(Minghui.org) El Sr. Song Anyu, practicante de Falun Gong de la ciudad de Harbin, provincia de Heilongjiang, fue liberado en abril de 2016, después de estar encarcelado durante 14 años. Estuvo encarcelado múltiples veces desde que el partido comunista inició la persecución en 1999, y fue torturado todo el tiempo

Suspendido en el aire con las manos detrás de la espalda

Ilustración de la tortura: suspendido en el aire con ambas manos atadas detrás.

Cuando el PCCh inició la persecución a Falun Gong el 20 de julio de 1999, Song Anyu fue al gobierno provincial para apelar por Falun Gong. Estuvo detenido en un estadio con muchos practicantes hasta tarde esa noche. Aquella vez tenía 31 años.

El Sr. Song fue arrestado el 8 de septiembre de 2000 por repartir materiales informativos sobre Falun Gong y la persecución. Oficiales de policía registraron su casa y confiscaron sus libros de Falun Gong, dos grabadoras y muchos casetes. Luego fue llevado a la comisaría de Minhanglu de la ciudad de Qiqihar.

Esposaron sus manos detrás de la espalda y lo colgaron de un caño dejando que sus dedos de los pies apenas rocen el suelo. Lo golpearon por dos horas con una tabla de madera. Él sintió como si sus costillas se hubieran abierto, y todo su cuerpo estaba adormecido.

Esa noche lo llevaron al centro de detención Nro. 1 de Qiqihar. Dos días después, fue interrogado y colgado de nuevo durante dos horas más. Como resultado, no podía ni siquiera levantar un tazón de arroz con sus manos. Las cicatrices en sus muñecas quedaron visibles durante un año. Hoy, todavía no puede tocarse la espalda con las manos.

Fue detenido por dos meses en el centro de detención Qiqihar, y luego transferido al centro de detención del distrito de Nangang en la ciudad de Harbin, por otro mes más.

Oficiales de policía frotan sus botas en su rodilla rota

En abril de 2002 estaba visitando un practicante en su casa, cuando policías rodearon el edificio. El Sr. Song saltó del 5.° piso y se rompió varios huesos en sus piernas y pies. Se destrozó la rótula, y lo llevaron al hospital para hacerle un examen de rayos X. A pesar de que los policías sabían que estaba severamente herido, se lo llevaron a la comisaría de Beijuzhai donde lo interrogaron.

Cuatro policías le sostuvieron sus piernas y brazos. Le pusieron un cigarrillo prendido en la nariz. Uno de los policías frotó sus botas contra su rodilla rota de un lado a otro, mientras gritaba “soy un carnicero, soy un asesino”. El dolor de esta tortura fue insoportable para Song.

Representación de la tortura “inhalando humo”.

Luego fue llevado a la división de la policía criminal del distrito de Tiefeng para ser interrogado. Allí le conectaron sus pulgares a una línea telefónica y usaron el teléfono para aplicarle descargas eléctricas.

Ilustración de la tortura “descargas eléctricas con cables de teléfono”.

Después lo ataron a una silla de metal. Colocaron sus piernas en un banco, y le esposaron las manos detrás de la espalda por los huecos del respaldo de la silla. Quedó atado así por siete días con apenas algo de comida y agua por día.

Luego fue llevado al hospital de Xinsheng (ahora se llama hospital de la prisión de Tailai). En la rodilla derecha fracturada, le colocaron alambres para mantener los huesos juntos. Un mes después lo volvieron a llevar al centro de detención de Qiqihar.

Debido a las torturas no podía cuidarse solo y apenas se podía dar vueltas en la cama. De alguna manera el alambre en su rodilla se salió y le perforó el pantalón. Recién después de medio año le quitaron los alambres, cuando lo llevaron a la prisión de Tailai.

13 años sufriendo en prisión

Estuvo detenido por un año antes de ser sentenciado a 14 años en prisión. La sentencia fue porque él tenía un sitio donde producía materiales impresos. El 25 de abril de 2003 lo llevaron a la prisión de Tailai.

Durante los primeros cuatro años en prisión, no podía acuclillarse y solo podía estar parado por unos minutos. Otros reclusos de la prisión tenían asignado vigilarlo constantemente.

En 2010, fue forzado a quedarse parado con las esposas y cadenas por negarse a escribir una declaración en la cual prometía no practicar más Falun Gong. Debido a su rodilla herida, no podía estar parado mucho tiempo. Entonces lo hicieron sentarse en el piso de cemento.  Para evitar que se durmiera ocho reclusos lo vigilaban día y noche. Sun Guoyu, jefe del pabellón Nro. 17, hacía que los reclusos lo atormentaran.

El Sr. Song sufrió 13 años en prisión y uno en el centro de detención. A pesar de que está de nuevo en su casa, tiene muchas dificultades, físicas y financieras. Actualmente, una gran cantidad de practicantes de Falun Gong están detenidos en la prisión de Tailai, y la persecución a los practicantes continúa.