(Minghui.org) Cuando me topé con Falun Dafa me sorprendieron los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Supe inmediatamente que se trataba de un método de cultivación genuino que había estado buscando.
Los practicantes fueron perseguidos severamente en las prisiones y campos de trabajo esclavo desde el comienzo de la persecución. Tuve el pensamiento de que yo podría revertir la situación si me metían en prisión. Al poco tiempo, un practicante local fue arrestado. Me vi implicada y también caí en prisión.
En la pared del centro de detención había eslóganes que difamaban a Falun Dafa. Los guardias invitaban a la gente a visitar el centro de detención y me pareció que no sería bueno para ellos leer esas consignas. Entonces envié pensamientos rectos para eliminarlos del centro. Las paredes se humedecieron por condensación y los guardias secaron la superficie hasta que las palabras se borraron. Les dije que ellos habían generado ese problema por haber pintado palabras que difamaban a Dafa, y les conté relatos de personas que recibían retribución por maldecir a Dafa. Dudaron, pero dijeron que no lo volverían a hacer.
Shifu dijo:
“Probablemente recuerden algo que a menudo les he dicho: un Dafa dizi debe considerar primero a otros en todo cuanto hace. Cuando pase algo o cuando surja cualquier situación, aunque sea algo menor, mi primer pensamiento es para los demás, ya que eso se ha hecho natural en mí; pienso primero en los demás”. (Exponiendo el Fa en el Fahui de Boston, 2002)
Uno de los guardias me dijo que harían una reunión para los familiares de practicantes en donde ellos difamarían a Falun Dafa. Organizaron a más de una docena de familiares para que vinieran, y le pidieron a cada uno que hiciera un discurso. Se les ordenó que incluyeran información acerca de cómo los practicantes descuidaban a sus familiares y en especial a los ancianos.
“¿Estás bromeando?”, dije. “Los practicantes han sido arrestados, están en la lista negra, y son forzados a ser indigentes. no pueden cuidar de sus familias ni de sus trabajos en el campo debido a esta persecución”.
No discutí, pero envié pensamientos rectos para prevenir que seres conscientes cometan crímenes contra Dafa.
Se pronosticó un día soleado y harían la reunión al aire libre. Antes de la reunión, el cielo se nubló y comenzaron a soplar fuertes vientos. Decidieron hacer la reunión adentro. Se puso muy oscuro y hubieron truenos y relámpagos. Llovió intensamente y el viento soplaba fuerte.
El viento y la lluvia se volvieron aún más intensos una vez que tres familiares dieron un discurso. Me levanté y dije: “El cielo los está castigando. ¿No se dan cuenta? El cielo está así de enojado. ¿Por qué siguen manteniendo esta reunión?”.
Nadie se volvió a parar para dar otro discurso. Los guardias también estaban asustados por los truenos y relámpagos. Ninguno había vivido antes un clima tan malo. La reunión concluyó abruptamente.
Un guardia me preguntó por qué la lluvia no se detenía.
“Los Cielos están enojados y nos están advirtiendo que no hagamos cosas malas”, le respondí. “Usted aún tiene bondad en su corazón, por eso el Cielo te advirtió. Si ya no fueses bueno, el Cielo te castigaría sin ninguna advertencia. Es bueno que hayas detenido tu mala acción”.
Sin importar qué hayan hecho los guardias, los traté como almas perdidas. Siempre les sonreí, y ninguno fue cruel estando cerca mío.
Mis padres me visitaron a fin de año y me enteré que tenían copias de DVDs de aclaración de la vedad de Dafa. Les dije que quería esos materiales, y les pedí que me los enviasen. Los necesitaba para los guardias.
Al día siguiente hablé con muchos guardias. Disfrutaban de escuchar historias sobre Dafa. Les pregunté si se animaban a ver un DVD de Dafa y leer materiales de Dafa. Les preocupaba meterse en problemas.
“No se preocupen, definitivamente estarán a salvo”, les dije. “Si alguien les pregunta acerca de estos DVDs, pueden simplemente decir que alguien se los dio y que los guardaron en el centro porque no sabían qué hacer con ellos”.
Al líder del equipo le pareció una buena idea. Llamé a mi madre al celular y le pedí que trajese los DVDs y otros materiales de Dafa. En su próxima visita trajo todo. El líder del equipo los chequeó, tomó una copia para él y le entregó el resto a los otros guardias.
Varios días después me preguntaron si los relatos eran verdaderos. Les dije que sí, y estaban conmocionados.
El líder del equipo tuvo miedo, así que pretendió haber entregado los DVDs y materiales al campo de trabajo esclavo, me elogió en una reunión y redujo mi sentencia a dos días.
Faltaba muy poco para el 13 de mayo, el Día Mundial de Falun Dafa, y hablé con otros practicantes sobre llevar a cabo una conferencia de intercambio de experiencias.
A todos nos pareció una buena idea, ya que no trabajábamos el 13 de mayo. Le pedí la llave de la sala de conferencias al líder del equipo y ella me la dio sin dudar.
Más de 50 practicantes fueron a la sala a las 10 a.m. Escribimos Feliz Día Shifu en el medio de la pizarra, y “Falun Dafa es bueno” y “Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno” en los dos costados, todo en inglés.
Hablamos acerca de cómo podríamos validar el Fa mejor en el campo de trabajo forzado, y sobre cómo aquellos de nosotros que no lo habíamos hecho bien y habíamos dañado el Fa firmando declaraciones de difamación bajo presión podíamos compensar nuestras fallas. Tuvimos un buen intercambio y el ambiente fue armonioso.
Durante nuestra conferencia sobre el Fa, vi el Fashen de Shifu sonriéndonos y protegiéndonos. Tal y como dijo Shifu:
“Mis Fashen se sientan en un círculo, y además hay una cobertura por encima del sitio de refinamiento de gong, sobre la cual hay un gran Falun; un gran Fashen cuida el sitio sobre la cobertura”. (Zhuan Falun)
La conferencia duró unos 45 minutos antes de ser reportados a la líder de equipo de turno. Se acercó y nos advirtió que ninguna debería publicitar la conferencia, de otro modo ella sería castigada.
Al año siguiente, justo antes del Día Mundial de Falun Dafa, el campo de trabajo forzado pidió libros que difamaban a Dafa y los dispuso en cada celda para que los presos los leyeran. Fui a cada celda y recolecté los 45 libros en la noche del 12 de mayo y planeé eliminarlos.
Para desecharlos le pedí ayuda a Shifu. Comencé a tener diarrea a medianoche. La persona que me monitoreaba descubrió que yo realmente tenía diarrea, así que ya no me vigiló cuando iba al baño.
Cada vez que fui al baño, llevé varios libros conmigo, los hice trizas y los lancé al inodoro. Eliminé todos los libros en una noche.
A la mañana siguiente el inodoro estaba taponado y las aguas cloacales rebalsaban el corredor. Intenté lo mejor posible por destapar el baño con herramientas y limpié el piso. La líder del equipo me dio grandes elogios en la siguiente junta por haber limpiado el baño y el corredor. Me redujeron la sentencia otros dos días más.
Creo que Shifu ayudó a que esto fuese así debido a mi corazón sincero de no querer que las mentes de la gente fueran envenenadas en contra de Dafa.
Fue así que los 45 libros que difamaban a Dafa desaparecieron. Las prisioneras a cargo de las celdas se aterrorizaron y no reportaron esto a la guardia ni a la líder del equipo. Nadie quiso aceptar la responsabilidad de la desaparición de los libros, así que comenzaron un plan para forzar a las prisioneras a que miren DVDs que difamaban a Dafa.
(Continuará).