(Minghui.org) No practico Falun Dafa, pero mi madre se ha cultivado desde 1998. Durante los últimos 18 años, ella nunca dudó de su fe en Shifu y Dafa, sin importar cuan adversa fuera la situación en su entorno.

Desde 1999 hasta 2007, estudiaban el Fa en nuestra casa. Nos mudamos cuando toda una familia de practicantes en nuestro edificio fue ilegalmente sentenciada a prisión por su creencia.

Los cambios en mi madre

Mi madre tenía una salud muy deteriorada antes de comenzar a practicar Falun Dafa, sufría de todo tipo de enfermedades. La más severa era una enfermedad en el corazón.

Su fuerte personalidad era difícil de manejar, lo que nos frustraba a mi padre y a mí. Estábamos frustrados y no sabíamos qué hacer. Cuando ella estaba de buen humor había paz en la casa, pero cuando estaba descontenta, se pasaba horas regañando y maldiciendo a otros. Si no estábamos de acuerdo con ella aunque en lo más mínimo, le generaba problemas al corazón. Muchas veces teníamos que llevarla al hospital para que la traten.

Después de comenzar a practicar Falun Dafa, todo cambió para mejor. Mi madre ahora no pierde su temperamento. Discute las cosas pacientemente. Cuando hacemos algo mal, razona con nosotros, guiada por los principios del Fa. Cuando se encuentra con problemas, mira hacia dentro para medirse con los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia”.

Como resultado, todos hemos aprendido a respetar y cuidarnos mutuamente, con un buen entendimiento y tolerancia mutua. Mi madre también mejoró su salud, no ha necesitado tomar medicamentos en los pasados 18 años.

Los principios de Falun Dafa me inspiran

Cuando mi madre empezó a practicar, la apoyé totalmente. Sin embargo, siendo un no practicante, estaba aterrorizado por los constantes ataques del régimen comunista, y muchas veces me preocupaba por la seguridad de mi madre.

No obstante, yo quedé profundamente conmovido por sus acciones rectas y valientes, y la fe firme que mi madre y sus compañeros practicantes tenían en el Maestro Li y en Dafa. Los admiro profundamente.

En los últimos 18 años, mi madre actuó en manera abierta y digna cuando aclaraba la verdad a la gente sobre Falun Gong, y con la protección del Maestro Li, el mal nunca se atrevió a perseguirlay ni siquiera acercarse.

Muchas veces ella nos dice que siempre que creamos en el Maestro y Dafa, todo tipo de milagros es posible.

A medida que profundizaba mi entendimiento de los principios del Fa, dejé de tener miedo. En vez, comencé a tener fe firme en Dafa también. Intenté ser una buena persona según los principios de “Verdad-Benevolencia-Tolerancia”.

Aunque no soy un practicante, recuerdo los principios de Falun Dafa en mi vida diaria, y hago lo mejor por ayudar y cuidar de aquellos que lo necesitan.

Mi padre y yo muchas veces le damos dinero a mi madre para lo que tiene que hacer para salvar a la gente, y nuestra bondad es muy apreciada por los practicantes de Dafa.

En el trabajo, sigo las enseñanzas del Maestro Li y he aprendido a ser tolerante con otros, y siento mucha felicidad dentro. Mi salario también aumentó y varias veces me han ascendido. Me siento verdaderamente bendecido por el Maestro Li y su inmensa bondad.

Bendiciones infinitas del Maestro Li

Nuestra familia entera ha sido enormemente bendecida por ese poquito que hemos hecho por Falun Dafa. Me ayudó a dar vuelta malas situaciones en momentos críticos.

Mi padre tiene una motocicleta de tres ruedas. Una vez, mientras iba por la calle, sin razón aparente volcó y el carro se estrelló. Mi padre no se lastimó. En otra ocasión, un camión enorme chocó la motocicleta mientras hacía marcha atrás. De nuevo, mi padre salió ileso.

El pasado Año Nuevo Chino, estábamos en nuestro último tramo de viaje a una isla, y una tormenta violenta nos atrapó. Para poder volver a tiempo para trabajar, me mantuve recitando “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno” en mi corazón y le pedí ayuda al Maestro Li. Con su bendición, regresamos de vuelta a casa, sanos y salvos.

Nada puede expresar mi profunda gratitud hacia el Maestro Li y todo lo que Falun Dafa ha hecho por nosotros. En cada festival tradicional grande, toda nuestra familia prepara una canasta hermosa de flores para presentar al Maestro Li, con nuestros mejores deseos y mayor gratitud.

Otro practicante le dio a mi madre una hoja verde hace 8 años. En ella había unas pequeñas hermosas flores blancas –las asombrosas flores de Udumbara que florecen cada 3000 años. Mi madre colocó la hoja en una caja de metal con una cubierta transparente y apoyó la hoja sobre un pedazo de seda amarilla.

Ella lleva la caja adónde sea que vaya –bodas, a los suburbios, fuera del pueblo– cuando aclara la verdad a la gente.

Han pasado 8 años y la hoja apenas se ha secado en los bordes, no obstante las pequeñas flores blancas permanecen intactas. Estas parecen estar alentando a mi madre, una firme discípula de Falun Dafa, a que sea diligente en la cultivación. Estas también nos alientan a hacerlo cada vez mejor.

¡Estaremos agradecidos con el Maestro Li y Falun Dafa para siempre!