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La amabilidad genera amabilidad

Dic. 17, 2016 |   Por Lian Tang, un practicante de Falun Dafa en Wuhan, China

(Minghui.org)

Frecuentemente hago llamadas telefónicas y envío materiales informativos de Falun Dafa a la policía. Mi esperanza es que entenderán qué es Dafa y entonces pararán la persecución a los practicantes de Falun Dafa.

Muchos oficiales de policía han renunciado al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas después de haber entondido la naturaleza del partido. Esto los ha conducido a dejar de perseguir a practicantes.

En una ocasión, dos oficiales vinieron a un centro de lavado de cerebro a preguntarme acerca de Dafa. Aparentaban ser compasivos, especialmente porque era perseguido en un centro de lavado de cerebro a la edad de 72 años.

“Sabemos que Falun Dafa es bueno”, dijeron. Además, “Verdad-Benevolencia-Tolerancia” también es bueno y los practicantes son gente agradable. ¡Ya hemos renunciado al PCCh y a sus organizaciones afiliadas!”.

Estableciendo una buena relación

Cuando fui a Beijing a pedir justicia para Falun Dafa en febrero del 2000, fui arrestado y detenido en un hotel. Cuando fui a usar el baño noté que algo de agua mojaba la ropa, la cual olía mal. Lavé la ropa y la colgué para que se seque, esperando que esto mostraría la bondad de los practicantes y permitiera una buena relación.

Cuando volví a mi cuarto, me senté e hice una hora de meditación sentada. El oficial en servicio no interfirió con mi meditación. Después que volví a casa me saludó con una sonrisa cuando me lo encontré. Él sabía que los practicantes de Falun Dafa son buena gente.

Tratando a todos con compasión

Cuando estaba detenido en el centro de lavado de cerebros me hice amigo de un oficial de policía. Me dijo que no le gustaba trabajar en ese lugar.

Una vez llamó a su hijo y lo regañó.

“Enseña y guía a tu hijo”, le dije: “debes guiarlo con compasión y darle consejos positivos. Si lo regañas, podría volverse rebelde y dejar de hablar contigo”.

Me preguntó por qué estaba de buen humor, a pesar de estar en un centro de lavado de cerebros donde estaba expuesto a una atmósfera miserable.

“Seguimos los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia en cada pensamiento y acto, que es la ley del universo. Tratamos a todos con compasión y no devolvemos el golpe cuando nos golpean o insultan. Incluso somos buena gente estando detenidos y perseguidos”.

La policía se beneficia tratando amablemente a los practicantes

Fui detenido en un centro de lavado de cerebro por diez meses en el 2000. Un oficial con un alto rango sabía que los practicantes de Falun Dafa son gente amable y fue compasivo hacia nosotros. Un día en el almuerzo, compartió sus costillas de cerdo estofadas con cerca de siete practicantes. Todos estábamos conmovidos.

Llamé al oficial después de ser liberado y le dije: “¿Te acuerdas cuando compartiste tus costillas de cerdo con los practicantes en el centro de lavado de cerebros? Había bondad más que solo costillas de cerdo. Demostraste que eres una buena persona. Tratar a los practicantes amablemente gana infinitos méritos”.

Después que se jubiló, se le ofreció un trabajo y pudo comprarse un departamento y un automóvil. Su familia renunció al PCCh y llevan una buena vida.

La presión sanguínea vuelve a ser normal

Hice una huelga de hambre cuando estaba retenido en un centro de lavado de cerebro en el 2004. El líder del centro habló tres días después que dejé de comer. Ordenó que cinco hombres me alimentaran forzadamente. Llevaron esposas y cuerdas y querían atarme al marco de una cama.

Sabía que uno de los oficiales tenía hipertensión pues había estado pidiéndole al doctor que midiera su presión arterial. Le dije en voz baja: “Soy una buena persona y vivo por los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Perseguir gente buena es un pecado. ¿Tienes bien la hipertensión? ¡Por tu propio bien, por favor no te involucres en perseguirme!”.

Tomó mi consejo y no se involucró en alimentarme forzadamente. Cuando estaba pasando por mi ventana el día siguiente le pregunté si su presión arterial estaba baja. Me dijo que se sentía mucho mejor.