(Minghui.org) Continuación de la Parte I.

He descrito, en mi experiencia compartida en el artículo publicado para el 12.° Fahui de China en 2015, que atravesé una tribulación severa y cambios de xinxing luego que mi marido tuvo un accidente cerebrovascular. Mi elevación del "xinxing" me ayudó a negar la persecución arreglada por las viejas fuerzas.

Mi marido y yo hemos vencido muchos obstáculos y salimos del hospital el 31 de agosto de 2015. En ese momento, nada me hacía más feliz que sostener el libro Zhuan Falun (el libro principal de Falun Dafa) y nuestra asimilación en el Fa.

Después nos cultivamos juntos. Mi marido leyó "Zhuan Falun" de nuevo y me relajé enviando pensamientos rectos para eliminar el mal.

Desviándome del Fa

Era ingenua al pensar que eliminaría la ilusión de la enfermedad y que estaría libre de tribulaciones una vez que saliera del hospital, estudiaríamos el Fa y practicaríamos los ejercicios con otros practicantes. Pensé que al cumplir con los estándares del Fa el Maestro nos protegería tanto como para no tomar medicinas.

No me di cuenta que las viejas fuerzas jamás renunciarían a hacer las cosas mal y todavía nos vigilaban. Se debilitaron, pero no del todo.

La salud física de mi marido no mejoró los primeros meses después de regresar a casa desde el hospital. Su xinxing no había mejorado tampoco. Como se mencionó anteriormente, las viejas fuerzas no querían que practicara de nuevo.

Estaba mareado y confundido. Su memoria y habla empezaron a deteriorarse. Estaba asustada y llegó a estar demasiado apegado a su estado físico nuevo. Cuanto más apegado estaba, más desesperado se sentía. No podía estudiar el Fa diligentemente. No podía hacer las tres cosas bien y se echó atrás en la validación del Fa.

Sabía que los practicantes de Dafa no deberían enfermarse, pero sin importar cuán duro estudiara el Fa, practicara los ejercicios y mirara hacia mi interior, no podía cambiar su condición. Realmente sentí que estaba en una situación grave, crítica.

También me di cuenta de que las viejas fuerzas habían agotado mi energía y destruido mi voluntad. Estaba preocupada y me sentí impotente. Me arrodillé delante de la foto del Maestro y grité por ayuda.

Despertada por compañeros practicantes

Un día, un practicante no quería que fuera a los pueblos con ellos. El practicante dijo que mi marido y yo no teníamos mentes puras ya que no había pagado su parte del dinero para la gasolina.

Ellos no saben que he pagado todos los gastos en los últimos años cuando fuimos a las aldeas para distribuir materiales informativos de Dafa. No explico esto en los grupos de estudios del Fa, pero me sentí amargada y resentida, tenía pensamientos negativos sobre ellos. Incluso les culpé por no ayudarme.

Al ver que no estaba iluminada, un día el Maestro arregló para que un practicante me hablara.

Tenía un fuerte apego a la fama y la ganancia. Después de años de duro trabajo, era de hecho doloroso dejar de lado mi apego a los negocios. Tuve éxito en mi negocio y era reconocida. De la cultivación gané salud y tener la mente en paz.

Me sorprendió cuando un practicante dijo que no me había cultivado diligentemente en el pasado. Por lo tanto muchas preguntas empezaron a surgir. Empecé a preguntarme si he cultivado sólo para satisfacer mis deseos, la realización personal y para demostrar que era mejor que los demás. También me preguntaron si yo me cultivaba porque trataba de evitar el dolor y las dificultades o para alcanzar la perfección.

Tomé una respiración profunda y miré hacia mi interior en busca de respuestas. Este practicante me aconsejó cultivarme verdaderamente con el fin de superar la prueba de mi marido y me pidió que colocara la cultivación por encima de mi negocio.

Hay un dicho: "Aprecia esta predestinación sin precedentes, ya que todo es sólo para esta vez".

Parecía que mi marido enfrentaba yeli de enfermedad. En realidad, era yo quien estaba siendo probada en mi xinxing.

Mirando hacia el interior

Hacía los ejercicios por la mañana temprano antes de abrir el negocio a las 7 y estudiaba el Fa desde la tarde hasta bien pasada la medianoche. También enviaba pensamientos rectos. Sin embargo, en realidad no estudiaba el Fa diligentemente. A menudo me quedaba dormida tan pronto como abría los libros de Dafa.

Colgaba pancartas, pintaba consignas y distribuía materiales informativos de Dafa casi todas las semanas, pero hice estas actividades de validación del Fa sin pensamientos rectos.

Entregaba calendarios de escritorio, folletos y DVD de Shen Yun como recuerdos a mis clientes pero de forma selectiva.

Cultivé incluso mientras estaba ocupada en el negocio. Le aconsejaba a la gente renunciar al partido comunista chino. Solía usar mi tienda como lugar para informar a la gente sobre los hechos y salvarlos. Sin embargo, estaba tan fuertemente ligada a la demanda que utilicé esta oportunidad para aumentar las ventas también.

Me preguntaba por qué, a pesar de que había hecho tanto por Dafa, la enfermedad de mi marido no se curaba.

El Maestro dijo:

“Si no se le da importancia al de, las enfermedades no se curan; no es que por practicar gong ya no se tiene ninguna enfermedad”. (Lección Sexta, Zhuan Falun)

Este practicante tenía razón. De repente me desperté y me di cuenta que no creía realmente en el Maestro y en Dafa. Hice todo lo posible para aparentar o para mejorar el negocio. En efecto, no me cultivé con diligencia. Medía las cosas con nociones comunes, no desde la perspectiva del Fa. Fue entonces cuando decidí volver a mi camino de cultivación.

Cambiando mi actitud y equilibrando la vida familiar

Mi suegra había estado al cuidado de sus hijas después de la muerte repentina de su marido. Influenciada por sus ellas se desvió gradualmente de Dafa. Estaba preocupada y trataba de recordarle el Fa e inspirarla para practicar.

Eliminé los malos sentimientos hacia mis cuñadas. Les trataba de una manera amable y les hablaba cordialmente.

Cuando visito a otros familiares les ayudo con las tareas.

He atendido cuidadosamente y ayudado a mi hijastra. También considero cuestiones desde su perspectiva.

He tratado de ser más paciente, cuidadosa y considerada con mi marido. Ya no me quejo de la dificultad para equilibrar la vida de hogar y los negocios. Mi marido es una persona ordenada, por lo que mantiene la casa limpia.

Felizmente aprendí las recetas de la comida que le gustan. Consideré lo cotidiano como parte de mi cultivación. Creía que esto era lo mejor que el Maestro tenía organizado para mí y estaba firmemente segura de que iba a superar la tribulación.

Los conflictos familiares habían desaparecido. Mi xinxing mejoró al igual que la salud física de mi marido.

Poco a poco, mi marido fue capaz de subir y bajar las escaleras por sin ayuda. Ahora puede salir a distribuir materiales informativos y a veces esclarecer los hechos sobre Falun Dafa. Él lee Zhuan Falun y participa en grupos de estudio del Fa.

Epílogo

Debido a mis fuertes nociones humanas, no sólo las viejas fuerzas debilitaron a mi marido físicamente, trataron de debilitar mi voluntad de cultivar pero el Maestro nunca se dio por vencido conmigo.

El Maestro me enseñó los principios del Fa cuando sufrí tribulaciones y me guió de nuevo en el camino de cultivación cuando me perdí. Me iluminó para convertirme en una verdadera cultivadora. Él me ayudó a eliminar las nociones humanas profundamente ocultas.

El Maestro me condujo fuera de la trampa montada por las viejas fuerzas, y me llevó a ser humilde y compasiva. Él me ayudó a regresar a mi verdadero yo.

Gracias, Maestro, por su salvación misericordiosa.

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