(Minghui.org) En la ciudad de Hengchun, el distrito más sureño de Taiwán, rodeado del mar y vastas praderas, hay un grupo de practicantes de Falun Gong muy diligentes. Se juntan cada mañana a las 4 a.m. para comenzar su día haciendo los ejercicios juntos. La Sra Weng Amin y su marido están entre ellos.

La Sra. Weng Amin, practicante de Falun Gong.

La practicante de Falun Gong Weng Amin despertó por el canto de un pájaro

Hace doce años, una amiga le comentó a Amin sobre los beneficios de Falun Gong. Ella animó a su marido a que practicase para ver cómo se sentía él antes de considerar practicarlo ella misma. Su esposo sufría de un problema de hígado y le era difícil despertarse por las mañanas por su mala salud. Pero por alguna extraña razón, a partir de ese día, un pájaro comenzó a posarse sobre su ventana todos los días a las 4 a.m., cantando fuerte y despertándolos. Él comenzó a hacer los ejercicios todas las mañanas y se sintió cómodo y relajado cada vez. Una semana más tarde le contó a Amin: “Esta es una buena práctica. Hagámosla juntos”. Desde entonces, ambos se volvieron practicantes.

De ser analfabeta a leer todos los libros de Falun Gong

Amin tiene más de 70 años y nunca fue a la escuela. No podía leer, y sólo hablaba en taiwanés. Cuando un practicante le sugirió comenzar a leer Zhuan Falun, la principal enseñanza de Falun Gong, se sintió avergonzada de ser analfabeta y rechazó la sugerencia. Esta practicante la animó a comprarse un libro y le dijo que debía estudiar las enseñanzas. “Puedes sentarte con tu marido cuando él lee, y luego puedes seguir la lectura mientras lo escuchas”, le sugirió. Esta practicante los ayudó a leer Zhuan Falun en taiwanés primero. Sin saber cómo, Amin logró leer el libro en taiwanés. Luego, comenzó a leer en mandarín, memorizando cada palabra y pidiendo ayuda a gente cercana. ¡En poco tiempo logró leer el libro entero en mandarín!

“¡El Maestro me enseñó y me permitió leer a esta edad! Realmente atesoro esto”, dijo Amin agradecida.

Marido y mujer van al sitio de práctica cada mañana, llueve o truene, y estudian las enseñanzas todas las noches durante dos horas con un grupo de otros practicantes. Muchos estaban en la misma situación que Amin, de no poder leer a ser capaces de leer todos los libros de la enseñanza de Falun Gong. Todos han vivido cambios increíbles en su salud y carácter.

Mal temperamento erradicado

Antes de practicar, Amin sufría de trastornos ginecológicos, y el dolor la volvía impaciente y de mal temperamento. Sus vecinos y hasta su propio hijo le tenían miedo. Cuando comenzó a practicar y a seguir las enseñanzas de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, comenzó a considerar a otros en cada cosa. Paulatinamente dejó de gritar a todos en la casa. Cuando vieron que Amin y su marido se habían vuelto saludables y que había armonía en la casa, varios de sus vecinos decidieron ser practicantes de Falun Gong.

Dos mil dólares

Después de hacer los ejercicios todas las mañanas, y después de haber hecho todo su trabajo en la granja, Amin limpia casas para ganar dinero extra. Una vez, mientras limpiaba, se encontró 2.000 dólares debajo de un sofá, y los puso bajo el teléfono para que el dueño los encontrase. Cuando el dueño regresó a casa se impactó por su honestidad. Cuando Amin viajó a los Estados Unidos por seis meses, el dueño no estaba contento con el personal de limpieza que contrató en su ausencia. Cuando ella regresó él la contrató nuevamente y le dijo: “Yo quiero contratar a gente confiable como ustedes, practicantes de Falun Gong”.

Ayudar a extraños altruístamente

Amin solía ser muy tímida, pero ahora toma la iniciativa en ayudar a otros. Un día, mientras regresaba a casa en su triciclo, vio a una mujer, que no era del pueblo, cargando mucho equipaje. La mujer parecía estar demasiado agotada como para caminar. Amin se ofreció para cargar el equipaje y empujar el triciclo hasta la estación de tren, y que la mujer se sentara en el asiento. Cuando llegaron a la estación, la familia de la señora se puso muy feliz y le ofrecieron mucho dinero a Amin. Ella no aceptó el dinero y les dijo que simplemente estaba siguiendo las enseñanzas de Falun Gong.

Una vez por semana Amin va a un sitio turístico para hablar sobre Falun Gong y la persecución en China con turistas chinos. Se inventó un slogan que rima de forma graciosa, para captar la atención. La mayoría de los visitantes chinos aceptan sus folletos con una sonrisa.