(Minghui.org) Aquí hay dos historias sobre gente en China que han renunciado al PCCh y sus organizaciones afiliadas.

Historia 1: “¿Por qué no estaba mi nombre en la lista?”

Vi a mi prima el último mayo. Después que le expliqué cómo Falun Gong está siendo perseguido y le conté sobre la ola de gente renunciando al PCCh, ella felizmente estuvo de acuerdo en renunciar al PCCh y sus organizaciones.

Una semana después, la encontré nuevamente en una feria del mercado. Estaba con su esposo, pero me pidió si la podía alcanzar hasta su casa.

Durante el camino me preguntó: "Te pedí que me ayudaras a renunciar al PCCh. ¿Por qué no vi mi nombre en la lista de nombres de gente renunciando al PCCh? ¿No entregaste mi nombre todavía?". Era verdad que no había presentado la lista de nombres a la web de “La Gran Época”. La lista todavía estaba en casa.

Me preguntaba cómo sabía que su nombre no había sido remitido, y me dijo: “Tuve un sueño anoche y fue muy claro. ¡Los grandes juicios sobre los que hablaste podrían ser verdad!”. Le pregunté: "¿Por qué dices eso?”.

Ella respondió: “En mi sueño vi una gran balanza. Alguien dijo: no tenía miedo y pensaba que mi primo me ayudó a renunciar al PCCh. Le pedí a aquella persona que chequeara mi estado. Él abrió el listado y encontró mi nombre; me dijo: “Dijiste que Falun Dafa es bueno y que no estás más enferma. Pero tu nombre para renunciar no ha sido remitido todavía”.

Así era. Miré a mi prima. Ella antes solía tener una tez grisácea debido a sus largos períodos de enfermedad. Ahora se la veía saludable y con mucha energía. Se la veía saludable y sin enfermedades.

Historia 2: El director de la estación de policía renuncia al PCCh

Hace pocos días salí para contarle a la gente sobre Falun Gong y sobre renunciar al PCCh para que tengan un buen futuro. Encontré un refinado, gentil y bien parecido hombre de unos 40 años.

Caminé hasta él y le comencé a hablar sobre Falun Gong. Él me preguntó: “¿No sabes quién soy?”. Le respondí: “¡Alguien que desea un seguro y sólido futuro!”.

Me dijo: “Estoy a cargo de los arrestos de los practicantes de Falun Gong”. Yo dije: “Entonces, no le tengo que explicar mucho. Por favor dígame qué conoce acerca de nosotros. ¿Son los practicantes de Falun Gong buenas o malas personas?”. Él inmediatamente respondió sin titubeos: “¡Son buenas personas!”.

Le dije: “Por su respuesta sé que usted es buena persona. Una buena persona debería renunciar al PCCh para garantizarse un futuro bueno y seguro”. Él se rió y estuvo de acuerdo, y le elegí un sobrenombre para renunciar al PCCh y sus organizaciones afiliadas.

Me aconsejó que partiera rápidamente y dijo: “¡Presta atención a tu seguridad!”.

Yo estaba feliz por él y dije: “¡Adiós!” con una sonrisa.

Más tarde supe que era el director de la comisaría de nuestro distrito.-