(Minghui.org) Cuando una persona va al hospital para recibir tratamiento, nadie evitaría que regrese diciendo algo como: “No puedes tener más tratamiento”. Los hospitales pueden curar algunas enfermedades, pero mucha gente muere también, porque la medicina moderna es bastante limitada.

Cuando Falun Gong se difundió por primera vez en China, a comienzos de 1990, muchas personas que parecían desesperanzadas por los doctores ganaron una nueva vida al practicar Falun Gong. Siete años después de que el Maestro Li Hongzhi presentara Falun Gong al público, unos 100 millones de personas habían adoptado la práctica.

No obstante, en la persecución a Falun Gong, los policías han obligado a practicantes a renunciar a la práctica. Dicen cosas como: “¡No practiquen más!”. Si obedecen, son enviados de regreso a su casa, si se niegan, serán enviados a la cárcel. Los familiares de muchos practicantes, por miedo, también presionan a los practicantes para que abandonen Falun Gong.

Espero que quienes intenten obligar a los practicantes a dejar de cultivarse, usando agresión física o verbal, despierten pronto.

Prohibir a alguien que practique Falun Gong es equivalente a privarlos de tratamiento médico. Quienes realmente saben qué es Falun Gong nunca le dirían a los practicantes que renuncien. Saben que uno puede beneficiarse con Falun Gong y que los principios de Falun Gong benefician a la sociedad. Si un practicante se cultiva diligentemente, tendrá gran capacidad para ayudar a otros.