(Minghui.org) La Sra. Li Jili gozaba de perfecta salud después de comenzar a practicar Falun Gong, cuando el partido comunista lanzó la represión contra la práctica espiritual de la Escuela Buda en 1999.

La mujer de 63 años de la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei fue arrestada un total de cinco veces en los últimos diez años y sufrió varias formas de abuso. Durante su última detención en 2013, le inyectaron a la fuerza drogas desconocidas que le causaron dolores de cabeza, pérdida de memoria, y visión borrosa.

Al ser liberada, nunca pudo recuperarse de las complicaciones que surgieron de estas drogas. La presión constante para que renunciara a Falun Gong agravó aún más su sufrimiento. Murió el 28 de diciembre de 2015.

Tres arrestos en un año

La Sra. Li fue arrestada primero el 21 de julio de 1999, el día que el régimen comenzó abiertamente la persecución a Falun gong. Estaba en la oficina de apelación provincial de Hubei para pedir justicia cuando se la llevaron bajo custodia. La liberaron tarde ese día.

En diciembre de 1999, fue arrestada por segunda vez, cuando fue a Beijing para apelar por Falun Gong. La enviaron de vuelta a Wuhan, donde estuvo detenida por 15 días.

En menos de dos meses, estaba de nuevo bajo custodia y no fue liberada hasta el verano de 2001.

Privación del sueño en campo de trabajo forzado

A fines de 2007 fue arrestada por cuarta vez después de ser denunciada a la policía mientras hablaba con la gente sobre la persecución a Falun Gong. Desarrolló síntomas de diabetes poco después de ser arrestada por la policía, aun así, un mes después, le dieron un año de trabajo forzado.

Durante su estadía en el campo de trabajo forzado de Hewan, solo le permitieron dormir dos horas por noche. Fue liberada 7 meses después cuando era evidente que estaba en un estado delicado de salud debido a los abusos.

Inyección de drogas desconocidas en el centro de lavado de cerebro

Su último arresto ocurrió en septiembre de 2013, cuando un grupo de policías irrumpió en su departamento y se la llevó al centro de lavado de cerebro de Zhanjiaji.

La Sra. Li fue forzada a leer y mirar materiales difamatorios de Falun Gong. Se mantuvo firme a su fe, pero la hicieron estar parada en una habitación oscura por largos periodos de tiempo.

Los guardias le inyectaron drogas desconocidas en múltiples ocasiones. El potaje que le dieron en el desayuno tenía un sabor extraño y amargo, ella sospechaba que tenía drogas dañinas mezcladas, y le provocó diarrea unas cuantas veces después.

Comenzó a tener dolores de cabeza y pérdida de memoria. Su visión su puso borrosa. Sin poder recuperarse eventualmente murió antes del año nuevo.