(Minghui.org) He sido una persona discapacitada desde que era joven. Me sentía siempre vulnerable y no podía manejar ningún tipo de estrés. Con el paso del tiempo, me volví desafiante y no me importaban los sentimientos de los demás. Si alguien se aprovechaba de mí o mi familia, me volvía irracional.

Era muy conocida en nuestra área como una mujer dura y autoritaria.

Después de 1997, cuando comencé a practicar Falun Dafa, me convertí en una nueva persona y recuperé mi salud por completó. No he tenido ninguna enfermedad por más de 10 años. Ya no lucho por fama o beneficios, y he aprendido a ser tolerante y considerada con los demás. Cuido de los ancianos y educo a los jóvenes. Mi reputación dio un giro radical.

Llena de resentimiento

Cuando era una niña pequeña, se me infectaron los oídos. Se me perforaron ambos tímpanos y sufrí una pérdida de audición. Debido a esto, tuve que trabajar muy duro en la escuela para poder continuar mi educación en la universidad. Después de graduarme, mi discapacidad se hizo más pronunciada. Ya era maestra y tenía que comunicarme con los demás, pero no podía oír.

Desarrollé una baja autoestima y me volví paranoica. Cada vez que mis colegas estaban charlando y riendo, pensaba que se estaban burlando de mí. Cuando me daba vuelta para escribir en la pizarra, me preguntaba si los estudiantes estaban hablando a mis espaldas. Tenía que leerles los labios a mis alumnos para entender sus respuestas, porque no podía oír nada. Peor aún, cuando sonaba la campana para terminar la clase, me quedaba ahí. No sabía que había sonado hasta que me daba cuenta de que todos los estudiantes me estaban mirando. Estuve casi al borde de un colapso de nervios debido a toda la presión.

Para poder oír, me ponía gotas en los oídos constantemente -el fluido actuaba como un tímpano y podía oír brevemente. Cuando estallaba, me ponía más gotas. Por esto, mi canal auditivo estaba húmedo todo el día y se habían formado llagas. Cada gota me causaba mucho dolor. Me preocupaba que, si seguía haciendo esto, mi canal auditivo se podía infectar provocando daños cerebrales.

Fortuna en un libro

Cuando nació mi hijo, me tomé un año de descanso. Cambié mi trabajo de enseñanza para gestionar un laboratorio, sin embargo mi oído empeoró. Incluso con aparatos auditivos, ya no podía oír nada. Pronto dejé de comunicarme tanto con los estudiantes, como con los profesores. Estaba completamente aislada del mundo.

Seis meses después, un colega estaba haciendo ejercicios al mediodía. Me dijo que era Falun Dafa y me dio el libro Zhuan Falun. Después de leer Zhuan Falun varias veces, me di cuenta que todos llegamos al mundo para obtener este Fa, y que todas las penurias que sufrí fueron allanando el camino para tener esta oportunidad.

El trabajo en el laboratorio era tranquilo y podía leer el Fa cada día. Podía sentir el Falun girando en mí. La infección del oído empezó a disminuir y mi capacidad de oír mejoró. Ya era capaz de comunicarme con los demás, usando los aparatos auditivos. La sinusitis y faringitis, que son complicaciones de la infección del oído, así como la gastroenteritis y estreñimiento, que me habían atormentado toda mi vida, desaparecieron. Realmente experimenté lo que significaba estar libre de la enfermedad.

Resolviendo las quejas con la familia

Debido a mi sordera, la madre de mi marido se opuso ferozmente a nuestro matrimonio. Pero mi marido estaba muy decidido que no se casaría con nadie más que yo. Mi suegra estaba furiosa y nos dijo que no nos apoyaría en absoluto, que tampoco nos necesitaba para cuidarla en el futuro, pero que había que cuidar al abuelo de mi marido como compensación por haber sido criado por su familia. Estuvimos de acuerdo y lo llevamos a casa. Mis suegros se mudaron a miles de millas de distancia y ya no tuvieron nada que ver con nosotros.

El abuelo de mi esposo tenía un mal carácter, solía pelear con mi suegra, y no se llevaban bien para nada. Mis suegros ya habían encontrado una excusa para empujar esta carga sobre nosotros. El abuelo me gritaba a menudo y se quejaba con los vecinos: "¡Que sorda es esta chica!”, decía, "¡Qué difícil es comunicarse con ella!”.

Solía pelear con él constantemente. Después de que comencé a practicar Falun Dafa, aprendí a ser tolerante, y me volví amable y considerada. Muchas veces le dije que no se preocupara —que lo cuidaríamos muy bien. Cada vez que hacía algo rico, se lo ofrecía a él primero. Poco a poco, me aceptó y apreció, y me felicitó ante los vecinos. Decía: “Esta chica es muy amable, respeta y cuida de los ancianos”.

Cuando el abuelo se enfermó gravemente, me tomé un descanso de mi trabajo y lo cuidé día y noche. Mi marido llamó a su padre, y ése vino a toda prisa. Se sintió culpable por no haber cuidado de su padre desde hacía 10 años. Lloró y quiso llevarse a su padre a su casa, para hacer todo lo que podía y cumplir con su deber.

Lecciones verdaderas

Estoy profundamente agradecida por haber obtenido Dafa. He aprendido a ser tolerante, receptiva y atenta. Fui capaz de convivir armoniosamente con el abuelo por más de 10 años y de ser amable con toda mi familia. Todos los vecinos me elogian por ser filial y, cuando llegó mi suegro, se conmovió profundamente por cómo la práctica de Falun Dafa me hizo una mejor persona. Él vio la diferencia y se inspiró para aprovechar su última oportunidad de asumir su responsabilidad  como hijo.

También les dije a mis suegros que olvidaría todos nuestros agravios pasados y cuidaría de ellos siempre que me necesiten. Cuando mi suegra se enfermó y requirió cirugía, sus hijos hicieron una colecta, y nosotros llevamos la mayor cantidad. Ella se sorprendió mucho. Pronto se recuperó de su enfermedad.

Dafa se ha difundido ampliamente. La gracia infinita del Fo beneficia tanto a la sociedad como a los individuos. La persecución que realiza el partido comunista chino no ha escatimado a nadie. Incluso una persona discapacitada como yo fui arrestada dos veces y detenida durante más de siete meses.