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“¡Dafa me salvó la vida, lo que significa que salvó a toda mi familia!”

Dic. 1, 2016 |   Por un practicante de Falun Dafa de China

(Minghui.org) Mi amigo, Lao Zhang, y yo somos practicantes de Falun Dafa. Me contó una historia que demuestra justamente cuán poderoso es Falun Dafa.

Se estaba construyendo un nuevo edificio en nuestra ciudad cerca de un edificio viejo. La oficina de Lao Zhang estaba cerca del lugar donde se estaba construyendo, así que iba a menudo a hablar a los trabajadores sobre Falun Dafa.

Un joven a quién habló creyó directamente lo que le contaba, así que Lao Zhang le regaló un amuleto pequeño que llevaba escritas las palabras: “Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Le dijo al joven que recordara esas palabras, especialmente en caso de emergencia.

Luego, el joven continuó con su trabajo en la primera planta del edificio, cuando escuchó un crujido por encima de su cabeza. Un gran bloque de cemento del edificio de al lado se derrumbaba sobre él, y no le quedaba tiempo para esquivarlo.

Los transeúntes gritaron horrorizados y corrieron a socorrerlo. La habitación quedó a oscuras y era difícil ver algo más que polvo y trozos de cemento. Cuando fueron a levantar el bloque que lo había sepultado, algunos trabajadores ya comentaban que nadie podía seguir con vida después de ser sepultado bajo un bloque tan pesado. Finalmente, sin prestar demasiada atención a las formas, consiguieron dejar el cuerpo al descubierto rápidamente.

Encontraron al joven tumbado boca arriba. Después, éste se incorporó y se sentó.

Dijo: “Hoy he sido muy afortunado, porque hablé con un hombre que practica Falun Dafa y me regaló un amuleto. Cuando el cemento caía sobre mí, recité inmediatamente, dentro de mi corazón, las palabras del amuleto: “Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”. Falun Dafa me salvó la vida. Tengo dos hijos en la escuela secundaria, y también mantengo a mis padres. Toda mi familia depende de mí. ¡Falun Dafa ha salvado mi vida y la de ellos!”.

Cuando llegó la ambulancia, el joven dijo que se encontraba bien, que no necesitaba ir al hospital. Su supervisor, sin embargo, le animó para que fuera y para que le examinaran de todos modos.

El hombre fue al hospital, se sometió a un examen físico completo y le dijeron que estaba bien.