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Cultivos que no sufren daños por tormentas ni plagas después de que una granjera empieza a practicar Falun Dafa

Feb. 9, 2015 |   Por Huiyun, una practicante de Falun Dafa de China

(Minghui.org) Me convertí en practicante de Falun Dafa, porque fui testigo de cómo otros miembros de mi familia se beneficiaron con la práctica. Mi hermana mayor se enteró de la práctica en 1996, y su vértigo e insomnio desaparecieron.

Cuando visité a mi hermana, me dio algunos materiales de Falun Gong para llevar a casa de mis vecinos.

En agosto de 2002, mi esposo me dijo: "¡Esta práctica es bastante milagrosa! ¡Todo lo que hice fue leer algunos de los volantes y mi hernia de disco no me molesta más! No me duele".

Yo estaba abrumada y decidí no esperar más y empezar a practicar. Leí los libros de Falun Dafa y aprendí los ejercicios.

Cultivos que no sufren daños por plagas ni tempestades

Durante diez años las tormentas de agosto causaron daños catastróficos en los cultivos en toda la zona en general. Mientras que los cultivos de las granjas de al lado fueron arrasados, nuestros cultivos se mantuvieron altos y saludables.

En 2012 y 2013, los cultivos de las granjas vecinas estaban infestados de insectos. Sus cultivos quedaron por el suelo, sólo permanecían los tallos y las hojas. A diferencia de los de ellos, nuestros cultivos estaban perfectamente bien.

Nuestra cosecha aumentó de manera constante cada año. Nuestros envidiosos vecinos a menudo le preguntaban a mi marido, "¿Por qué son tan afortunados?". Mi esposo respondía con sinceridad: "Hemos sido bendecidos por practicar Falun Gong. No nos envidien. ¡Practíquenlo!".

Los pobladores locales se convencieron del poder milagroso de Falun Dafa cuando vieron nuestra buena suerte. Recibieron de buena gana los materiales de aclaración de la verdad de Falun Dafa. Las autoridades locales que conocían la verdad sobre la persecución ilegal protegían a los practicantes evitando que fueran arrestados y acosados.

Escapando de un peligro mortal en dos ocasiones

En 2013 cargué mi carreta, que enganché a mi buey, con una enorme pila de tallos de maíz, y me senté sobre ellos para que no se cayeran. Sostuve las riendas de la carreta y guié al buey con cuidado. Al salir del campo me caí de arriba de la pila al suelo. El campo de maíz estaba cubierto de rastrojos de maíz, lo que podría haberme causados heridas graves. Lo que es peor, podría haber sido pisoteado por el buey y resultar herido.

Antes de chocar contra el suelo una fuerza levantó mi peso y me colocó suavemente junto a los pies del buey. El buey se paró en seco, y no sufrí ni un rasguño. Las personas que pasaban y presenciaron la escena estaban asombradas.

En enero de 2014 mi esposo me dijo que tuviera cuidado con nuestra vaca porque estaba en celo y de mal humor. No pensé mucho en ello y fui a alimentar a las vacas. Una de ellas levantó sus patas delanteras y me golpeó como un martillo. Me pisoteó mientras yo yacía acurrucada. No podía respirar.

Agarré un tallo de maíz que estaba cerca y lo agité, y la vaca retrocedió. Luego sentí una fuerza que me levantaba y me alejaba de la vaca. Me arrastré y me levanté. No sentí dolor y seguí dándoles agua a las vacas.

Tres días después mi hijo me llevó al médico, quien me dijo que tenía tres costillas rotas. Dijo que se iban a curar en tres meses. Yo creía que Falun Dafa podría ayudarme a sanarme y así fue. Me recuperé por completo en un mes.

Sé que los dos incidentes ocurrieron por una razón: mi retribución del yeli (kármica), y para mejorar en mi cultivación. A pesar de esto Shifu aún me protegió. Me di cuenta que tenía muchos apegos, tales como el apego al dinero, a ganar, a la fama, y al fanatismo.

Voy a progresar aún más diligentemente para aliviarle el peso a Shifu y devolverle su inmensa gracia.