(Minghui.org) El 11 de julio de 2015, dos practicantes de Falun Gong estaban aclarando los hechos a la gente en la calle. Había un observador poco amigable, pero no dejaron que el extraño les impidiera hablar con la gente. Pero una patrulla vino y la policía procedió a revisar sus bolsas.

Los practicantes tenían publicaciones de los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista y DVDs de Shen Yun. Fueron trasladados a la comisaría. Un oficial dijo: “Tomen asiento y descansen”. El oficial que los había estado mirando se retiró. Otro llegó y preguntó: “¿Cuántos años tienen? ¿Dónde viven?”. Al ver los DVDs de Shen Yun preguntó: “¿Qué es esto?”. El practicante respondió: “Un maravilloso espectáculo de artes escénicas en DVD”. La mujer no reveló sus nombres ni direcciones, ni tampoco los oficiales preguntaron más ni documentaron nada. Se retiró en pocos minutos.

Los dos practicantes se sentaron en meditación y enviaron pensamientos rectos. Se sentaron por más de una hora hasta la cena pero nadie les prestó atención. Uno de los practicantes dijo: “Tenemos que ir a casa a cenar”. Nadie respondió. Luego pidieron permiso para usar el sanitario. Un oficial dijo: “No hay aquí dentro, está afuera”. Aparentemente, les estaba dando una pista para que se fueran.

Entonces, los dos practicantes dejaron la comisaría. Regresaron al día siguiente por sus bicicletas.

Muchos policías han dejado de perseguir a los practicantes de Falun Gong y muchos están apoyándolos. Cada vez es más aparente este cambio, ante la tendencia de demandar a Jiang Zemin.