(Minghui.org) Cerca del 20 de julio, que marcaba el 16.° aniversario de la resistencia pacífica de Falun Gong ante la persecución en China, se realizaron manifestaciones pacíficas en todas partes del mundo para condenar la persecución, que llamaron la atención de los medios. Arutz Sheva, uno de los sitios de noticias más importantes en Israel, cubrió la protesta frente a la embajada china en Tel Aviv.

Este artículo, “Desde China a Tel Aviv, los protestantes dicen “No podemos mirar a otro lado””, decía que “durante la manifestación se leyeron testimonios escalofriantes, que daban testimonio de la sustracción de órganos y cómo los cuerpos calientes son enviados al crematorio, a veces cuando la persona está con vida aún”.

El artículo citó al presidente de la Asociación de Falun Dafa (Falun Gong) en Israel, Vadim Berestezky y su explicación de cómo, el 20 de julio de 1999, el entonces líder chino Jiang Zemin, lanzó la persecución a la pacífica práctica espiritual por miedo a su popularidad en ascenso.

Berestezky dijo en el artículo: “[Jiang] alistó al poder de China, incluyendo a la policía, el ejército, el sistema de propaganda, y dio órdenes de eliminarlos físicamente, destruir la reputación de los practicantes de Falun Gong y empobrecerlos económicamente; y decidió que esa tarea tomaría tres meses”.

“Entonces algo pasó que nadie esperaba. El mismo sistema aceitado de destrucción, fracasó. Diez meses pasaron, y luego dos años, y hoy ya van 16 años”.

“De hecho, un Holocausto está teniendo lugar hoy en China”; afirmó el periodista Bellie Beserglick en el evento, según el artículo. “Quien calle esto es también cómplice”.

El artículo también mencionó la reciente ola de demandas contra Jiang Zemin. Desde mayo, más de 130 mil practicantes de Falun Gong han presentado sus demandas penales contra el ex dictador chino.

Según el artículo, Rabbi Haim Cohen se dirigió al gobierno chino diciendo: “El camino de verdad, mediante compasión y tolerancia, es parte de su cultura. Es parte del carácter del pueblo chino”.

“Detengan la persecución, paren la violación de derechos humanos, omitan el odio y la opresión, por la creación de una sociedad basada no sólo en la economía, pero en la felicidad”, dijo Rabbi Cohen.

El artículo además hizo mención del discurso de Berestezky: “Estamos aquí porque no queremos cerrar los ojos. No queremos quedarnos callados. Vinimos aquí porque queremos asumir la responsabilidad por nuestro futuro. No estamos de acuerdo que en este mundo, la gente sea asesinada sólo porque están intentando ser buenas personas”.