(Minghui.org) Hace tres años que empecé a trabajar como representante comercial para la Gran Época, porque pensé que sería beneficioso para mi cultivación. No obstante, el camino estuvo plagado de desafíos.

La empresa tenía contratadas a varias personas en el equipo de ventas que no eran practicantes. Con frecuencia, estas personas hablaban de la compañía desde el punto de vista profesional. Trabajaban duro, pero sus metas eran ganar más dinero y conseguir ascensos. A menudo criticaban la empresa, hablaban sobre la falta de profesionalidad del personal y otras cosas. Me sentía molesta cuando escuchaba esos comentarios.

Estudiar el Fa me ayudó a entender mejor a mis colegas que no practican, así como a otras personas que no son practicantes. Ellos tenían mucha experiencia, y podían darnos consejos que nos ayudaran a volvernos más profesionales y alcanzar una mejor posición en la sociedad.

Al principio, cuando empecé a trabajar junto a ellos todos los días, estaba desconcertada. Pero aprendí a comunicarme con ellos a niveles que podían aceptar. Aprendí qué es lo que la sociedad valora más. Era capaz de hacer mi trabajo de vendedora anteponiendo los intereses de los demás. También pude mejorar en cuanto a mis habilidades de comunicación.

En el pasado existía una brecha entre la gente común y yo. Menospreciaba a los demás e intentaba rehuir las cosas malas de la sociedad, así que me volví reacia a hablar con la gente común.

Después de trabajar un tiempo en las ventas, cuando me cruzaba con mis amigos encontraba temas sobre los que hablar, y llegué a comprender mejor de lo que hablaban y lo que les importaba.

Al final comprendí que la cultivación era muy seria, pero que al clarificar la verdad no tenía por que ser demasiado seria. Uno también podía salvar a la gente durante una conversación animada, siempre que mantuviera pensamientos rectos y mostrara consideración hacia los demás.

La importancia de la publicidad

El año pasado me invitaron a un acontecimiento importante durante la promoción de Shen Yun. Vi claramente que el Maestro lo arregló para que pudiera contactar a gente de la alta sociedad.

Sentí mucha presión. Me preocupaba que mi vestuario no fuera el correcto, que mi maquillaje no fuera adecuado, o como debía comportarme. Nuestros modales, los convencionalismos sociales, y la forma de acicalarnos se debían adaptar a este tipo de ambiente.

La gente que pertenece a estos círculos siempre está hablando sobre como ganar más dinero, sobre los mejores sitios a los que viajar, y otras cosas de este tipo. También andan siempre a la caza de fama.

No podía compararse con el estado altruista de un practicante de Falun Dafa, pero como obtenían buenos resultados en la sociedad, eran muy aceptados. Creo que los practicantes podemos tener un impacto mayor si cuidamos nuestra apariencia y desarrollamos mejores estrategias. Atesoré cada reunión con estas personas y así pude aprender mucho. Adopté lo que había aprendido a través de esas experiencias y lo incorporé a mis conocimientos cuando aclara de la verdad.

Promocionando Shen Yun

Asistí a mi primer intercambio de experiencias en mayo de este año. Se celebró en Nueva York. Algunos compañeros practicantes compartían sus experiencias sobre la promoción de Shen Yun. En algunas ciudades solo había cinco practicantes pero vendieron todas las entradas. ¿Cómo lo hicieron? Haciendo publicidad de una forma muy profesional.

El Maestro nos enseñó:

“Si realmente al salir una publicidad, ya viene la gente, les digo a todos, yo ya no les diría que promocionen la venta de las entradas”. ( 20 años enseñando el Fa )

Antes, mi entendimiento era que necesitábamos poner más esfuerzo en la promoción de Shen Yun, y no tanto en como se realizaba. Pero después de la conferencia del Fa, me iluminé a que teníamos que hacer nuestros anuncios más profesionales y más interesantes.

Quise mejorar mis técnicas de marketing y le pedí ayuda a los compañeros practicantes. Compartieron conmigo como diseñan cuidadosamente cada publicidad. Cada anuncio podía llegar a revisarse y sufrir más de cien modificaciones. Lo que contribuía a que alcanzara los estándares profesionales de marketing no era una cuestión de talento, sino la cuestión de tomar en serio la responsabilidad de ser practicantes de Falun Dafa.

A prueba de tentaciones

Quería aislarme de la sociedad, pero fui impulsada a trabajar junto a la gente común y a aprender marketing dirigido al consumidor. Aprendí a salvar a la gente mientras comprendía sus apegos.

No me gustaba hablar sobre comida, bebida o cosas que hacer cuando tenía tiempo libre, todo eso son cosas que interfieren en la cultivación. Había momentos en los que era arrastrada hacia abajo por las tentaciones materiales y empezaba a disfrutar de la vida. Olvidaba por qué me cultivaba y cual era el propósito de mi vida. Entonces, tenía que despertar poco a poco. Éste era un proceso doloroso.

Mi camino de cultivación ha sido muy difícil. Aunque parecía fácil de superar, en realidad, la tentación de las ganancias materiales era una prueba enorme.

Espero poder mantenerme firme y fortalecer mi voluntad para cultivarme y hacer progresos hasta convertirme en una representante comercial más profesional.