(Minghui.org) La Sra. Wu Shuhua de 68 años, del pueblo de Chaigoubao del condado de Huaian, provincia de Hebei, fue arrestada y detenida en un campo de trabajo forzado varias veces por practicar Falun Gong. Estando en detención le aplicaron descargas eléctricas y la sometieron a otros tipos de tortura.

Arrestada, detenida, y torturada

Después que el partido comunista chino comenzó a perseguir a Falun Gong en julio de 1999, la Sra. Wu fue a Beijing para apelar por su derecho a practicar. Fue arrestada en la plaza Tiananmen el 26 de diciembre de 2000, y llevada de nuevo al condado de Huaian.

Estuvo detenida en un centro de detención por más de diez días y fue liberada después que su familia pagó una multa superior a 1500 yuanes. A partir de esa detención la policía a menudo la hostiga.

La policía intentó arrestarla por segunda vez la noche del 20 de julio de 2002, mientras cenaba con su nieto. Logró escapar por la puerta trasera y se escondió en las colinas detrás de las aldeas mientras la policía la buscaba esa noche.

Para evitar ser arrestada y hostigada dejó su casa y quedó en la calle.

En septiembre de 2002, fue a la casa de su nieta en el condado de Xuanhua, pero su yerno la denunció a la policía. Fue arrestada y enviada de nuevo al condado de Huaian.

La Sra. Wu fue detenida en el centro de detención del condado de Huaian por 45 días antes de servir la sentencia de 3 años en el campo de trabajo forzado de Gaoyang. En ese lugar fue brutalmente torturada.

Le ordenaron que firmara una declaración para garantizar que dejaría de practicar Falun Gong. Cuando se negó, un guardia le golpeó la cara tan fuerte que quedó mareada y le quedó un zumbido en sus oídos. Este guardia también le pateó las piernas y el pecho.

Una noche de invierno, la llevaron afuera, estaba sin abrigo y con ropa liviana. Dos guardias la encadenaron al piso y comenzaron a aplicarle descargas eléctricas con picanas mientras le gritaban que renunciara a Falun Gong. Cuando se negó de nuevo, se turnaron para patearle las piernas, golpearle la cara, y sacudirle la cabeza, pies y manos.

Los guardias la torturaron de 9 p.m. a 5 a.m. Su cara se deformó y quedó irreconocible, y el área alrededor de los tobillos quedó quemada por las descargas eléctricas.

Después fue encerrada en confinamiento solitario y torturada porque aún se negó a renunciar a Falun Gong. Los guardias le golpearon la cabeza contra la pared y le tiraron de los pelos mientras le aplicaban descargas eléctricas con picanas.

Los guardias también la empujaron al piso, le sacaron sus zapatillas y medias, y comenzaron a electrocutar sus manos, pies y cuello.

Una tarde fue llevada a una habitación y esposada a una argolla que había en el piso. Luego le enroscaron cables en los pulgares y los conectaron a la corriente. Se desmayó inmediatamente con la primera descarga.

Los guardias luego amenazaron con ponerle astillas bajo las uñas si seguía negándose a renunciar. Cuando les dijo que prefería morir antes que renunciar a Falun Gong, porque no es incorrecto tratar de ser una buena persona como lo enseña la práctica, dejaron de torturarla.

Trasfondo

Antes que la Sra. Wu comenzara a practicar Falun Gong, tenía muchas enfermedades, entre ellas hepatitis, gastritis, artritis, dolores reumáticos, y neurosis.

No podía pagar por los tratamientos médicos. Su suegro a veces compartía su medicina con ella pero solo le aliviaba el dolor por un rato. Sin embargo, su esposo no la toleraba y la trataba mal.

En marzo de 1997, comenzó a practicar Falun Gong. En su vida diaria trató de seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y pensar en los demás primero. Milagrosamente sus síntomas desaparecieron poco después de comenzar a practicar.