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Dejando mi pueblo para cultivarme en grupo

Dic. 23, 2016 |   Por una practicante de Falun Dafa, presentado en el Fahui de Argentina 2016

(Minghui.org) Saludo al Venerable Shifu. Saludos a mis compañeros dizi.

Quisiera compartir algunas experiencias que tuve en estos 7 años de cultivación que conmovieron profundamente mi corazón.

Obtuve el Fa en agosto del 2009 a través de una amiga que me prestó el libro Zhuan Falun. En ese entonces vivía como estudiante universitaria en Tucumán, una provincia ubicada al noroeste de Argentina.

Como tenía el hábito de leer libros, apenas tuve en mis manos el libro Zhuan Falun, empecé a leerlo… pero algo me sucedió mientras leía las primeras hojas, ¡no podía dejar de leerlo! Ese primer día me quedé hasta la madrugada leyendo el Fa. A la semana ya había terminado de leer el libro y mi vida había cambiado para siempre, me convertí en practicante de Falun Dafa. Quisiera compartir algunas experiencias que tuve en estos años de cultivación que conmovieron profundamente mi corazón.

La primera prueba

Casi al año de cultivación me tocó organizar la Exposición Internacional “El arte de Zhen Shan Ren” en mi pueblo, fue un proceso de intensa cultivación y mucho estudio. Cuando decidí organizar la muestra afloraron muchas nociones y apegos, sin embargo el que más me costó pasar fue el miedo. Al estar al frente de la muestra sin otros practicantes que pudieran ayudarme tuve que enfrentar sola el hecho de que todo dependía de mí, de mi cultivación en ese momento. Darme cuenta de esto fue fuerte y me dio mucho miedo, pero también tuve el entendimiento de que debía estudiar el doble de lo que estaba estudiando, y fue eso lo que hice, en esos días salía por las mañanas y buscaba lugar y sponsor para la muestra y por las tardes estudiaba mucho el libro, conferencias y leía experiencias de Minghui.

No tenía mucho entendimiento sobre la rectificación del Fa, sin embargo sabía que la única opción a mi alcance era hacer la muestra para aclararle la verdad a las personas de forma más masiva.

Shifu dice en Zhuan Falun:

Salvar a la gente significa que te cultivas de verdad, lo cual no es sólo eliminar enfermedades y fortalecer el cuerpo. Por lo tanto, la cultivación-refinamiento verdadera tiene un alto requisito de xinxing para los estudiantes”.

Este Fa de Shifu me conmovió profundamente, yo quería cultivarme de verdad. Antes de encontrar Dafa siempre me preguntaba por el sentido de la vida, o por qué y para qué vivíamos, y cuál era el propósito de estar vivos. Las respuestas las tuve cuando conocí Dafa, mi vida era para cultivarme en Dafa y asistir a Shifu en la rectificación del Fa.

Milagros ocurrieron en este proceso de organizar la muestra en mi pueblo y sentí la presencia de Shifu y su infinita benevolencia.

Pudimos (y digo pudimos porque por supuesto no lo hice sola, los Fashen de Shifu guiaron en todo momento) juntar el dinero que se necesitaba para la folletería, conseguir hospedaje gratuito para los dizi varones y el mejor lugar que había en el pueblo para la muestra. En todo este proceso que me llevó organizar, solo puedo decir que sentí que solamente fui una herramienta en el que mi único trabajo consistía en tener los pensamientos correctos para poder seguir los arreglos de Shifu. Estudiar mucho el Fa fue la garantía para poder seguir los arreglos de Shifu.

Luego de montar la muestra el dizi que ayudó, se tenía que regresar al otro día a su provincia, así que me dijo: “Ahora estas a cargo de todo”, escuché sus palabras y sentí pánico, y en mi mente solo tenía un pensamiento de miedo, ¿y ahora cómo hago todo?, tenía que salir a volantear, hablar con los medios, atender a las personas en la muestra, en ese momento lo veía como demasiado. Pero Shifu tiene arreglos que uno no se imagina, y puso una persona común a mi disposición para que me ayudara en todo durante la muestra. Era una joven de 17 años, hija de una amiga de mi madre, que cuando se enteró de la muestra vino a mí y me dijo: “puedo ayudarte en lo que necesites”. Y entonces se quedó en mi casa todos los días que duró la muestra. Esta joven no tenía casi educación, y cuando leíamos el Fa nos llevaba mucho tiempo. Pero su corazón era muy puro, mientras yo atendía a la gente, o salía a hablar con los medios, ella volanteaba y pegaba afiches en el pueblo. Ella trajo muchísima gente a la muestra con el volanteo, también ayudó a hacer flores de lotos, y así, luego vinieron varios jóvenes más a preguntarme en que podían ayudar, se sumaron a hacer flores de loto para regalar y salían a volantear y pegar afiches en todo el pueblo e invitando a las escuelas.

Ver esta situación en la que personas comunes ayudaban me conmovió profundamente, porque aunque mi entendimiento era muy limitado sabía que estaba siendo testigo del enorme poder del FA y la benevolencia de Shifu.

Yo no tenía experiencias en organizar nada, siempre había sido una persona que huía de las responsabilidades, y ahora tenía frente a mí una enorme responsabilidad y sobre todo lo que más me costaba era ser la cara visible de la muestra. Tenía que ir a los medios y hablar en las entrevistas para convocar a las personas. En la primera entrevista estaba un poco nerviosa no sabía muy bien por dónde empezar a hablar, así que le pedí ayuda a Shifu, le dije: “Por favor Shifu, guía mis palabras”, y realmente ¡fue así! Durante la primera entrevista sentí que no era yo la que hablaba, las palabras salían de mi boca pero no recuerdo haberlas pensado. Cuando hablaba en las entrevistas podía dirigir la conversación para hablar de la persecución, y aclarar más masivamente la verdad, en mi mente solo pensaba en hablar de la persecución e inmediatamente el periodista me preguntaba sobre la persecución. Hablé en varios medios, y la muestra se difundió hasta Bolivia, un país limítrofe. Durante los 7 días que duró la muestra sentí la presencia de Shifu alentándome a que siguiera a pesar del cansancio que sentía.

Después de 3 semanas que terminó la muestra una maestra de mi pueblo me llamó para consultarme información, porque estaba armando un temario sobre la muestra y Dafa, para luego tomar examen a los alumnos.

Cultivación en grupo

Si hay algo que ha sostenido mi cultivación ha sido el cuerpo de dizi y el ambiente que se forma cuando trabajamos juntos.

La primera vez que vine como practicante a Buenos Aires fue para participar de actividades y al ver a tantos practicantes juntos en una reunión, mi primer pensamiento fue “quiero vivir aquí”. Sin embargo, después de participar en Shen Yun 2012 tuve que volverme a mi pueblo y estuve casi un año sin un grupo de practicantes, cultivándome sola como podía. Estando sola en mi pueblo, sentía que el qing por la familia y amigos me hundía cada vez más, y aunque estudiaba todos los días y trataba de organizar actividades para aclarar la verdad, me faltaba la fuerza que solo la emite un campo recto de practicantes. Esos meses que estuve sin un grupo, sufrí mucho, porque prácticamente llevaba una vida de persona común y aunque nunca dejé de estudiar el Fa y trataba de hacer las 3 cosas, sentía que estaba perdiendo el tiempo viviendo de esa forma, porque después de experimentar lo que es estar en un grupo participando activamente de los proyectos para asistir a Shifu, entendía que eso era lo que tenía que hacer.

Así que empecé a organizar mi mudanza a Buenos Aires, y a fortalecerme en el Fa porque estaba débil. Me levantaba todas las mañanas a las 6 y estudiaba las lecciones de audio todos los días. Este estudio más intenso fortaleció mis pensamientos rectos, y empecé a tener solo un pensamiento “Voy a Buenos Aires a cultivarme”, y aunque realmente yo no sabía qué significaba la cultivación, sí sabía que debía venir a vivir a Buenos Aires, porque si seguía sola muy pronto me perdería en la sociedad común. Luego de varias semanas de estudio del Fa pude hablar con mi familia y avisarle de la decisión que había tomado: vivir en Buenos Aires. Mi determinación era tal que no hubo lugar a cuestionamientos y solo pudieron aceptar mi decisión.

Venir a Buenos Aires fue toda una prueba, no tenía casi dinero ni trabajo. Sin embargo el primer día que llegue sucedió un milagro, conseguí trabajo. Solo hacía horas que había llegado a Buenos Aires y me llamaron para una entrevista de trabajo. Me di cuenta que fue un arreglo de Shifu y que mi decisión de vivir en Buenos Aires era ¡correcta!

Shifu dice:

“Quizás todos hayan oído una frase así en la religión budista: una vez que la naturaleza fo emerge, sacude los mundos en las diez direcciones. Quienquiera que ve a esta persona quiere ayudarla, y la ayuda incondicionalmente. La Escuela Fo salva a la gente incondicionalmente, sin precio alguno, puede ayudarla sin ninguna condición; por lo tanto, nosotros podemos hacer muchas cosas por los estudiantes…”. (Zhuan Falun).

En estos 3 años que llevo cultivándome en grupo, mis apegos de envidia y lujuria se revelaron. He tenido muchas pruebas que no pasé, por mi apego más fuerte que es la envidia. La cultivación es grupo es ardua y solemne, hoy entiendo que es el único camino para seguir a Shifu, que es la forma que Él nos dejó para asistirlo y eliminar nuestros apegos.

Como tengo un temperamento fuerte, fue muy duro al principio para mi poder soportar las críticas, y me quedaba en mi mente y en mi corazón con rencor por las críticas que recibía a diario, me era muy difícil ver en mi interior lo que me marcaban, y solo miraba cómo me criticaban.

Mi corazón de contender salía muy rápido a contestar las críticas que recibía a diario cuando realizaba actividades en grupo. Mi participación en Shen Yun 2015 fue pésima, mis corazones de envidia y contender hacía que me peleara con mis compañeros a diario y afectara la coordinación, fue muy triste mi participación y no ayudé en casi nada. Hasta dejé de participar un par de días, cuando recuerdo esta conducta mía siento mucha vergüenza y es una mancha en mi cultivación. Hoy nuevamente le pido perdón a Shifu por haber afectado con mis apegos la coordinación de su proyecto. Luego de Shen Yun, realmente me sentí mal, no podía perdonarme mis errores en algo tan sagrado como es Shen Yun, y empecé a estudiar un poco más para eliminar mi envidia y dejar de seguir lamentándome.

Shifu dice:

“Entre los cultivadores del Dao genuinos también se refleja lo mismo: no se aceptan entre sí, y cuando no se elimina el corazón de contender, también se produce fácilmente el corazón de envidia”.

“Este problema del corazón de envidia es muy grave porque involucra directamente el asunto de si podemos cultivar la perfección o no. Mientras la envidia no se elimine, todos los corazones que la persona ha cultivado y refinado se vuelven muy frágiles. Acá hay una regla: si el hombre, en el transcurso de la cultivación-refinamiento, no elimina el corazón de envidia, no puede obtener el Fruto Recto, absolutamente no puede obtener el Fruto Recto. Quizás todos hayan oído que en el pasado el fo Amituo habló sobre llevarse ye; sin embargo, eso ciertamente no puede suceder si no se elimina el corazón de envidia. Si falta un poco en otros aspectos, irse y venir con ye pequeño a otra vida, y cultivarse y refinarse otra vez, quizás pueda andar, pero si no se quita el corazón de envidia, absolutamente no va. Hoy les digo a ustedes, quienes refinan gong: no te apegues así a lo ilusorio sin iluminarte, la meta que quieres alcanzar es cultivarte y refinarte hacia niveles más altos, pues entonces el corazón de envidia tiene que ser eliminado. Por eso sacamos esto afuera y lo exponemos separadamente”. (Zhuan Falun)

Luego de estudiar un poco más el Fa me di cuenta que no había entendido para nada la cultivación y el proceso de eliminación de apegos que nos deja Shifu para elevarnos.

Shifu dice:

“Te digo una verdad: todo el proceso de la cultivación del hombre es precisamente un proceso para eliminar continuamente los corazones humanos de apego. En la sociedad humana común, el hombre compite y pelea uno contra otro, engaña o trata de ganarles a otros en astucia y lastima a otros por estos pocos beneficios personales; hay que dejar todos estos corazones. En especial, aquellos que hoy están aprendiendo gong aun más tienen que dejar estos corazones”. (Zhuan Falun)

Cuando pude ver que todas las críticas estaban arregladas para que yo pudiera eliminar mis apegos, de envidia, de qing, de lujuria y todos los apegos que tengo, sentí mucho alivio. Este entendimiento realmente fue un paso en mi cultivación que me ayudó a avanzar y poder participar en los diferentes proyectos con un corazón más puro.

Realmente ahora cuando alguien me critica no siento ningún enojo en mi corazón, solo trato de ver donde fallé, y qué es lo que Shifu a través del practicante me está señalando para mejorar. Poder tomar de esta manera las críticas, hace que uno pueda coordinar más rápido y rápidamente poder corregir lo que está haciendo mal. Favorece enormemente a la coordinación en el grupo.

También mi participación en el proyecto de La Gran Época me ha ayudado muchísimo en mi cultivación, diría que me dio la base para seguir cultivando esos corazones de envidia tan fuertes que arrastraba de mi vida común y que aún tengo que eliminar. Comprometerme en un proyecto como La Gran Época, fue al principio un proceso intenso de cultivación, me costó bastante aceptar la responsabilidad y adaptar mi vida al proyecto. La coordinación al principio era difícil para mí, porque tenía que adaptar mi vida a lo que se necesitaba en el proyecto y también aceptar la coordinación de los demás dizi. Este adaptar mi vida a los que requería el proyecto significa otra vez un cambio, una renuncia, que al principio me negaba a hacer… una compañera del proyecto me había pedido que cambie mi horario del trabajo para poder coordinar mejor estando en la oficina. Pero esto significaba dejar la comodidad de trabajar en La Gran Época desde mi casa, y también el sacrificio de volver todos los días a la noche a mi casa. Como su pedido chocaba con mis apegos, le dije rotundamente que no lo haría, sin embargo después de decirle eso, sentía una angustia muy fuerte en mi pecho, y una pregunta rondaba en mi cabeza ¿Que estás haciendo? ¿Para esto viniste a Buenos Aires? 

Después de varios días de angustia, me dirigí a mi supervisor en mi trabajo y le pedí que me cambiara el turno de forma definitiva. Apenas terminé de hablar sentí cómo la angustia se disolvía en mi pecho, y la sensación de haber hecho lo correcto en mi mente. Esta solo fue una prueba en el proceso de participar en la gran época como proyecto, pero significó una entrega más a Dafa para mí. Tuve algunas otras más fricciones de xinxing, siempre por mis corazones de envidia, de querer hacer las cosas como me parecía que estaban bien, y de “decidir qué hacía y que no en mi vida”. Cuando recuerdo este tiempo que fue al principio de que me uní al proyecto, siento un profundo agradecimiento a mis compañeros que tuvieron y aún tienen, espero ya no tanto, que soportar mis apegos de arrogancia, y orgullo para coordinar conmigo. Sin sus críticas yo no hubiera podido avanzar en mi cultivación.

Realmente creo que el estudio grupal sumado a mi trabajo en La Gran Época ha hecho que pueda aprender a coordinar un poco, solo un poco... Aún me falta mucho. Aún hay veces que cuando alguien me critica respondo rápidamente, es como un instinto, pero ahora en vez de enojarme siento vergüenza porque sé que el que respondió fue mi apego, y que aún está ahí ese corazón de contender. ¡Aún tengo mucho para cultivar en mi xinxing!

Cuando me vine a Buenos Aires tenía el pensamiento que con esta acción entregaba por completo mi vida a Dafa, sin embargo eso aún estaba lejos de entregarse por completo a Dafa, y en realidad mi cultivación genuina recién empezó en Buenos Aires, creo que lo anterior había sido solo una preparación para empezar mi cultivación verdadera, por supuesto esto es solo mi percepción hoy. En estos años de ardua cultivación mi pensamiento de lo que yo creía que significaba “entregar mi vida a Dafa” cambió radicalmente. Hoy significa renunciar a cada apego que me marcan, y poder aceptar las críticas para cambiar y cumplir con los requisitos que se me requiere en cada nivel. Hace poco vi cómo un practicante se resistía cuando le marcábamos los apegos, y me vino un pensamiento muy fuerte “con su actitud le está diciendo que no a Shifu”, inmediatamente me miré internamente, y vi todas las veces que le dije que no a Shifu cuando me resistía a dejar mis apegos, me sentí profundamente triste por tantos errores y mi mala cultivación.

Por último, quisiera alentar a los demás dizi a que se reúnan todos los días a estudiar Zhuan Falun, a estudiar el Fa juntos. Sé que a veces es difícil pero si uno acomoda un poco su vida y sus tiempos puede hacerlo. Estudiar la lección diaria juntos hace un proceso más intenso de cultivación y que la eliminación de apegos sea más rápida que cuando uno lee solo. Por supuesto esto es solo mi entendimiento en mi limitado nivel y en base a mis experiencias, y por último también quisiera alentar a los dizi del interior a que se sumen a los distintos proyectos para validar el Fa y asistir a Shifu.

Gracias por permitirme compartir, agradezco que me marquen cualquier cosa que consideren inadecuada. 

(Leída en la Conferencia de Intercambio de Experiencias de Argentina 2016)