(Minghui.org) Habiendo soportado ocho años de prisión y torturas brutales a causa de su creencia en Falun Gong. El practicante de Hubei, Feng Feng, fue puesto en libertad de la prisión Fanjiatai este 5 de julio.

“Fui rutinariamente golpeado, insultado, privado del sueño y obligado a permanecer de pie o sentado en un pequeño banquito durante largos períodos o días enteros. En Fanjiatai, el confinamiento solitario e intensos lavados de cerebro son medios utilizados para forzar a los practicantes de Falun Gong a renunciar a su fe”. Así relató parte de sus experiencias el recientemente liberado nativo de la ciudad de Jingzhou.

Justo antes de ser liberado, por no querer llevar el uniforme de la prisión, fue puesto en confinamiento solitario durante 76 días.

La violencia contra prisioneros de conciencia es algo muy común dentro de las instalaciones penitenciarias de China. El Sr. Feng fue víctima de varios métodos de tortura, donde se incluyen electrocuciones con picanas eléctricas, golpizas, confinamiento solitario, y ser esposado y encadenado en posturas incómodas durante días.

A continuación, el recuento del propio Sr. Feng de lo que fue su experiencia.

Arrestado por mis creencias

Comencé a practicar Falun Gong en 2004, después de ser testigo del beneficio que trajo a mis padres. En poco tiempo recuperé mi salud y me deshice de muchos malos hábitos. Me volví honesto y considerado, y tomé una perspectiva de la vida completamente nueva.

Sin embargo, mi nueva espiritualidad recientemente encontrada atrajo la atención de las autoridades locales. Fui secuestrado de mi hogar en julio de 2008 y sentenciado a ocho años de prisión a pesar de los esfuerzos de mi abogado. Más tarde la decisión fue avalada por una corte de nivel superior.

La única forma de describir mis días en la prisión Fanjiatai es diciendo que se trata del infierno en la tierra. Las torturas y los agravios que sufrí otros no podrían imaginárselo, pero es lo que verdaderamente ocurre con los practicantes detenidos en todo momento.

Golpizas y sentadas por largos períodos de tiempo

Fui llevado a la renombrada prisión Fanjiatai en mayo de 2009 y colocado en la división nro. 4, donde estaban detenidos todos los practicantes de Falun Gong. Era vigilado por dos reclusos, que me golpeaban rutinariamente.

Como me rehusé a llevar un prendedor con mi nombre, fui obligado a sentarme en un pequeño banquito durante mucho tiempo todos los días a lo largo del invierno de 2010. El piso de cemento hacía que el frío invernal fuera aún más profundo. Ni siquiera tenía un poco de agua caliente para lavarme al final del día.

Ilustración de tortura: Sentadas por largos períodos de tiempo.

Desde junio de 2011 hasta febrero de 2012, pasé por otra larga ronda de sentadas, que duraban más de 14 h por día, todo porque no respondía a la llamada de formación.

Electrocutado en la boca con picanas eléctricas

Simulación de tortura: Electrocución con picanas eléctricas.

En febrero de 2012, una pocas semanas después de ser transferido a la división nro. 8, el jefe de la división, He Kai, bajo la influencia del alcohol, me golpeó y electrocutó con una picana eléctrica cuando no respondí al llamado de formación. Toda la división, formada por 150 reclusos, fue testigo de la violencia.

Inicié una huelga de hambre como forma de protesta y fui llevado al hospital donde al tercer día me suministraron cuatro fluidos. Después de saltearme 19 comidas, el instructor político, Fan Junru, me prometió que no iba a dejar que eso vuelva a pasar.

Sin embargo, rompió su promesa unos meses después. En un intento por hacerme renunciar a mis creencias en el mes de abril, He Kai me esposó y me llevó a una pequeña oficina, donde me empujó al suelo y me electrocutó durante el menos una hora y media. El dolor fue insoportable.

Confinamiento solitario

Cuando He Kai finalmente se detuvo, le pedí si podía usar el baño y traté de escapar. Me siguió, y con la ayuda de otro guardia, me capturó y me encerró en una pequeña celda de solo 5 metros cuadrados. Contra de una pared había un bloque de cemento con una tabla de madera encima a modo de cama y una cacerola en una esquina donde pude evacuar.

Mis pies estaban encadenados y mis manos fueron esposadas separadas a los lados de la cama, y quedé sentado en la tabla de madera sin poder moverme mucho. Los grilletes en mis pies estaban ajustados a la cama mediante una cerradura. Siempre que movía las manos, las esposas cortaban mis muñecas causándome un dolor intenso. Fui mantenido en esa posición durante tres días y un total de 15 días en confinamiento solitario.

Representación de tortura: Esposado y encadenado.

Sangre en mi orina

Una noche de mayo fui llamado a la oficina de la división. He Kai golpeó mi espalda con dos porras al mismo tiempo y me dejó cubierto de heridas. Grité por ayuda y desperté a los internos del edificio. En un momento me las ingenié para quitarle las porras, pero no le devolví los golpes. En su lugar se las di al guardia Yu Hongwei, que acababa de despertarse.

Solo unos días después ocurrió otra ronda de golpizas en la sala de trabajo de la división. He Kai me golpeó y continuó pateándome en la espalda cuando caí al suelo. Más tarde encontré sangre en mi orina.

Esposado y encadenado por varios días

Para finales de mayo fui llevado de vuelta a una pequeña celda. Me esposaron y encadenaron, permanecí inmóvil durante siete días seguidos. Antes de que esto ocurra no me dejaron dormir durante dos días.

Mis muñecas tenían cortes profundos para el sexto día, pero a los guardias no les importaba. Las esposas irritaban las heridas ya infectadas, de las cuales salía pus. Al día de hoy todavía siento mis dedos adormecidos, después de cuatro años, y las cicatrices en mi muñeca todavía son visibles.

A finales de mayo hace mucho calor, y la circulación de aire en esas pequeñas celdas era terrible. Los mosquitos casi me comieron vivo.

“Te pareces a Jesús”

A finales de junio, He Kai me sacó de la celda. Me golpeó tan pronto como volvimos a nuestra división. Esposó mis manos por separado a las esquinas superiores de una puerta, dejando mi cuerpo suspendido y burlándose: “Te pareces a Jesús”

Recreación de tortura: “La gran colgada”.

En una ocasión me colgaron de dos ventanas del pasillo, con los brazos separados y dos pesados letreros de madera colgados del cuello. Dos internos me monitorearon y me forzaron a permanecer de pie toda la noche. Los carteles hicieron tanta presión sobre mis hombros y cuello que me dejaron con heridas permanentes.

Sustancia desconocida

Una tarde de julio, He Kai vino hasta mí y me dijo: “Contigo he probado todo, pero nada ha funcionado. Voy a hacer que te vuelvas un psicópata”. Con la ayuda del médico de la prisión y de cinco internos, introdujo en mi garganta un puñado de pastillas blancas.

Golpeado repetidamente

He Kai me contó una vez que él había sido el guardia más vicioso de todos los más de 500 guardias de la prisión Fanjiatai. Sin embargo, todos sus intentos por hacerme renunciar a mis creencias fallaron. Me estaban por transferir fuera de la división. Cada vez que me veía antes de ser transferido, me golpeaba. Justo antes de que me llevaran, me golpeó hasta que quedé cubierto de heridas y tuvieron que llevarme al hospital de la prisión.

Privación del sueño

El maltrato que me daban no se detuvo porque fuera hospitalizado. El personal médico y los guardias decidieron dejarme dormir solo de las 2 a.m. a las 6 a.m., y las 20 horas restantes del día las pasaba parado. Cuatro internos tomaban turnos para vigilarme. Estuve en el hospital por diez meses, desde agosto de 2012 hasta mayo de 2013.

Recreación de tortura: Golpiza con papel enrollado.

Fui llevado a la oficina del instructor político Chan Zhenmins, después de que regresó de vacaciones. Mientras un interno sostenía una de mis manos, Chen me abofeteó hasta que sus manos empezaron a dolerle. Luego enrolló una revista y me golpeó en la cara con esta, causándome hemorragia nasal.

Chen cambió mi cronograma de actividades de manera que solo pudiera dormir de las 4 a.m. a las 6 a.m. Luego, volvió a cambiarlo quitándome una hora más de sueño, de 5 a.m. a 6 a.m. Estaba tan cansado que no podía permanecer parado, pero no se me permitía tomar asiento, solo tumbarme en el suelo. La privación del sueño y permanecer de pie durante más de 20 horas por día duró todo un mes, hasta que finalmente me di por vencido.

Más tarde descubrí que el guardia Zhou había dado instrucciones a los jefes de división, guardias y reclusos, para que vigilen a los practicantes de Falun Gong y que hicieran todo lo que pudieran para que renunciaran a su fe. Zhou deseaba una tasa de transformación del 100%.

Privación de uso de sanitarios

Cuando fui liberado del hospital y transferido a la división nro. 1, a finales de mayo de 2013, me negué a realizar trabajo forzado y no informé de cada movimiento que realizaba a los internos que me vigilaban como se me había pedido. Tenía prohibido usar el baño en la mañana antes del almuerzo, y en la tarde antes de la cena. Se me hizo permanecer de pie por largos períodos de tiempo y desarrollé muchos bultos en las piernas.

No participaba de las llamadas de formación y no me acuclillaba como me fue ordenado en 2004, fui empujado al suelo y golpeado.

El guardia Huang Hai y el recluso Liu Jun me golpearon en el verano de 2015, porque me negué a realizar trabajo forzado. Más tarde Huang se disculpó.

En abril de 2016, por no ponerme el uniforme de la prisión, fui puesto en confinamiento solitario por 76 días. No pude lavarme los dientes ni tomar una ducha en 55 días.