(Minghui.org) Cuando la persecución a Falun Gong comenzó en 1999, la mayoría de los chinos, incluso los amigos de los practicantes, fueron engañados por la propaganda maliciosa del PCCh o tenía miedo de apoyar a Falun Gong. Sin embargo, en tiempos recientes, muchos amigos y ex colegas han llegado a entender los hechos de Falun Gong y la persecución, y se ofrecen para ayudar o brindar apoyo.

Dueño de fotocopiadora ofrece asistencia

Nuestro sitio de producción de materiales fue destruido en el 2001, lo cual derivó en tener que hacer las copias en una fotocopiadora.

La dueña dijo: “No me atrevo a hacer copias para ti. El buró de seguridad pública me instruyó que no imprima materiales de Falun Gong. No solo eso, también tenemos que denunciar a los practicantes”.

“Esa instrucción fue pasada hace mucho tiempo. ¿Acaso no imprimo siempre aquí? Usted está ganando dinero con la impresión. Al mismo tiempo, recibirá bendiciones porque ayudó a los practicantes”, le respondí.

Le conté sobre algunas de mis experiencias de cultivación y la persecución a Falun Gong. Finalmente, me pidió que no dijera el nombre de la tienda si era arrestada. La calmé diciéndole que hacía poco me habían liberado y que mi cuñado, quien tenía el sitio de producción de materiales, estuvo detenido tres meses. A pesar de esto, nadie del buró de seguridad pública vino a verlo. Pronto aceptó imprimir los materiales.

Volvimos a establecer nuestro sitio de producción de materiales y dejamos de usar sus servicios. Sin embargo, necesitábamos una copia de un informe médico anual y lo hicimos en su tienda. Me preguntó por qué dejamos de ir, le contesté que habíamos logrado establecer nuestro propio sitio de producción y le agradecí por su ayuda.

Ella contestó: “Debo agradecerle. Verdaderamente he sido bendecida. Mi esposo y tres de sus colegas tuvieron un accidente. Sus colegas se lastimaron gravemente pero mi esposo no. Él cree que fuimos bendecidos porque ayudamos a Falun Gong. Mis niños también han sido bendecidos. Muchas gracias”.

“Váyase rápido”

Desde de ser liberada de prisión, en mi camino al trabajo, le materiales de Falun Gong a un cartero, que en realidad era un policía de civil. Esa persona miró los materiales y dijo que era del buró de seguridad pública. Le dije que leyera los materiales. Me pidió que lo acompañara, me agarró el brazo, y comenzó a llamar por teléfono.

Escuché que les pedía a sus colegas que vinieran a arrestarme. Le pedí ayuda a Shifu, con un pensamiento recto de que no debo estar en un centro de detención para poder hablar con la gente sobre la persecución.

En ese momento, pasó un hombre que yo conocía. Él miró al hombre que me estaba agarrando y me preguntó: “¿Qué has hecho esta vez hermana?” El oficial de civil me soltó sorprendido y dijo: “¿Hermana? Me dio esto”. Ese hombre, que debe haber sido un superior, me dijo “váyase rápido”.

Honrando Falun Gong

Una vez fui a una cena de casamiento, y un ex colega que ahora tiene un negocio también estaba allí. Le di una copia de Los Nueve Comentarios y él decidió renunciar al PCCh. En la cena sugirió que todos levantaran sus copas y dijeran “Falun Dafa es bueno”. Las 14 personas presentes lo dijeron con entusiasmo.

Había más de cien personas en el restaurante, y pronto el tema de Falun Gong se hablaba en todo el lugar. Aproveché esta oportunidad para repartir el material que tenía conmigo.