(Minghui.org) Una de nuestras compañeras practicantes se encuentra en sus 70 años. Muchas personas, incluyendo funcionarios, aprendieron la verdad sobre Falun Dafa gracias a ella; y ellos a su vez, les contaron a otros.

Aprovechando cada oportunidad

En 2007 el techo de esta practicante necesitaba ser reparado. Su marido recurrió al Sr. Zhao, un contratista de la zona rural quién empleó a dos aprendices. Mientras trabajaban en el techo, ella les aclaró la verdad sobre Falun Dafa.

Les dijo que Dafa enseña a las personas a seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y a ser buenas. “Practicar Falun Dafa beneficia a todos”, dijo ella, “y hay practicantes en más de 100 países”.

Les contó cómo el partido comunista chino (PCCh) es responsable de la muerte de 80 millones de chinos inocentes. No solo eso, también les dijo que es responsable de la sustracción de órganos a practicantes vivos de Falun Dafa por dinero.

Luego les explicó por qué deberían renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas.

Ellos dijeron: “Entendemos lo que nos dijo y le creemos. Ahora nos damos cuenta de que los practicantes son buenas personas”.

“Hemos trabajado para muchas personas, pero solo usted nos mostró respeto. Nos dio algo para beber y preparó comida para nosotros. Renunciaremos al PCCh”.

Antes de que se fueran, les pidió que hablaran a sus familiares sobre Falun Dafa y que los animaran a renunciar al PCCh. Dijeron que definitivamente lo harían.

Siempre que el Sr. Zhang volvía por trabajo, traía nuevos aprendices, así que podían oír la verdad sobre Dafa. Ellos, a cambio, compartían con otros la información.

No se necesita ser practicante para hablar sobre Dafa

La cloaca de la casa de otro practicante necesitó vaciarse en 2010, y su familia buscó la ayuda de un contratista. El practicante lo trató con respeto y le hablo sobre Falun Dafa. El contratista creyó cada palabra y las compartió con su esposa.

Ésta a su vez lo compartió con otros durante las compras diarias o siempre que se le presentaba la oportunidad. Les dijo a las personas que Falun Dafa es bueno y que quienes lo practican son buenas personas. Como consecuencia fue denunciada a la policía y llevada a una comisaría.

El contratista tuvo que enviarla de regreso a su ciudad natal al nordeste de China. Mientras subía al tren ella dijo: “Les contaré a todos en nuestra ciudad sobre Dafa. Diré que Falun Dafa es bueno y que los practicantes son buenas personas sin importar a donde vaya”.