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Un científico encuentra un camino espiritual

Oct. 10, 2016

(Minghui.org) La revista The Atlantic Monthly tiene una columna en su sitio web, titulado "¿Cuál fue su mayor elección religiosa?". Se invita a los lectores a compartir sus historias personales y reflexiones. Un biólogo canadiense cuenta su experiencia al encontrarse con una enfermedad rara, luego conocer a Falun Dafa y vivir un despertar espiritual.

A continuación se muestra un extracto de su experiencia publicada en The Atlantic Monthly:

"Entré en mi camino espiritual de la manera más inesperada.

Crecí como católico, aunque en realidad sólo en el sentido más básico de la palabra. Al principio traté de ser un católico decente, fui monaguillo, pero me encontré con lo que vi; demasiada hipocresía en la iglesia (sin necesidad de poner detalles aquí) por lo cual me declaré agnóstico con orgullo en mi adolescencia. Empecé a ver la religión como una herramienta de las personas poderosas, para subyugar a las masas.

Decidí que la ciencia sería suficiente como visión del mundo, un paradigma. Incursioné un poco en el Tai Chi Taoísta, pero únicamente con fines de relajación.

Estudié para ser un biólogo, con especial interés por la ecología, evolución y conservación. Me imaginaba siendo profesor. Las cosas iban bien. Fui bendecido con unas generosas becas de investigación. Hice excelentes contactos en mis áreas de interés, creado grandes colaboraciones, encontré sitios de campo ideales. Lo que realmente me interesaba era modelos no-darwinianos de la evolución. Para mis estudios de doctorado, hice mi tema de investigación en Madagascar para estudiar aparente hibridación entre diferentes especies de lémur.

Al regresar del campo, me empecé a sentir débil, deprimido, y después de algún tiempo, mi capacidad para hacer cosas simples se fue degenerando progresivamente. Trabajar con herramientas de micro laboratorio se hizo cada vez más laborioso y difícil. Pensé que estaba sobrecargado, pero ninguna cantidad de descanso ayudaba.

Un día, corriendo para alcanzar un poste de luz, mis piernas dejaron de funcionar correctamente, y apenas lograron llegar hasta el otro lado. Me atendí en el hospital universitario.

Me diagnosticaron síndrome de Guillain Barré. Mi sistema inmunológico estaba atacando a mi sistema nervioso periférico y estaba perdiendo poco a poco el control. Después de haber encontrado un trastorno neurológico poco frecuente, los médicos mantuvieron el envío de internos y residentes para mí, para así intentar un diagnóstico. No me estaba poniendo mejor o peor, pero no había ningún tratamiento conocido. El día que me atendí en el hospital, también descubrí que tenía una infección de un gusano parásito, y más tarde, mononucleosis. Básicamente, mi cuerpo era un pan tostado.

Los siguientes seis meses fueron muy difíciles. Vi como mi carrera se desintegraba. Las asociaciones académicas que había desarrollado se evaporaron, y ya no podía enseñar con eficacia. Mi relación romántica ya inestable empeoró aún más.

Volví a mi ciudad natal, donde mi madre me animó a probar "terapias alternativas". Lo hice, pero ninguna fue efectiva. Así que volví a mi ciudad universitaria. Allí, en una cafetería llena de humo, me encontré con un conocido que había explorado numerosas disciplinas orientales. Me dio un DVD, diciendo que era lo que lo ayudó a recuperarse de síndrome de fatiga crónica, que había experimentado algunos años atrás.

Nunca olvidaré cuando vi ese video por primera vez. Fue un vídeo que presenta los ejercicios y la meditación de Falun Gong, un estilo de yoga chino arraigado en los principios budistas, también conocido como Falun Dafa. Después de media hora de tratar de imitar los ejercicios de movimiento lento en el video, me empecé a sentir mejor por primera vez que pueda recordar. Fue realmente una sensación indescriptible, mi corazón, cuerpo y mente estaban todos cantando.

Leí un libro de introducción a las enseñanzas de Falun Gong, aunque muchas de las referencias de qigong y las tradiciones populares chinas eran en un principio difícil de entender para mí. Todo lo que sabía era que, aprendiendo estos ejercicios días tras día, me estaba sintiendo mejor. En un momento, me di cuenta de que mis reflejos habían regresado (pérdida de reflejo es un síntoma común del síndrome de Guillain Barré).

Algunos meses después, fui para un chequeo con mi neurólogo. Nunca olvidaré sus palabras: "En hora buena. Usted está en remisión completa. No tengo ninguna explicación, pero siga haciendo lo que está haciendo”. Lo hice, y realmente no miré hacia atrás. Sin embargo había algunos efectos secundarios curiosos. Luego de una semana de haber comenzado, empecé a odiar el sabor de los cigarrillos. Nunca fui un fumador empedernido, pero me gustaba mucho el aspecto social, y era asiduo. Algún tiempo después, experimenté lo mismo con el alcohol. Da la casualidad que estos dos estados se describen en el libro principal de Falun Gong de las enseñanzas, Zhuan Falun. Como enseñanza de la Escuela Buda, Falun Dafa fomenta el abandono de apegos y adicciones no saludables. Me fascinó, porque no era algo que realmente esperaba ni necesariamente quería que sucediera.

Una noche, durante la meditación, experimenté lo que realmente me puso en el camino de Falun Dafa. Tuve la proverbial experiencia de tener un flash de toda mi vida ante mis ojos. Había leído sobre este tipo de cosas, pero es muy difícil de imaginar hasta que lo experimentas. Básicamente, vi viñetas de mi vida, paso a paso, desde una edad temprana. Fue como si estuviera viendo una película, supongo, pero, al mismo tiempo, el tiempo mismo se movía muy rápidamente; Pude ver gran parte de mi vida en cuestión de minutos.

Pero era extraño: Estaba claro que era mi vida, sin embargo, no era de alguna manera cómo lo recordaba - no exactamente. A medio camino, se me ocurrió: Fue mi vida vista a través de los ojos de mi madre. Me voló la cabeza. Lloré durante varias horas.

Mi madre y yo tuvimos una relación complicada. Nos amábamos, queríamos que funcione, pero no pudimos estar en la misma habitación sin tensión durante más de 15 minutos. Con esta experiencia, realmente, por primera vez, la entendí, entendía sus pruebas y tribulaciones, entendí cuáles eran sus dolores y motivaciones.

También sabía cómo arreglar nuestra relación. La próxima vez que estuve de vuelta a casa, pude remediarla en cuestión de 24 horas. No perfectamente, por supuesto, pero la relación se convirtió en algo completamente diferente: totalmente amorosa y respetuosa.

Entonces supe que había encontrado algo intenso y profundo. Con las enseñanzas de Falun Dafa comprendí que la cultivación era un camino de constante deshacerse de los apegos, y de obtener una perspectiva más y más amplia, más tolerante y compasiva del mundo. Aquí lo vi manifestándose en la realidad de mi vida. Inicialmente, fui sanado físicamente, y ahora, vi que era capaz de cambiar los patrones de comportamiento que no creía que tenía el poder de cambiar. Con esto, me decidí a comprometerme con la disciplina.

Es fascinante que muchos de los problemas que había tenido con la religión organizada estén ausentes en Falun Dafa. ¿Recolección de dinero? Prohibido, de acuerdo con una de las pocas reglas estrictas. ¿Jerarquía? Ninguna, sorprendente. Uno sólo puede medir el progreso de uno con las enseñanzas y con uno mismo, no con otros. Tomando los demás como modelos de conducta no es una opción, ni estar imponiendo a otros sobre cómo deben comportarse.

Con el estudio de las enseñanzas, me vi convertirme en alguien más verdadero, compasivo y tolerante día a día. (Verdad, Benevolencia y Tolerancia son los principios fundamentales de Falun Dafa). Había entrado en él siendo cautivado por la curación física, pero lo que he encontrado en el camino fue algo mucho más profundo, una sanación espiritual, y me atrevería a decir, en un sentido, salvación".