(Minghui.org) Verter agua caliente en los pies como método de tortura se ha visto ocasionalmente en películas de ciencia ficción en China, como en la historia Bandidos del Pantano, pero no se había documentado en la vida real. Durante la persecución a Falun Gong en China, los funcionarios emplearon este método, junto a otras formas de tortura física y mental, con el objetivo de destruir la creencia de los practicantes.

Muchos reportes de dicha tortura se encuentran en las noticias de Minghui, incluyendo verter agua hirviendo sobre los pies, sumergir pies en agua hirviendo, y arrojar agua caliente luego de frío extremo sobre las heridas.

Agua hirviendo sobre los pies

El Sr. Li Kun, 60 años, estuvo detenido en la prisión de Yangjiang en la provincia de Guandong. El guardia Zeng Jianxing ordenaba a los internos que lo llevaran, junto a otros practicantes, a una celda que no tenía cámara de seguridad, para torturarlos. Además de verterles agua hirviendo sobre los pies, los guardias les perforaban los dedos de manos y pies con palillos de escarbadientes, y les tapaban las bocas con trapos empapados en heces.

“Si trabajan duro torturándolos sus condenas serán reducidas y podrán ir más rápido a casa”, dijo el guardia Zeng a los internos, “y no se preocupen por los practicantes que estén viejos o enfermos, si mueren, sus muertes serán atribuidas a su edad o una enfermedad”.

Torturas similares sufrió el Sr. Gong Enrong, practicante de la ciudad de Gaizhou, provincia de Liaoning. Fue condenado a 4 años y medio de prisión y trasladado en la prisión de Xihu en julio de 2008.

Como las torturas físicas no daban resultado, los internos lo llevaron al baño y vertieron agua fría sobre su cuerpo, un balde tras otro. Al ver que el Sr. Gong no estaba dispuesto a ceder, furiosos lo golpearon en el piso, le perforaron el cuerpo con agujas, y siguieron vertiendo agua sobre él; primero fría y luego hirviendo. También le quemaron los pies con cigarrillos.

Al menos seis internos participaron en la tortura. Como resultado, el Sr. Gong quedo gravemente herido, con ruptura de tímpanos, costillas fracturadas y pies quemados. Al conocer el estado del Sr. Gong y sus dos hijos, todos detenidos y torturados por su creencia, su esposa sufrió una crisis nerviosa.

Las mujeres practicantes también sufrieron el mismo destino. La Sra. Han Shuhua, practicante de la ciudad de Dalian, provincia de Liaoning, fue encerrada en una jaula de metal y ataron sus cuatro extremidades a las barras de metal con las piernas separadas. Wan Yalin y otros guardias ordenaron a los internos golpearle los pies con placas de madera, insertaron un palo de madera en su vagina, la sometieron a alimentación forzada con sopa de pimienta, y le vertieron agua caliente en los pies.

Como la Sra. Han perdió su conciencia y ambos pies estaban ampollados, las internas la desataron. Luego la arrastraron por el suelo. Al recuperar  su conciencia por el dolor gritaba fuerte, pero las internas siguieron arrastrándola hasta que todas sus ampollas se rompieron.

Sumergir pies en agua hirviendo

La Sra. Ding Yubin, practicante de Jilin, escribió una vez sobre su experiencia en la cárcel de mujeres de la provincia de Jilin:  “Las internas Li Minghua y Zhao Xinghai obligaron a la Sra. Huang Linhua, practicante de la ciudad de Changchun a sentarse en cuclillas durante dos meses. Sus piernas estaban severamente hinchadas. Las dos internas tomaron un recipiente, agregaron agua hirviendo de grandes termos y una taza de agua de la canilla, y la obligaron a poner los pies dentro. La Sra. Huang lloraba a gritos del dolor, mientras que las dos internas la presionaron dentro y retuvieron allí”.

Los practicantes discapacitados no se libran de la tortura. El Sr. Wang Hongrong fue condenado a 8 años de cárcel y trasladado a la ciudad de Suzhou, provincia de Anhui, en 2005. La tortura intensiva a largo plazo lo dejó con parálisis en la parte inferior del cuerpo. Por orden de los guardias, los internos vertieron agua hirviendo en un recipiente y le pusieron los pies dentro. Los pies del Sr. Wang se hincharon y quemaron de inmediato y se ampollaron unas horas después.


Pies del Sr. Wang ulcerados e hinchados de inmediato, con ampollas, unas horas después.

Heridas por frío y luego agua caliente

Muchos de nosotros sabemos que cuando una persona es herida con frío extremo, no debe tratarse con agua caliente porque puede provocar que las heridas empeoren y el daño sea permanente.

El Sr. Yang Baochun, empleado de la planta textil en la ciudad de Handan, provincia de Hebei, fue enviado al campo de trabajo forzado por practicar Falun Gong. En los días más fríos del invierno del año 2000, los guardias le quitaron la ropa y zapatos, y lo obligaron a pararse descalzo en la nieve por largo tiempo. Luego le pusieron los pies en agua caliente. Como resultado, sus pies quedaron severamente heridos y ulcerados. Su pierna derecha tuvo que ser amputada.

El Sr. Wang Xinchun de la ciudad de Yichun, provincia de Heilongjiang, es otro caso. Cuando repartía materiales de Falun Gong el 8 de enero de 2001, la policía lo vio y lo persiguió. El Sr. Wang Xinchun cayó por accidente al río, y sus pies estaban mojados y congelados. Aún podía caminar cuando lo arrestó la policía dos días después. Luego de golpearlo, pusieron sus piernas lastimadas por el frío en un contendor con agua caliente durante varias horas. Los pies del Sr. Wang Xinchun perdieron sensibilidad, y no podía perderse de pie.

La policía envió al Sr. Wang Xinchun a su casa el 11 de enero por la tarde. Sus pies estaban ampollados e infectados con pus. Se deterioraron día a día, y se los amputaron 10 meses después.


El Sr. Wang pierde sus pies.