(Minghui.org) Junto a mi familia hemos sufrido acoso policial por practicar Falun Gong. El acoso comenzó luego de ir a Beijing a apelar por mi derecho a practicar Falun Gong el 20 de julio de 1999.

Estuve detenido por tres días, hasta que mi familia pagó 200 yuanes por mi liberación.

Más de 20 oficiales y funcionarios a cargo de perseguir a Falun Gong saquearon mi casa en ese momento, y me detuvieron en la comisaría local por más de 40 días. Extorsionaron a mi esposa con 5.000 yuanes antes de liberarme.

Abandonamos nuestra práctica de Falun Gong por la presión de funcionarios, policías, familiares y amigos. Junto a mi esposa a veces nos quedábamos mirándonos fijamente y nos arrepentíamos en nuestros corazones por lo que habíamos perdido. Siempre recordábamos muy bien cómo nos beneficiamos de la práctica.

A pesar de todo esto, comenzamos a dar los primeros pasos para volver a practicar. Mi esposa se recuperó pronto de sus dolencias y volvimos a tener buena salud.

Había los ejercicios de Falun Gong a escondidas por las noches en un túnel. Esto hizo que mi corazón se volviera pesado, porque sabía que Falun Gong era lo que deseaba mi corazón.

Un compañero practicante vino a visitarnos en 2001 y nos pidió que no abandonáramos. Estas simples palabras nos despertaron, y comenzamos a cultivarnos nuevamente en Falun Gong.

El primer paso, el más difícil

Aún recuerdo la primera vez que salí a repartir material de Falun Gong. Por la madrugada, bajo la luz de la luna, pegué mi primer cartel en un poste y dejé mi primer volante en la puerta de alguien. Mi corazón latía vigorosamente y me preocupaba ser atrapado.

Mientras más estudiaba las nuevas lecciones de Shifu, más entendía mi misión: debía contarle a más personas sobre la persecución a Falun Gong y repartir más material informativo.

Nuestro estudio grupal del Fa mejoró nuestro estado de cultivación y salimos a repartir más material. Llevé en mi motocicleta a compañeros practicantes hasta muchos pueblos, sin importar el clima. Hacíamos lo que Shifu nos pedía:

“Especialmente los Dafa dizi en China continental, cada uno debe salir a esclarecer la verdad, y hacer que “las flores florezcan por todas partes”, sin omitir ningún lugar donde haya gente”. (Dejen ir los corazones humanos, salven a la gente del mundo”, 1° de septiembre de 2004).

El miedo es nuestro enemigo

Mi casa se encuentra cerca de una autopista y me dedico al reciclado de metal. Por lo tanto, tengo muchas oportunidades de hablar con la gente sobre Falun Gong.

Aunque tenemos miedo, ha sido fácil de superar desde que entregamos nuestro material de Falun Gong por primera vez. Incluso podemos decirle a la gente que renuncie al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas.

Una vez, el jefe de nuestro pueblo estaba trabajando cerca de nuestra casa, y le entregué un DVD con la actuación de Shen Yun. Varios días después, le di otro DVD con información de Falun Gong y le prometí un tercer DVD. Pasó de visita por casa unos días después.

No estábamos seguros de que aceptaría renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas. ¿Por qué no aprovechar la oportunidad y preguntarle? Temíamos que pudiera denunciarnos a la policía. Cuando nos dimos cuenta de nuestro miedo, decidimos soltarlo.

Los residentes del pueblo son afortunados: el funcionario del lugar conoce la verdad

Juntamos valor y ayudamos al jefe de otro pueblo y al secretario del PCCh del comité del pueblo a renunciar a las organizaciones del PCCh.

Éramos responsables de distribuir material sobre Falun Gong en cinco pueblos lejanos. Ya lo habíamos hecho en cuatro pueblos pero todavía no habíamos ido al quinto lugar por trabajo.

Un día, dos personas pasaron por mi casa. Eran el jefe del pueblo y el secretario del partido de ese pueblo que no habíamos visitado. Esto fue como una llamada de advertencia, de todo el pueblo, estas dos personas pasaron por mi casa. Le dije a Shifu en mi corazón que aunque no lo había hecho bien antes, lo compensaría.

Le contamos sobre Falun Gong y al final ambos funcionarios decidieron renunciar al PCCh.

Fuimos al pueblo con mucho material de Falun Gong al día siguiente.

Cuando colgamos poster de Shen Yun 2014 junto con mi esposa, nos encontramos con el jefe del pueblo. Nos dijo: “Avísenme cuando dejen DVDs de Shen Yun, anunciaré la noticia por la radio del pueblo y le pediré a la gente que se acerque así no tienen que llevarlo a cada familia”.

Los habitantes de ese lugar son muy afortunados por tener ese funcionario a cargo.