(Minghui.org) Representaciones de la sustracción forzada de órganos que llevan a cabo los médicos chinos en los practicantes de Falun Gong y diferentes métodos de tortura que se aplican a los mismos en las prisiones, llamaron la atención de muchos residentes locales de Wellington, la capital de Nueva Zelanda.

La actividad fue parte de un evento que los practicantes hicieron el 28 de marzo de 2015, para generar conciencia por la persecución a la práctica espiritual por parte del régimen comunista chino.

Transeúnte habla con un practicante que le da información.

La gente mirando la representación de la sustracción forzada de órganos y otros métodos de tortura a practicantes de Falun Gong.

A pesar del tiempo inestable, muchos pararon para observar la representación, hablar con los practicantes, y pedir volantes y DVD con información para saber más sobre la brutalidad de la persecución que ya lleva 15 años.

Mucha gente les dijo a los practicantes que ya sabían de la persecución y de la sustracción forzada de órganos por otras actividades de los practicantes. Ellos expresaron su apoyo por los incansables esfuerzos de los practicantes.

Para muchas personas era la primera vez que escuchaban de Falun Gong y la persecución. Estaban contentos de haber recibido la información y prometieron contárselo a otros.

Gram, de Nueva Zelanda vive en Australia, estuvo de acuerdo con un practicante que le dijo que lo correcto triunfará y que hacer maldades tendría su retribución tarde o temprano. Él dijo que esperaba que el partido comunista, el verdadero “desastre” de China, “pronto” llegara a su fin.

Jimmy y Jenny, una pareja de Holanda viajando por Nueva Zelanda, dijeron haber escuchado de Falun Gong y la persecución. “El PCCh es tonto”, dijo Jenny enojada. Jimmy alentó a los practicantes: “¡Ustedes han hecho un trabajo excelente! Deberíamos trabajar juntos para hacer la diferencia”.

Para Hailey, administrador en Wellington, era la primera vez que escuchaba sobre la sustracción forzada de órganos. Dijo que investigaría más sobre las acciones globales que se estaban llevando a cabo para terminar con este horrendo crimen del PCCh. Elogió la moción adoptada por el gobierno australiano que prohíbe que los ciudadanos australianos viajen a China por trasplantes de órganos.

La Sra. Diana Andrews estaba conmocionada al enterarse que la sustracción de órganos forzada en China era orquestada por el estado. Estaba contenta al enterarse que alrededor 140 mil neozelandeses firmaron la petición para terminar esta atrocidad, en la campaña del año pasado, la cual fue entregada al parlamento de Nueva Zelanda. Hizo muchas preguntas y agradeció a los practicantes por hacerle saber estos hechos.

John, un fotógrafo, y sus estudiantes sacaron varias fotos del evento. Dijo que estaba interesado en sacar fotos de las creencias de la gente, porque él esperaba encontrar el significado de la creencia.

Una escritora le dijo a un practicante que incluiría escenas de lo que vio en la actividad de los practicantes en su libro.