(Minghui.org)

Nota de los editores: Tanto en la cultura occidental como en la china, el principio de la retribución del yeli (karma), es decir, responder por las acciones de uno, es ampliamente aceptado. La enseñanza fundamental de Falun Gong es la característica del universo, “Verdad-Benevolencia-Tolerancia”. El universo recompensará las acciones que están en armonía con este principio, mientras que las acciones como golpear, torturar y asesinar a personas producirán retribución del yeli (karma). Dicho de otro modo, los actos buenos serán recompensados con el bien, mientras que los actos malos recibirán la retribución debida. Los artículos como éste tienen el sentido de ser un recordatorio compasivo de este principio para aquellos que cometen fechorías. Mientras muchos de los que persiguen a Falun Gong están meramente “cumpliendo órdenes”, la ley universal requiere que ellos también se responsabilicen de sus acciones, y que únicamente cambiando el curso de sus malas acciones podrán escapar de la retribución.

Según una fuente de confianza, el capitán de seguridad nacional Li Shaoju, murió en una reunión de planificación para lanzar otra ola de persecución apuntando a los practicantes locales de Falun Gong.

Li Shaoju, de 57 años de edad, también fue jefe de la oficina de administración y aplicación de la ley urbanística de Pulandian en la ciudad de Dalian. En una reunión en la oficina alrededor del 9 de febrero de este año, estaba temblando de rabia y maldiciendo a Falun Gong. Gritaba a todo pulmón cuando de repente se desplomó sobre la mesa y murió. Se dijo que sufrió de una hemorragia cerebral.

Este es otro de muchos ejemplos de funcionarios, que estando muy activos en la persecución a practicantes de Falun Gong, fallecen repentinamente.

Para escalar en su carrera política, Li hizo todo lo que pudo por llevar adelante la persecución, desde la planificación hasta la ejecución de arrestos, así como también la detención y tortura de practicantes en Pulandian.

Li arrestó a la practicante Teng Wenzhi, que secretamente fue sentenciada a tres años de prisión. Como resultado fue torturada en el centro de lavado de cerebro de Fushun. Su marido, el Sr. Song Shidi, fue obligado a abandonar su hogar para evitar la persecución. Incapaz de hacerle frente la vida en el proceso, el Sr. Song murió el 23 de diciembre de 2007.

Li y otros tres funcionarios también arrestaron a la practicante Wan Jing el 2 de junio de 2011. Wan fue sentenciada al campo de trabajo forzado Masanjia y torturada brutalmente.

Luego de la muerte de Li, dos jefes adjuntos se negaron a asumir su posición, por temor a terminar como él.