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Mi terco padre empieza a practicar Falun Dafa

Mar. 30, 2015 |   Por una practicante de Falun Dafa de la provincia de Gansu, China

(Minghui.org) Mi padre tiene 79 años. Después de comenzar a practicar Falun Dafa en enero de 2013, estaba tan contento que no paraba de decir: "¡Shifu es grandioso!" y "¡Nuestra familia es maravillosa!".

No fue fácil para él comenzar la práctica. Durante años fue un ateo obstinado y sólo Shifu y Dafa pudieron ayudarle. Fue un gran alivio para mí que comenzara a practicar Falun Dafa durante este momento histórico.

Un obstinado ateo

Mi padre era un chofer de camión. Empezó a fumar y beber a los 20 años. Después de jubilarse, fumaba y tomaba todo el tiempo, y siempre olía a cigarrillos y a alcohol.

Era totalmente ateo y no creía en nada. No creía que "el bien es recompensado y el mal sufre castigo". Sólo quería que sus hijos sean "exitosos". Eso significaba que reprendía a menudo a mi hermano por ser muy honesto y amable. Mis hermanas simplemente no le hacían caso. Creciendo en un hogar como éste, estaba acostumbrada a las peleas y a las groserías en mi casa.

Mi padre era muy extrovertido, pero nunca cedía pensando que él tenía la razón. Siempre que se topaba con algo que le parecía injusto, maldecía ¡y maldecía a quien sea!

Por motivos de trabajo, tenía que manejar a zonas remotas. Una noche oscura, vio dos luces frente a su auto y pensó que venían de una casa. Pero, sin importar lo rápido que manejaba, las dos luces se mantenían siempre por delante de él. Se asustó tanto que aceleró y, cuando llegó a su trabajo, casi no pudo salir de la camioneta.

En otra ocasión, vio a un hombre que caminaba delante de su camioneta. Aceleró y le quiso ofrecer un aventón. Sin embargo, curiosamente, el hombre caminaba más rápido que su camioneta. Cuando disminuía la velocidad, el hombre también caminaba más lentamente. Entonces, mi padre pisó el acelerador y, finalmente, rebasó al hombre pero, cuando se asomó, no había nadie allí. Eso realmente lo asustó.

A veces escuchaba que alguien lo estaba llamando, pero no podía ver a nadie. Le estaban pasando este tipo de cosas, pero aún así seguía siendo ateo. A pesar de estos extraños sucesos, decía que no creía en la existencia de lo sobrenatural.

Dificultades, presión

Después de que empecé a practicar Falun Dafa en 1998, experimenté cambios positivos muy grandes tanto mental como físicamente, pero me fue muy difícil después del comienzo de la persecución, en 1999. El partido comunista chino (PCCh) había calumniado a Dafa y a Shifu con todo tipo de mentiras. El ambiente de trabajo era tenso y oficiales de muchas agencias de gobierno vinieron a hablar conmigo.

Mi padre estaba siempre enojado y me maldecía, especialmente cuando bebía. Una vez pateó mi puerta para abrirla, cuando vio que estaba cerrada. Me insultaba y no me permitía leer los libros de Falun Dafa.

Presionadas por nuestro padre y por las mentiras del PCCh, mis hermanas también me trataban cruelmente y culpaban a los demás practicantes que me ayudaban. Un día, mi padre se quejó de mí delante de mi hermano, con la esperanza de que éste pudiera persuadirme a renunciar a Falun Dafa. Sin embargo, mi hermano dijo: "Déjala practicar si ella cree que Falun Dafa es bueno". Incluso le instó que intentara la práctica. Mi padre se enojó y le gritó fuertemente: "¡Fuera de la casa!".

Siempre había sido su hija favorita, pero ahora su actitud hacia mí había cambiado por completo. Estaba dolido y resentido. Hablé con él muchas veces pero con fuerte sentimentalismo y, obviamente, los resultados no fueron buenos. Otros practicantes también vinieron a hablar con mi padre, pero los trató con sarcasmo. Estaba muy decepcionada con él, y pensaba que el PCCh le había lavado el cerebro completamente.

Practicando Falun Dafa

Mi madre vio las maravillas de Falun Dafa después de ser testigo de los cambios positivos en mí y finalmente empezó a practicar.

Mi hermano es amable y tolerante. No es competitivo y no está interesado en la búsqueda de beneficios personales, así que aguantó tranquilamente las maldiciones de mi padre. Cuando era un adolescente había pensado en cultivarse, y soportó muchas tribulaciones después de que se casó.

Estuve muy triste al ver que no había empezado a practicar Falun Dafa aun después de hablarle de ello durante casi 10 años. Con la ayuda de otros practicantes, mi hermano comenzó finalmente la práctica. Por supuesto, mi padre se enojó, y maldijo a mi hermano aún más.

Cuando mi padre tuvo que operarse en 2012, sentí que era una buena oportunidad para hablar con él sobre Falun Dafa. Le conté algunas historias de cultivación y escuchó en silencio. Mi madre le pidió que practicara los ejercicios. Dijo que no los iba a practicar porque no quería dejar de fumar o de tomar, pero accedió a escuchar las lecciones de Shifu.

Las escuchó por unos días y dijo que eran muy buenas. Decidió dejar de fumar y comenzó a practicar los ejercicios el día del Año Nuevo.

Todavía tomaba, pero varias veces no atinaba la copa al servir el vino, o la copa se le caía. Un día lo escuché diciendo: "Shifu, ¿no me dejas beber? Si no debería beber, entonces renunciaré".

Cuando mi hermano vino a visitarnos, mi padre hizo los ejercicios con nosotros. Estaba tranquilo y parecía que nunca había estado en contra de nosotros. Se le había olvidado que le había gritado a mi hermano hacía apenas un mes, cuando lo vio haciendo los ejercicios. Mi madre miró a su alrededor y dijo: "Ahora todos practicamos Dafa. ¡Es realmente increíble!". No pude dejar de llorar.

Mi padre cambió mucho después de que empezó la práctica. Ahora siempre está de buen humor, se ve bueno y sincero y ha dejado de maldecir. Cada vez que se entera de que alguien está enfermo o tiene problemas, dice: "Tengo que hablar con ellos y pedirles que reciten ‘Falun Dafa es bueno’, ‘Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno’ para que mejoren".

Un día, llamó a uno de sus antiguos colegas, le dijo lo increíble que es Falun Dafa y trató de convencerlo de renunciar al PCCh. Estuve muy feliz de que mi padre había empezado a salvar a los seres conscientes.

¡Qué poderosa evidencia de que, sin el espíritu comunista maligno y otros factores de control externos, una persona puede volverse tan pura!

Una prueba de perseverancia

Un día, mi padre experimentó yeli de enfermedad. Mi hermano pensó en él mientras estaba meditando y vio a Shifu, vistiendo una kasaya amarilla, grande y compasivo, arriba de mi padre. Shifu estaba muy contento porque había comenzado a practicar Falun Dafa. De repente, mi hermano se dio cuenta de que mi padre iba a estar bien. Shifu le hizo saber esto, para que ya dejara de preocuparse.

Los colegas de mi padre se sorprendieron cuando se enteraron de que había dejado tanto el cigarro y el alcohol. Nuestros amigos no podían creer que había logrado dejarlos a su edad. Pensaron que se debía a que tenía problemas de salud, porque anteriormente había declarado que nada podría detenerlo de fumar o tomar.

Varios de mis sobrinos vinieron de visita desde el noreste de China. Vieron qué feliz era mi padre y notaron que ya no fumaba ni tomaba, y que había dejado de maldecir. Había cambiado completamente. Exclamaron: "Tu familia es tan feliz. Debieron haber acumulado mucha virtud en sus vidas anteriores".

Nuestra familia está inmersa en la enorme gracia de Dafa. La historia increíble de mi padre es sólo una de miles y demuestra cuán maravilloso y glorioso es Falun Dafa y cómo puede cambiar a una persona.