(Minghui.org) Más de 30 jóvenes practicantes de Falun Gong de Alemania, Austria, y Suiza, participaron en la Escuela de Verano de Minghui del 28 de julio al 3 de agosto en Dortmund central, Alemania. Desde los 5 a los 17 años, los pequeños leyeron los libros de Falun Gong, hicieron ejercicios, y también aprendieron danza clásica china y pintura china.

Xiuxiu de 11 años es de Stuttgar, compartió cómo Falun Gong lo convirtió en mejor persona. Un día, él y un amigo vieron 100 euros en el piso. No los levantó y advirtió a su amigo que tampoco lo haga. Pero su amigo los tomó de todos modos, y varios días después sufrió fuertes dolores de cabeza. “Sabía que habría consecuencias si tomaba el dinero que no le pertenecía”, dijo Xiuxiu.

Dos jóvenes practicantes comparten sus experiencias en la Escuela de verano Minghui en Dortmund, Alemania.

Practicar Falun Gong también lo ayudó con las tareas de la escuela. Cuando se mudó, junto a su familia, a Stuttgart tres meses atrás, Xiuxiu descubrió que el plan de estudios era mucho más avanzado que en Berlín. Tenía mucha ansiedad preparando un examen, pero se calmó cuando su madre le aseguró: “Eres practicante de Falun Gong. Las cosas saldrán bien si haces tu mejor esfuerzo”. Le fue bien al día siguiente, obtuvo la nota más alta de su clase.

Cambios positivos

Otros cinco jóvenes practicantes también compartieron cómo mejoraron en el campamento. Elida de 6 años sólo quería comer lo que le gustaba. Snacks y golosinas, pero no comida regular. Otra falla que tenía era que debía ir a dormir con su madre o hermana para poder dormir. En la escuela de verano se hizo consciente de estos apegos y pronto los corrigió. “Shifu también me alentó muchas veces en mis sueños”, dijo.

Con la ayuda de su mamá, Elida de 6 años, cuenta cómo mejoró en la escuela de verano.

Joshua y Eike, dos de los más grandes, pasaban mucho tiempo jugando video juegos. La vida en la escuela los hizo más responsables y respetuosos. Ayudaron a organizar los ensayos y recordaron a otros jóvenes mantener el orden.

Leyendo los libros de Falun Gong y haciendo los ejercicios

Estos jóvenes mejoraron leyendo los libros de Falun Gong y siguiendo las enseñanzas. Leían Zhuan Falun una hora cada mañana y aprendieron a hacerlo con atención plena.

Por la tarde hacían los ejercicios. Una pequeña de 5 años aprendió los cinco ejercicios en dos días. Sarah, de 8 años, pudo hacer la meditación con ambas piernas cruzadas por 55 minutos en su primer intento. Conmovida por los pacíficos movimientos, una señora mayor dijo que estaba muy interesada y regresaría para aprender.

Ejercicios grupales en la escuela de verano de Minghui.

Otro ejemplo fue el de Gabriel de 9 años. Un día tenía dolor de panza durante una clase. Luego de recitar “Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”, se sintió mejor, pero el dolor no se había ido por completo. Al leer los libros de Falun Gong con el grupo por la noche, estaba muy concentrado y el dolor desapareció ese día.