(Minghui.org) Diez semanas después que una mujer de 45 años de edad murió bajo circunstancias dudosas en un centro de detención, la policía local trasladó su cuerpo de la morgue sin avisar a su familia y lo cremó unas horas después.

La Sra. Sun Xiuju era practicante de Falun Gong de la adea de Tengzhuang, condado de Wucheng, provincia de Shandong. Fue arrestada el 22 de octubre de 2015 después de presentar una querella criminal contra el ex dictador chino Jiang Zemin, por haber iniciado la persecución a Falun Gong.

Sra. Sun Xiuju.

El día antes de su liberación, la citaron a la oficina de la guardia del centro de detención del condado de Wucheng para firmar unos papeles. Varios testigos luego confirmaron que la Sra. Sun, una mujer muy saludable, repentinamente esa noche desarrolló síntomas de paro cardíaco. Murió a las 8 a.m. del día siguiente, 4 de noviembre de 2015.

La familia de la Sra. Sun sospechó que fue asesinada y solicitó una investigación. Sin embargo, el departamento de policía local y el centro de detención, dijeron que murió de causas naturales. Mientras las cosas iban y venían entre la familia y las autoridades, el cuerpo de la Sra. Sun permanecía en el morgue del hospital local.

Mientras tanto, la policía trabajaba para intimidar a los testigos, y que éstos hicieran declaraciones falsas sobre lo que vieron esa noche.   

La familia de la Sra. Sun eventualmente cedió ante las amenazas de la policía a principios de enero y firmó su certificado de defunción, afirmando que su muerte fue natural.

El 13 de enero alrededor de las 9 a.m., la policía llamó al hijo de la Sra. Sun, informándole que estaba programada la cremación del cuerpo de su madre para las 2:30 de esa tarde.

Sorprendido al escuchar eso, el hijo fue inmediatamente al hospital, solo para recibir más noticias desagradables, Li Dongsheng (director del centro de detención del condado de Wucheng) ya había ordenado el traslado del cuerpo al crematorio. Su hijo no estaba seguro de si Li hizo esto antes o después de la llamada telefónica.

Tan pronto como su hijo y dos parientes llegaron al crematorio, fueron rodeados por una decena de policías armados. Cuando el hijo se negó a firmar la documentación de la cremación, la policía lo detuvo. Sin poder hacer nada para cambiar la situación, el joven de 21 años cedió. Sus parientes sacaron fotos de lo que sucedió, pero pronto los forzaron a borrar las fotos.

El hijo de la Sra. Sun ni siquiera recibió las cenizas después de la cremación.