(Minghui.org) ¡Saludos, Compasivo Maestro! ¡Saludos, compañeros practicantes!
Me gustaría compartir cómo bajo la protección del Maestro Li Hongzhi, el fundador de Falun Dafa, sobreviví y me recuperé de un accidente potencialmente fatal. Como resultado de esta experiencia, he adquirido nuevos entendimientos sobre mi camino de cultivación practicando Falun Dafa.

Sobreviviendo a un accidente

Otro practicante y yo fuimos a un pueblo lejano en la noche del 9 de octubre de 2012 para distribuir folletos informativos sobre Falun Dafa y la persecución.

Cuando terminamos ya pasaba la medianoche. Conseguimos un viaje de regreso en una motocicleta para ir a casa. Viajamos a lo largo de la carretera del pueblo por unos 10 kilómetros y luego entramos en la carretera principal.

Tan pronto como entramos en la carretera, un camión cisterna nos golpeó y nuestro conductor fue lanzado a varios metros de distancia. El otro practicante estaba consciente, pero yo estaba inconsciente, encima de la motocicleta.

El conductor del camión se horrorizó y llamó a la policía.

La ambulancia nos llevó al hospital del pueblo y fui ingresada en la unidad de cuidados intensivos. Mi familia me dijo más tarde que tenía un fémur fracturado, cuatro secciones de mi pierna estaban rotas desde la pelvis hasta el muslo y tenía once costillas rotas, desplazamiento visceral, tejido blando dañado alrededor del fémur derecho y sangrado interno en el pecho.

Al día siguiente, pensé que estaba distribuyendo folletos, pero me preguntaba por qué no podía moverme, no sabía dónde estaba. No pude abrir los ojos, pero sentí que había varias personas alrededor.

Intenté abrir los ojos. Oía a la gente hablando sobre mi cuerpo hinchado. También los oí llorar. No podía hablar, pero sabía que algo malo debió haber ocurrido. Cuando por fin abrí los ojos, escuché a mi familia decir: "¡Está despertando!".

Estaba exhalando, pero no podía inhalar. Sentía como si estuviera a punto de morir y aferrándome a la vida levemente. Pero sabía que era una practicante de Dafa y que el Maestro me protegería. Le pedí al Maestro que me salvara. Recordé que el cuerpo de un practicante de Dafa es como el diamante, nadie puede perseguirnos.

Cultivándome verdaderamente

Al tercer día, varios practicantes escucharon lo que había sucedido y vinieron a visitarme. Algunos enviaron pensamientos rectos en el hospital, mientras que otros lo hicieron en casa.

Un practicante trajo un reproductor de MP3 para que pudiera escuchar las lecciones del Maestro. Por la noche, los practicantes vinieron y estudiaron los libros de Dafa y enviaron pensamientos rectos al lado de mi cama.

Los compañeros practicantes se turnaban con mi familia para cuidarme. Su abnegación me fortaleció y me ayudó a superar la tribulación.

Diez días más tarde, los doctores decidieron que estaba lista para la cirugía, y le dijeron a mi familia que me recordaran no comer ni beber la noche anterior. Un cirujano ortopédico de un hospital de alto rango venía a operarme a la mañana siguiente.

Me di cuenta de que era impotente a las órdenes de los médicos. Parecía que carecía de pensamientos rectos y mi conciencia principal no era muy fuerte. Justo antes de que fuera a someterme a cirugía, varios practicantes se reunieron alrededor de mi cama.

Oía una pequeña voz que me decía: "La cirugía también es una forma de persecución".

De repente, mi conciencia principal se fortaleció y mi mente se volvió clara. "No voy a pasar por la operación", dije con firmeza.

Mis compañeros practicantes deben haber esperado mucho tiempo a que yo dijera esas palabras y me fortalecieron. Le pedí ayuda al Maestro, no quería someterme a la cirugía, ya que sentía que estaba aceptando la persecución. Creía que el Maestro haría que mi cuerpo volviera a la normalidad.

El anestesiólogo vino a prepararme para la operación. Se dio cuenta de que mi evaluación preoperatoria mostró que tenía problemas hepáticos. Mi nivel de transferasa (una enzima que cataliza la transferencia de un grupo particular de una molécula a otra) subía de 400. La operación no podía hacerse hasta que bajara a 40, por lo que el anestesiólogo se negó a firmar los documentos para seguir adelante con la anestesia.

El médico le pidió al anestesiólogo que firmara de todos modos, pero dijo que no quería ser responsable. El médico le pidió a mi familia que firmara. Cuando mi familia supo que había un problema, pidieron que me trasladaran a otro hospital.

Con la ayuda compasiva del Maestro y los pensamientos rectos de los practicantes, el arreglo de las viejas fuerzas se desintegró, y me libré de otras tribulaciones.

Me trasladaron a un hospital de alto rango. Más tarde, el médico dijo que yo hubiera muerto si hubiera pasado por la operación ese día.

Los practicantes de esa ciudad enviaron pensamientos rectos y me cuidaron en el hospital. Diez días más tarde, mi nivel de transferasa bajó, y el médico dijo que estaba lista para ser operada.

Mis pensamientos rectos eran fuertes, así que rechacé la operación.

El doctor dijo que no sería capaz de levantarme o caminar sin la operación. Incluso si me recuperaba, dijo, podría estar incapacitada permanentemente, y una pierna sería más corta que la otra. Dijo que estaría en constante dolor. Incluso podría quedar paralizada.

Le pregunté al doctor si la operación garantizaba que no tendría dolor a largo plazo y que mis piernas serían iguales. El doctor dijo que no podía garantizarlo, así que le dije que no quería la operación.

El médico le dijo a mi marido que me convenciera. "Es mejor que lo hagas ahora, ya que la otra parte está dispuesta a pagar por tu cirugía", me dijo mi marido. "Si no lo haces ahora, podría haber complicaciones en el futuro, y necesitarás más tratamientos y atención médica. No somos adinerados, y nuestra hija necesita dinero para la escuela. ¿Qué vamos a hacer?".

Mientras mi marido hablaba, seguía negando el arreglo de las viejas fuerzas. Sabía que nada malo sucedería mientras siguiera el plan del Maestro.

"Sobreviviré siempre y cuando no me someta a cirugía", le dije. "Si muero en la mesa de operaciones, te arrepentirás. No quiero someterme a la cirugía. Ten la seguridad, todo estará bien porque el Maestro me protegerá".

"Entonces, ¿por qué tuviste ese accidente tan malo si tu Maestro te estaba protegiendo?", preguntó mi esposo.

"Habría muerto si el Maestro no me protegiera", le dije.

Le pedí al Maestro ayuda para disolver la tribulación y desintegrar la persecución.

Dos días antes de la operación programada, todavía no quería someterme a ella. Mi marido pensó en una solución alternativa.

"Voy a llevarle tu diagnóstico a mi antiguo alumno", dijo. “Él es el jefe del hospital provincial N.º 3, y su compañero de clase es una autoridad en el campo de la ortopedia. Le preguntaré si necesitas la operación o no. ¿Qué piensas?”.

Sabía que el Maestro me estaba ayudando, así que acepté la sugerencia de mi marido. Seguí pidiendo ayuda al Maestro.

Mi marido llamó esa noche y dijo: “Tengo buenas noticias. La cirugía no es necesaria”.

¡Lloré mientras le agradecía al Maestro!

Sin embargo, la historia no había terminado, y hubo más idas y vueltas. Mi médico no estaba contento de que me negara a someterme a la operación. Muchos médicos en China hoy en día sólo quieren ganar dinero, y no ponen las necesidades de sus pacientes en primer lugar. El médico me dijo que yo sería responsable de cualquier problema futuro. No me alteré y le aseguré que tomaría toda la responsabilidad de mi situación.

Fuera del hospital

No había tomado ningún medicamento desde que comencé a practicar Falun Dafa. Sin embargo, los médicos prescribieron muchos tipos de medicamentos durante mi estancia en el hospital.

Oí a mi tía diciéndole a mi marido que me vigilara, diciéndole que se asegurara de que tomara la medicina. Para evitar su supervisión, tomé la primera dosis de medicación y le pedí ayuda al maestro: “Por favor, permita que la medicina se convierta en agua. Por favor, hazlo como si solo estuviera bebiendo agua”.

Mi familia se sintió aliviada de que tomara el medicamento, y dejaron de mirarme. Tiré todos los demás medicamentos.

Los practicantes vinieron y estudiaron Zhuan Falun conmigo. Sentí que no debía estar en el hospital, y quería ir a casa y no desperdiciar el tiempo de los compañeros practicantes. Le pedí al personal médico muchas veces que me sacara de la tracción, pero los médicos estaban dudando.

Le dije a una doctora al día siguiente que quería ir a casa. Ella dijo: “Tienes que quitar la tracción esquelética para que puedas ir a casa”.

Mi marido no estaba en la habitación, así que le dije a la enfermera y al doctor que quería quitar la tracción. El médico dijo que era demasiado pronto y que yo sería responsable si algo me pasara.

Los tranquilicé y quitaron la tracción dos semanas antes. Pero no fue una tarea fácil hacerlo: durante mi estancia en el hospital, una pinza de metal se instaló dentro del hueso, por lo que los alicates no funcionaron. Utilizaron un martillo para golpear la pinza. Los otros pacientes de la sala lloraron cuando vieron esto, y los médicos dijeron que estaba con un dolor extremo.

Sin embargo, no sentí ningún dolor, y supe que el Maestro estaba soportando el dolor por mí. Cuando le pedí a Maestro que ayudara a sacar la pinza, el médico la sacó inmediatamente. ¡Fue increíble!

Recuperación notable

Dos días después, mis piernas estaban rectas. Sin embargo, como no podía doblar las rodillas, no podía ponerme de pie.

Dos médicos me ayudaron a levantarme y a usar muletas para practicar la caminata. Me sujetaron las piernas y las movieron hacia adelante lentamente. Le pedí ayuda al Maestro para poder caminar por mi cuenta.

Les dije a los médicos que se pararan detrás de mí, y me arrastré por mi cuenta. Pude levantarme al día siguiente. La ambulancia me llevó a casa en una camilla una semana más tarde, y mi marido contrató a una asistente para que me ayudara.

Hice los movimientos de los ejercicios acostada en la cama en casa y pude apoyarme en una silla para hacer el segundo ejercicio (Estaca Parada Falun) al tercer día. Aunque sudé, terminé el segundo ejercicio, que duró 30 minutos, y me sentí maravillosa después.

No me veía como una paciente y fui capaz de ir al baño sola tres días más tarde. La asistente dijo que yo era diferente de sus clientes habituales. “Otras personas quieren que yo haga todo por ellos, pero tú no quieres que haga nada por ti”.

Le conté sobre las maravillas de practicar Falun Dafa. También le conté sobre la persecución de Falun Dafa por parte del partido comunista chino (PCCh). Ella comprendió y aceptó renunciar al PCCh y sus organizaciones afiliadas.

Mi esposo es maestro, y él se va de casa para reclutar estudiantes en la primavera. Como vivo en el tercer piso, la asistente me ayudaba a comprar víveres. Pude cuidarme solaa muy pronto y la asistente se fue un mes después.

Al principio mi marido estaba feliz de que logré doblar las rodillas. Pero cuando vio mi notable recuperación, estaba aún más feliz y agradecido por la protección del Maestro y por la ayuda de mis compañeros practicantes.

La meditación sentada nos obliga a cruzar las piernas en posición de loto completa. Al principio sólo podía sentarme en la cama con las piernas colgando sobre el borde, no podía doblarlas y mucho menos cruzarlas* en posición de loto completa.

El Maestro dijo:

Déjenme decirles una broma, de aquellos sentados aquí, muchas personas efectivamente se han cultivado muy bien, las pusa en los Cielos se están cubriendo la boca y riéndose de aquellos de ustedes que son incapaces de doblar hacia arriba las piernas: “Mira a esos cultivadores que todavía no pueden doblar sus piernas hacia arriba”. (Exponiendo el Fa en el Fahui de Suiza, 1998).

Le pedí al Maestro que me ayudara. Utilicé un vendaje para tirar de la pantorrilla hacia el muslo. Gradualmente, pude mover el talón cerca del muslo. A continuación, tiré de mis piernas poco a poco, y pude sentarme con las piernas cruzadas.

Cuando traté de cruzar las piernas en la posición de loto completa, el área lesionada dolía tanto que lloré, quería bajar las piernas; Entonces recordé que el Maestro me salvó la vida y ya había soportado tanto por mí. A pesar del dolor, estaba decidida a sentarme en posición de loto completa.

Pude sentarme en loto completa no mucho tiempo después. El Maestro probablemente vio mi determinación y me dio una mano.

Me recuperé de la lesión en tres meses, y pude volver a salir de la casa para hablar con la gente sobre Falun Dafa. Cuando mis amigos y parientes vieron que había vuelto a la normalidad como si nada hubiera sucedido, todos dijeron: “¡Falun Dafa es realmente increíble!”.

Después de la recuperación

Después de que mi hija fue a la universidad en el otoño, pasé un mes en la casa de un familiar en la capital provincial. Mi familiar es también un practicante de Falun Dafa, y estudiamos los libros de Dafa, realizamos los ejercicios y distribuimos información sobre Falun Dafa con otros practicantes.

Noté una exhibición de propaganda calumniando a Falun Dafa en un vecindario local. Mis dos sobrinas, también practicantes, y yo fuimos al barrio para distribuir y publicar folletos informativos esa noche.

Enviamos pensamientos rectos después de terminar nuestra tarea. A continuación, abrimos los paneles de la caja de visualización por detrás y arrancamos la exhibición de la propaganda. Subimos al autobús y nos fuimos a casa.

Posdata

Estoy llena de emoción cuando miro hacia atrás mi camino de cultivación. Me siento afortunada de ser practicante de Falun Dafa y apenas puedo expresar mi gratitud hacia el Maestro. En el momento final, apreciaré la vida que el Maestro me dio, haré bien las tres cosas y cumpliré mi voto con pensamientos y acciones rectas.

Seamos diligentes y regresemos a nuestros hogares celestiales con el Maestro.

Gracias Maestro por su salvación misericordiosa ¡Gracias a los practicantes por su ayuda desinteresada!