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Atesorando la misericordiosa salvación del Maestro

Dic. 16, 2016 |   Por un practicante de Falun Dafa en China

(Minghui.org) El apego a la lujuria me tenía atrapado y cometí errores graves en este aspecto. No tenía pensamientos rectos en ese momento y permití que la suciedad de las viejas fuerzas me controle.

Solo después de que el demonio de la lujuria se apartó, pude despertarme de mi letargo, y el remordimiento se instaló en mí.

Determinado a rectificarme

Me pregunté una y otra vez: “He llegado tan lejos en la cultivación: ¿Permitiré que el apego a la lujuria me destruya por completo? ¿Voy a quedarme en este lugar oscuro e inmundo?”.

Pero aún con todo el tormento mental, los sentimientos de desesperación, y mi confianza sacudida por incontables tribulaciones y retrocesos, había un pensamiento en mi corazón: “¡Nunca dejaré de practicar Falun Dafa!”.

Ese pensamiento era como un faro. La luz era tenue, pero me daba una fuente de coraje y determinación que me ayudó a recuperar lentamente mi fortaleza interna.

Hice una promesa: “No importa cuán difícil sea, no permitiré que las viejas fuerzas tomen ventaja. No merezco ser un practicante de Dafa, pero me miraré internamente como un practicante. No bajaré los brazos”.

Shifu dijo:

“…cuando caen, se levantan, esto es lo más extraordinario, ¡y hazlo bien nuevamente! Si puedes atravesarlo siempre claramente, si siempre te cultivas, si siempre haces lo que deben hacer los Dafa dizi, esto es extraordinario, ¡y Shifu te reconoce! Espero que todos se pongan vigorosos, háganlo rápidamente, además hay que hacerlo bien”. (Fahui de Nueva York 2016)

Shifu me estaba alentando y no me abandonó cuando estuve tan embrollado con pensamientos sucios.

Puse todo mi esfuerzo en persistir en el estudio del Fa y el envío de pensamientos rectos a pesar de la enorme interferencia. Incluso empecé a memorizar Hong Yin, Lunyu y otros fragmentos del Fa.

Mi conciencia principal estaba inicialmente separada por gruesas capas de elementos podridos que hacían que no pudiera absorber nada del Fa. Lo que intentaba memorizar solo quedaba en la superficie. Me quedé inmerso en fuertes sentimientos de miedo, junto a una intensa ansiedad e irritabilidad. Todos estos sentimientos intentaban apartarme del estudio del Fa y del envío de pensamientos rectos, pero me mantuve firme. Gradualmente, pude sentir que estos sentimientos perdían fuerza.

Una mañana estaba memorizando un verso de Hong Yin III cuando de repente, una espesa sustancia que me tiraba hacia abajo desapareció, y muchas otras sustancias malas salieron de la parte inferior de mi cuerpo. Tanto el dolor como los sentimientos de ansiedad e irritabilidad desaparecieron.

Me sentí con una profunda paz y calma, con una sensación de total tranquilidad. Sabía que las viejas fuerzas en mi dimensión se habían desintegrado.

Me desperté a que los pensamientos rectos vienen de Dafa y que es el Maestro de Dafa quien me ha dado pensamientos rectos. Una vida, sin importar cuán grande se considera a sí misma, si se aparta del Fa, se está engañando y será afectada y engañada por las viejas fuerzas.

No importa que no estemos haciéndolo bien en la cultivación o cuán grande sean las tribulaciones, si en el interior mantenemos nuestra confianza en Shifu y en Dafa, creemos en el poder del Fa, nos consideramos practicantes de Dafa, persistimos en estudiar el Fa y seguimos haciendo bien las tres cosas, Shifu nos ayudará.

Buscando las razones de mi tribulación

Cuando mi tribulación pasó, seguí pensando en las razones detrás de ella, y por qué fue tan difícil deshacerme del apego a la lujuria.

Entonces, me di cuenta y recordé dos episodios puntuales.

Primero, un tiempo atrás, me enteré de que otro practicante había dejado de practicar Falun Dafa. No sentí compasión ni pena por él. De hecho, me regodeaba que él y yo tuvimos conflictos irresueltos en el pasado, y creía que me miraba con superioridad.

Segundo, escuché sobre algunos practicantes locales que habían malversado algo de dinero. Solo sentí desprecio hacia ellos, creyendo que se causaron problemas por su propia insensatez.

Estaba seguro de que había alguna conexión entre estos dos incidentes y mi tribulación. Así que me pregunté: ¿No es acaso mi arrogancia y sentido de sentirme importante un tipo de manifestación de interferencia demoníaca de la propia mente?”. ¡No es extraño entonces que las viejas fuerzas tomaran la oportunidad para provecharse por completo de mi brecha y usaran mi apego a la lujuria para preparar mi caída!

Estando en las manos de la lujuria, sabía que estaba mal, y también sabía que Shifu había intentado detenerme, pero seguí delante de todas formas. Creía que tenía fuertes pensamientos rectos ya que antes había caído pero pude levantarme. Por eso, no tendría problemas si ocurría lo mismo. Además, creía que mi lujuria era imposible de reprimir una vez que aparecía, así que podría relajarme, dejarme llevar, y arrepentirme después.

Al final, se lo confesé a un practicante. No fue una confesión fácil, pero después me sentí liviana, como si la carga de mis hombros hubiera desaparecido.

El practicante me dijo esto:

“Has reconocido el apego a la lujuria que has tenido por largo tiempo. Crees que te da confort y satisfacción, así que a conciencia te dejas controlar por este. Cuando el demonio de la lujuria se ha llenado de tu esencia, te dejará por un tiempo. Ahí es cuando te despiertas y sientes arrepentimiento. Cuando el demonio de la lujuria quiere alimentarse con tu esencia de nuevo, regresará y se repetirá el mismo ciclo”.

“Sientes remordimiento, pero no has cultivado esto genuinamente. Has considerado que este problema es un asunto menor y nunca has querido cultivarlo seriamente eliminando cada una de las nociones de sentimentalismo y deseo, así que estos pequeños problemas forman una bola de nieve y la brecha se agranda. Has tejido una red enmarañada para ti mismo en todos estos años”.

Después de escuchar cuidadosamente lo que el practicante dijo, mi corazón se sacudió. Finalmente me di cuenta de que había estado totalmente confundido, aunque siempre me sentí orgulloso de tener una mente clara.

Shifu dijo:

“Cada apego tuyo puede causar que no puedas completar tu cultivación. Cada apego puede causar problemas físicos y hacer tambalear la firmeza de tu fe en Dafa”. (Enseñanza del Fa en el Fahui de la Costa Oeste 2015)

Siempre pensé que era “especial”. Cuando atravesaba tribulaciones y dudas provocadas por mi apego a la lujuria, solía pensar que quizás ese era el camino que el Maestro arregló para mí, porque cuando caía una y otra vez podía levantarme en cada oportunidad.

Creí en estos pensamientos por un tiempo.

El practicante me dijo: “Estos pensamientos son de hecho de las viejas fuerzas. ¿Cómo podrían ser arreglados por Shifu? No es más que tu excusa para no hacerlo mejor en la cultivación y rectificarte. Las tomas como pruebas. Cuando te levantas, consideras tu éxito como prueba de que eres fuerte. Crees constantemente que estás superando la persecución que las viejas fuerzas crearon. Eso equivale a reconocer a las viejas fuerzas y aceptar la persecución”.

De hecho me había considerado fuerte, y que me había cultivado bien, porque cada vez que caía me levantaba, y así conscientemente me permití caer una y otra vez en la trampa de las viejas fuerzas.

Luego recordé cómo había usado mi celular para leer noticias de la gente común y ver otros sitios web. Cuando algo llamaba mi atención, iba tras eso, ignorando el hecho de que los sitios web de la gente común deben tener muchas sustancias impuras que podían tirarme abajo y controlarme, y de hecho lo hacían.

La cultivación genuina viene de una acción decidida

Me volví profundamente consciente de la seriedad de aferrarse a los apegos humanos y la seriedad de la cultivación en este momento de la rectificación del Fa. Sinceramente quería cambiar y eliminar de una vez por todas mis fuertes nociones y apegos a la lujuria.

Comencé estudiando el Fa con más diligencia y envié pensamientos rectos para reprimir y eliminar todos los deseos de revisar los sitios web de la gente común.

Además de los cuatro horarios designados, enviaba pensamientos rectos cada vez que tenía un momento libre. Tomaba la iniciativa de eliminar todos los pensamientos desviados, incluso cuando los deseos de lujuria no estaban presente.

Gradualmente, mi persistencia en eliminar el apego a la lujuria se volvió un hábito, y tuve resultados positivos.

Shifu dijo:

“De hecho, todo lo que no concuerda con Dafa y con los pensamientos rectos de los Dafa dizi es todo causado por la participación de las viejas fuerzas, incluso algunos factores no rectos de uno mismo…”. (Con respecto a la conmoción que causó el artículo sobre el Fu Yuanshen (espíritu primordial asistente))

Shifu nos pide que detectemos los arreglos de las viejas fuerzas, para poder negarlos por completo.

Vamos a experimentar muchos altibajos en la cultivación, pero Shifu nos sigue dando oportunidades porque debemos cumplir nuestros votos prehistóricos para salvar a los seres conscientes.

Miro hacia atrás con una profunda e indescriptible gratitud por la Misericordia del Maestro. Estoy determinado a quedarme en el camino, cumplir con mis votos y completar mi misión.