(Minghui.org) No hace mucho tiempo necesité la ayuda de un compañero practicante para reparar mi teléfono celular. Lo observé realizar el tedioso y prolongado trabajo de configurar mi teléfono celular con el software especial para hacer automáticamente llamadas de teléfono y hablarle a la gente sobre la persecución a Falun Dafa.

Me sentí profundamente conmovido por lo cuidadoso y prudente que era este practicante. Él me recordó a lo que dijo el Maestro Li:

“Todos saben que Falun Dafa es una Tierra pura, me atrevo a decir esto”. (“Enseñando el Fa en Beijing en la Ceremonia de publicación de Zhuan Falun” - traducción provisoria)

No pude evitar recordar lo que pasó cuando mi hermano y yo fuimos encarcelados por negarnos a renunciar a nuestra creencia en Falun Dafa. Mientras todo el mundo estaba rehuyéndoles a mis padres [debido a la política del partido comunista chino de implicación], fueron mis compañeros practicantes los que los ayudaron a pasar a través de los años difíciles.

Visitaron a mis ancianos padres y les dieron toda la ayuda que necesitaban. Al principio mi madre tenía miedo y estaba resentida con los practicantes, pero poco a poco los aceptó y estaba agradecida por su apoyo.

Un compañero practicante también me enviaba dinero y ropa a la cárcel todos los meses. Varios practicantes expusieron la persecución que yo estaba enfrentando; algunos lograron enviarme secretamente los nuevos artículos de Shifu y los libros de Dafa. Incluso los guardias de la prisión me dijeron: "Hoy en día la gente sólo se acerca a quienes les resultan útiles. Y desaparecen cuando estás en problemas. Sin embargo, tienes tantas personas que te vienen a visitar a la prisión. Debes tener buenas relaciones con la gente".

Un mes antes de la fecha en que me iban a liberar, varios practicantes ayudaron a preparar mi casa y conseguir todo lo que pudiera necesitar a mi regreso. El día en que fui liberado dos docenas de practicantes me esperaban en la puerta de la prisión.

Cuando mi madre me vio, me miró atentamente y dijo: "Había oído que estabas haciendo una huelga de hambre y que tu estado de salud era malo. Pero te ves bien, mejor de lo que esperaba".

Le expliqué: "Sobreviví la cárcel porque Shifu me estaba cuidando. Los practicantes que estaban en la prisión actuaron como un solo cuerpo. No importa quien fuera perseguido, todos defendíamos a esa persona y nos apoyamos entre nosotros en todo lo que pudimos. Incluso una mirada de un compañero practicante es tan poderosa. Éramos la envidia de los otros reclusos".

También le dije: "Mis compañeros practicantes son como mi familia. No importa dónde estemos, nos tratamos con honestidad y sinceridad, y nos ayudamos mutuamente en todo lo que podemos”.

Debido a mis palabras y a su propia experiencia con los practicantes de Dafa, mi madre entendió la maldad del partido comunista chino (PCCh) y renunció al PCCh.

Salí de la cárcel con un saldo de 3.000 yuanes en la cuenta que tenía en la prisión. Cuando traté de devolverle el dinero al practicante que lo había depositado en mi cuenta, me dijo que el dinero provenía de muchas personas y que era imposible devolverle la cantidad exacta a cada uno. Al final, doné todo el dinero para hacer materiales que exponen la persecución a Falun Dafa.

Falun Dafa es de hecho una Tierra Pura. Mi propia experiencia lo prueba, los practicantes desinteresadamente se apoyan mutuamente en medio de esta implacable persecución.