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​Las demandas contra Jiang Zemin reflejan un cambio en el clima cósmico

Jul. 14, 2015 |   Por Qing Yuan

(Minghui.org) Una ola de demandas contra el ex líder chino Jiang Zemin comenzaron a realizarse para fines de mayo. Entendí estas demandas como una tendencia celestial anticipando el fin de Jiang, por haber cometido crímenes desafiando la ley penal china, la ley internacional, y la ley celestial.

Las demandas en contra de este cabecilla del mal son una manera pacífica de demostrar los principios de que el bien es recompensado con bien y el mal encuentra retribución. El proceso, en sí mismo, puede hacer que más chinos conozcan la verdad sobre Falun Gong y eliminen sus pensamientos negativos hacia Verdad, Benevolencia, Tolerancia.

Para quienes han participado de la persecución en diferentes niveles gubernamentales y en el sistema judicial, las demandas son otra oportunidad para que conozcan la verdad y hagan la elección más sabia: corregir sus acciones y obtener la salvación.

Nada puede detener la marcha del tiempo. La rectitud prevalecerá. Pero aún somos cultivadores. Los practicantes de Falun Dafa demandan a Jiang para salvar a más gente, esto no tiene nada que ver con participar en política.

Jiang Zemin, la cabeza de los monstruos

Jiang es totalmente ateo. No tiene respeto por el Cielo, la tierra, la voluntad del pueblo ni la ley. Para perpetuar su poder, ha tentado a gente con dinero y sometido con violencia y asesinato. Secuestró a la nación para servir a sus caprichos personales.

Si llaman “monstruo” al general militar Xu Caihou recientemente encarcelado por corrupción, entonces creo que Jiang es la cabeza de todos los monstruos.

En las propias palabras de Jiang: “matar a una persona es como aplastar a una hormiga”.

Por envidia malvada, no pudo tolerar a un grupo de cultivadores rectos y buenos. Difamó a Falun Dafa, etiquetando a los practicantes como miembros de una “secta perversa”. Él mismo ordenó la persecución, a pesar de las objeciones de los otros miembros del liderazgo del partido comunista chino.

Cuando la persecución encontró la resistencia de millones de practicantes de Falun Dafa y oficiales que simpatizaban con la práctica, Jiang armó la “auto-inmolación en la Plaza Tiananmen”, culpando a Falun Gong, y presionando al estado para que accediera a eliminar a Falun Gong.

Su política sobre Falun Gong incluía: “arruinar su reputación, destruirlos financieramente, y eliminarlos físicamente”, y “golpearlos hasta la muerte no es nada, solo declárenlo como suicidio”.

Hasta dijo a sus subordinados que “los practicantes de Falun Gong creen en Verdad, Benevolencia, Tolerancia, y pueden golpearlos sin preocuparse porque no les devolverán el golpe”.

El crimen más horrendo de todos no tiene precedentes en la historia de la humanidad. Jiang y sus cómplices organizaron la sustracción de órganos a los practicantes de Falun Gong, retenidos en campos de trabajo, prisiones, hospitales mentales y otros centros de detención en toda China, y fue implementada por el aparato estatal. Este tráfico de órganos involucra a las fuerzas armadas chinas, sus hospitales y sistema judicial. Miles de practicantes de Falun Gong han sufrido sustracción de órganos, los cuales han sido removidos mientras se encontraban vivos o como forma de ejecución.

Jiang es, sin duda alguna, un monstruo.

Jiang Zemin, el peor traidor

Como presidente de China, Jiang regaló el territorio de China, un área disputada de 40 veces el tamaño de Taiwán, para ganar el apoyo de Rusia.

Alentó a los funcionarios del gobierno a involucrarse en corrupción y aceptar coimas para que lo apoyaran y lo ayudaran a mantener su poder.

La familia de Jiang se ha apoderado de miles de millones de yuanes de activos del país. Luego, transfirió grandes cantidades de su dinero sucio a bancos extranjeros.

Como no estaba dispuesto a abandonar su poder, organizó un golpe para obligar a su sucesor a “donarle” el puesto de jefe de las fuerzas armadas. Continuó interfiriendo con las políticas nacionales desde su posición militar en la década siguiente.

Jiang Zemin, el criminal principal

En lugar de gobernar a China con la ley, Jiang implementó un sistema para gobernar el país bajo sus órdenes personales. Ordenó establecer una oficina especial en cada nivel gubernamental para perseguir a Falun Gong, llamada oficina 610. La oficina 610 tiene poder sobre todos los otros organismos del sistema judicial chino.

La banda de matones de la ilegal oficina 610 ha arrestado, encarcelado, y torturado a millones de practicantes de Falun Gong. Se han usado más de cien tipos de forma de tortura, como golpizas, descargas con picana eléctricas, quemaduras, abuso sexual, envenenamiento de practicantes y muchos más.

Para mantener la represión a Falun Gong, cada año, Jiang utilizó grandes cantidades de dinero del producto bruto interno de China, una suma no menor al presupuesto de las fuerzas armadas, porque estaba librando una guerra contra su propio pueblo.

Según mis cálculos, Jiang Zemin, al menos, ha cometido los siguientes crímenes: homicidio, agresión, tortura, sustracción y tráfico de órganos, detención ilegal, allanamiento ilegal, violación de la propiedad, delitos de trabajo forzado y calumnias e injurias.