(Minghui.org) Dos practicantes de Falun Gong de la provincia de Liaoning recientemente reunieron a más de 80.000 personas que presentaron sus querellas contra Jiang por lanzar la persecución a Falun Gong. A pesar de las dificultades iniciales, lograron el apoyo del jefe de policía local y enviaron sus documentos legales.

Los dos practicantes fueron a la oficina de correo local en la ciudad de Fushen el 10 de julio de 2015, para enviar los documentos legales. Pero el trabajador de la oficina se negó a aceptarlos. Los practicantes señalaron que era su derecho enviar cartas a quienes quisieran y exigieron una explicación.

La oficina postal había recibido directivas de la policía local de no aceptar ningún correo destinado a la fiscalía suprema popular y la corte suprema popular. Los practicantes y el empleado postal fueron a la comisaría local para confirmar esto.

En la comisaría, los practicantes reiteraron que enviar cartas era su derecho como ciudadanos chinos y que era ilegal rechazarlas.

También compartieron que más de 20.000 personas habían llenado las querellas contra Jiang solo en la semana anterior.

Al escuchar a los practicantes explicar sus razones para presentar demandas contra Jiang, y cómo Falun Gong había sido injustamente perseguido en los últimos 16 años, el jefe de policía al final comprendió.

“Envíe sus demandas”, dijo.

Antecedentes

En 1999, Jiang Zemin, como jefe del partido comunista chino, ignoró a otros miembros permanentes del comité del politburó y lanzó la violenta represión a Falun Gong.

La persecución ha llevado a la muerte a muchos practicantes de Falun Gong en los últimos 16 años. Muchos más han sido torturados por su creencia e incluso asesinados por sus órganos. Jiang Zemin es directamente responsable por el comienzo y continuidad de la brutal persecución.

Bajo su dirección personal, el partido comunista chino estableció un órgano ilegal de seguridad, la “oficina 610”, el 10 de junio de 1999. La organización ignora las fuerzas policiales y el sistema judicial al llevar adelante las directivas sobre Falun Gong: arruinar su reputación, cortar sus recursos financieros, y destruirlos físicamente.

La ley china permite a los ciudadanos ser demandantes en causas penales, y muchos practicantes están ahora ejerciendo ese derecho presentando demandas penales contra el ex dictador.