprovecharon de mis brechas.

Debido a que la escuela tenía escasez de maestros, el director tuvo que restaurar mi posición y me dio dos clases de idioma chino. Más de una vez enfatizó que no se me permitía contarles a mis estudiantes sobre Falun Gong. No cooperé con su petición, pero tenía miedo y preocupación en mi corazón.

Empecé a enseñar las dos clases cuando los estudiantes estaban en el primer año de secundaria y los seguí hasta el tercer año. Como practicante de Falun Gong, yo sabía que los estudiantes de estas clases estaban esperando escuchar la verdad acerca de Falun Gong y estaban esperando ser salvados. Yo sabía que debía cuidar bien de ellos. Al principio mi temor me impidió hablar de la persecución. Pero muchas veces me relajé lo suficiente para que mis temas de enseñanza fluyeran naturalmente hacia el tema de Falun Gong.

Los estudiantes debían graduarse en un mes, pero todavía no les había dicho que retiraran sus membrecías de la liga juvenil del partido comunista chino (PCCh). Estaba temeroso, y debido a mis nociones, no les aclaré la verdad y dejé este importante aspecto de salvarlos hasta el último momento. Estaba preocupado y también me pareció que era difícil de hacer. Me puse muy ansioso.

Una noche hubo un apagón. Estaba programado para tener mi primera clase. Unas cuantas velas servían de luces cuando entré en el aula. Estaba bastante oscuro. Muchos estudiantes no pudieron leer ni escribir, así que algunos me pidieron que les contara historias.

Les conté la historia de un viejo ángel y un angelito y les expliqué el principio de la retribución del yeli (kármica). Un estudiante me pidió que les contara relatos sobre mi vida. Sabía que era hora de que les dijera la verdad. Les pedí que adivinaran si había vivido una vida feliz. Todos dijeron que sí al unísono. Les dije que en verdad había vivido una vida feliz, aunque aquellos que me conocían pensarían que había vivido una vida miserable.

Los estudiantes me preguntaron por qué. Les dije que había sido detenido ilegalmente varias veces porque fui a Beijing para pedir justicia por Falun Gong y que una vez fui enviado a un campo de trabajo forzado. Mi salario se había reducido mucho. Durante tres años tuve que vivir con una asignación mensual de 180 yuanes (US $ 26,50). Les dije cómo los practicantes eran torturados en los campos de trabajo forzado y les di ejemplos.

El salón estaba muy silencioso y los estudiantes estaban conmocionados por los relatos. Nunca habían oído hablar de cosas tan crueles y no podían creer que su maestro había experimentado una persecución tan severa. Me miraron con lágrimas en los ojos. Su maestra principal vino a encender más velas para ellos. La instaron a que se fuera rápido para que yo pudiera contarles más relatos sobre mi vida.

Dije que tenía algo muy importante que decirles, y eso podría determinar su vida o muerte. Hablé sobre cómo el cielo eliminaría el PCCh y cómo cientos de millones de personas ya habían renunciado al partido. Les dije las razones para la eliminación y por qué la gente tenía que abandonar el PCCh y sus organizaciones afiliadas para mantenerse a salvo. Mencioné la piedra encontrada en Guizhou que estaba pintada con los caracteres chinos: "el partido comunista chino perecerá".

Los estudiantes me rodearon después de la clase. Algunos me preguntaron sinceramente qué debían hacer si eran miembros de las organizaciones juveniles del PCCh. La siguiente clase estaba por comenzar, y pensé que no tenía tiempo suficiente para preguntarle uno a uno si querían abandonar. Pensé que usaría otra clase para aclararles la verdad y pedirles que renunciaran. Ahora me doy cuenta de que debería haberles pedido que renunciaran inmediatamente. Algunos estudiantes incluso me preguntaron cómo practicar los ejercicios. Les dije que siguieran los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, ser una buena persona y mirar dentro si había un conflicto. Un estudiante dijo: "Maestro, usted es realmente amable y paciente".

Decidí pedir a los estudiantes que expresaran sus deseos de renunciar al PCCh en la clase de la tarde la semana siguiente. Tenía miedo en mi corazón. Temía que el personal de la administración se enterara o que los estudiantes pudieran reportarme. También temía que algunos estudiantes pudieran pensar que estaba perdiendo su precioso tiempo porque sus exámenes finales serían en sólo un par de semanas. No obstante, inmediatamente recordé que vinieron por el Fa y por la salvación. Su lado que sabe estaba esperando a los practicantes de Dafa para ser salvados. No debía descuidarlos por mis nociones humanas. El Fa del Maestro vino a mi mente.

El Maestro dijo:

“Mis raíces están todas atadas al universo, y si alguien puede tocarte, entonces puede tocarme a mí; hablando claramente, puede tocar a este universo”. (Lección Primera, Zhuan Falun).

Traté de reforzar mis pensamientos rectos.

Mientras entraba en el aula, un estudiante llamado Luo comenzó a leer un poema de un libro de texto, escrito por el fundador del PCCh Mao Zedong. Yo no enseñé a los estudiantes ese poema. En realidad no les enseñé ningún artículo de Mao, porque sus escritos estaban llenos de mentiras y había factores malvados detrás de sus palabras. No quería envenenar a los estudiantes. Como un practicante de Dafa tenía que salvarlos. Me levanté con algunas excusas lógicas para saltar este artículo. Algunas veces solo usaba el titulo para dejarles entender la verdadera historia del PCCh.

Los estudiantes se habían enterado de una cantidad considerable de hechos. Envié pensamientos rectos y luego hablé del movimiento de renuncias al PCCh otra vez. Después del pedí a los estudiantes escribir sus nombres en hojas de papel que les había dado si estaban de acuerdo en renunciar a las organizaciones de jóvenes del PCCh.

Luo siguió interrumpiendo. Dijo que tenía que estudiar y no quería perder su tiempo con esto, incluso maldijo a los estudiantes que querían renunciar. Incluso dijo que los practicantes de Falun Gong hacían esto por dinero.

Yo sabía que él estaba haciendo estas cosas a propósito. Le sonreí y le dije en voz alta: “Los practicantes de Falun Gong hacen los materiales con su propio dinero. Lo hacen desde sus corazones y arriesgan sus vidas por decir la verdad a la gente. ¿Si te diera dinero, lo harías?

“Podría hacerlo”, dijo cínicamente. “El dinero es omnipotente. Sin dinero no puedes hacer nada”.

“Luo no puede entender lo que dije”, le dije a la clase. “Espero que pueda entender en el futuro”.

Pensé que Luo no tenía esperanza y no podría ser salvado. Le había dicho tantos hechos pero tenía todavía embrollada la cabeza. Muchos estudiantes hablaban entre ellos. Algunos dudaban. Yo repetía enfatizando la importancia de renunciar al partido. Solo una docena de estudiantes escribieron en sus notas. La mayoría no lo hizo.

Miré hacia adentro y encontré que estaba apegado a cuantas personas renunciarían al partido y quería un buen resultado. Todavía tenía miedo. No lo hice con pureza por el bien de salvarlos.

Luo comenzó a portarse mal en clase. Hablaba con los estudiantes a su lado mientras yo daba clase. También me miraba con provocación y mofa en sus ojos. También podía sentir su miedo y cómo se ponía en guardia en contra mía. Algunas veces se dormía en su escritorio, lo que nunca hizo antes.

Me preocupaba que afectara a los estudiantes a su rededor, aunque ya hubieran renunciado a las organizaciones afiliadas al PCCh. Envié fuertes pensamientos rectos para limpiar los factores malvados detrás de él para evitar que influenciara a otros estudiantes. Ya lo veía como alguien que interfería con mi salvación a la gente y como uno que ha sido envenenado hasta los huesos por el PCCh.

Les pedí a los estudiantes que estudiaran por si mismos en las últimas clases. Yo llamaba estudiantes a mi escritorio uno por uno para clarificarles la verdad y persuadirlos de renunciar a las organizaciones afiliadas al PCCh. Solo podía hablar con dos o tres estudiantes durante cada clase porque tenía que pasar tiempo al principio de cada sesión, limpiando los malos pensamientos y nociones humanas que me impedían la clarificación de la verdad. Recitaba el Fa del Maestro en mi mente y me mantenía reforzando mis pensamientos rectos y eliminando a los seres malignos y los elementos que impedían a los estudiantes ser salvados con pensamientos rectos. No tenía intenciones de hablar con Luo otra vez.

Estaba recitando el Fa del Maestro: “La compasión puede disolver Cielo y Tierra y traer la primavera” (El Fa rectifica al cosmos, Hong Yin (II)) mientras mandaba pensamientos rectos un día en clase. Mi corazón estaba lleno de compasión y rectitud. Miré a Luo y me di cuenta que debía hablar con él. Estaba tan terriblemente envenenado que necesitaba escuchar más hechos. La verdad disolvería a los malos elementos en sus pensamientos. Así que lo llamé a mi escritorio. Se sintió un poco sorprendido y fue de mala gana.

“Me has dado muchos buenos recuerdos”, le dije sinceramente y con compasión. “Me diste un gran abrazo la víspera de Navidad. Respondiste activamente mis preguntas en clase. Leíste los libros de texto con emoción. Todos estos actos me conmueven. Pero siento pesar porque no pude eliminar tus malos entendidos hacia Falun Gong. Fui incapaz en este sentido”.

“Maestro, en realidad creo lo que usted relató”, dijo. “Pero estoy confundido. Estoy como en una encrucijada y no se cuál camino seguir”.

Su respuesta realmente me sorprendió. Se veía conmovido. Le dije más de Falun Gong y de la brutalidad y mentiras del PCCh. Estuvo de acuerdo en que Falun Gong es bueno y el PCCh es malo.

“Como una persona justa”, le dije: “debes descartar esas organizaciones y mantenerte alejado de ellas. ¿Te gustaría renunciar a las organizaciones de jóvenes del PCCh?”.

Dijo que él renunciaría en línea. Yo estaba ansioso de que fuera a cambiar de parecer. Me di cuenta de que estaba impaciente. Era tiempo de soltarlo. Las viejas fuerzas podrían todavía interferir para que el fuera salvado, así que mandé pensamientos rectos en mi corazón. Le dije que respetaba su decisión y que debería usar un programa anti-firewall para visitar sitios de Internet allende el mar y sin censura si deseaba renunciar.

Algunos días después le di una USB con un programa anti-firewall y le dije cómo usarlo. Entonces me dijo que lo ayudara a renunciar a las organizaciones juveniles del PCCh. Le pregunté si quería usar su verdadero nombre o un alias. El dudó y dijo: “debo pensar en ello. Maestro yo le avisaré una vez que surja mi nombre”.

Pensé que era mejor ayudarlo a renunciar ahí en ese momento porque el mal estaba constantemente interfiriendo con él. Le di el alias “Gao Xiang”.

“Este nombre significa que estas volando alto y libre”, le expliqué. “Espero que vueles alto y libre a través de tu vida”.

Estuvo de acuerdo felizmente y sinceramente me agradeció.

Él cambió completamente después de eso. Ya no estaba impetuoso o inquieto. Ya no era hostil contra mí. Se volvió silencioso en la clase. Él personificaba la calma y felicidad de un ser que ha sido salvado. Casi fallo en salvarlo. Me sentí arrepentido de haber pensado que él estaba tan sin esperanzas. Gracias Maestro por darme indicios, y por hacerme dejar mis malos pensamientos y por dejar que la compasión llenara mi corazón de tal manera que Luo pudo ser salvado.

Aprendí una lección de este incidente. No juzgues a una persona por su conducta. No te des por vencido porque manifiesta mala conducta por un periodo corto de tiempo. Trata a los seres conscientes con la mayor compasión. Gracias Maestro por tu infinita compasión a los discípulos y seres conscientes.