(Minghui.org) El Sr. Zou Yunzhu de la ciudad de Guang’an, provincia de Sichuan murió repentinamente el 11 de mayo mientras servía una sentencia de tres años y medio por exponer la persecución de su creencia espiritual, Falun Gong.

Sin realizar ninguna autopsia, la prisión de Jiazhou dijo que el Sr. Zou murió de un “infarto de miocardio”. El granjero no tenía historial de problemas al corazón, y 20 días antes se lo escuchaba bien por teléfono cuando habló con su familia.

Tres años atrás, el practicante de Falun Gong, Xu Langzhou murió repentinamente en la misma prisión. Cerca del tiempo en que murió el Sr. Zou, el profesor Li Yanjun, otro practicante encerrado allí, mostró síntomas de envenenamiento, con los dientes oscuros.

Dado el historial conocido del trato hacia los practicantes en la prisión, la familia del Sr. Zou sospecha de una jugada sucia y cuestiona a las autoridades de la prisión sobre la posibilidad de alguna clase de abuso que haya causado la muerte. Al momento de reportar este artículo, las preguntas hechas por la familia no han obtenido respuesta.

La familia no logra ver al Sr. Zou la última vez

Habiendo padecido de artritis y cáncer de hígado alguna vez, el Sr. Zou se recuperó en solo seis meses después de comenzar a practicar Falun Gong en 1999. Al recobrar una nueva vida, usaba cada oportunidad para decirle a la gente que la persecución a Falun Gong era incorrecta. Como resultado, el 31 de octubre de 2012 lo arrestaron y saquearon su casa.

Sin informar a su familia, la corte local lo sentenció a tres años y medio de prisión. Cuando su familia contrató a un abogado para apelar el veredicto, fueron amenazados por funcionarios de la corte. La corte intermedia local sostuvo el veredicto ilegal y lo sentenció a la prisión de Jiazhou.

El día anterior a la muerte su familia recibió una llamada telefónica de la prisión, notificándoles que lo habían trasladado al hospital para ser tratado de urgencia. Como el 10 de mayo fue domingo, no podían solicitar una visita como dictan las reglas de la prisión. Cuando la prisión los contactó de nuevo a la mañana siguiente, era para avisarles de su muerte.

El 11 de mayo la familia fue apresurada al hospital, solo para encontrar su cuerpo en la morgue. Aunque más tarde lograron ver el cuerpo, nunca vieron un informe ni les dieron respuesta sobre la sospechosa muerte no natural.