(Minghui.org) Me arrestaron en mi domicilio en el año 2008. Mi esposo, que sabía de la sustracción ilegal de órganos de practicantes vivos de Falun Gong que realiza el PCCh, me susurró: “No digas nada. No importa cuán difícil sea, no denuncies a ningún practicante”. 

Me tuvieron en un campo de trabajo forzado. Mirando dentro encontré muchos apegos que necesitaba eliminar. Me di cuenta de que, aún si había hecho algo mal, solo Shifu podía corregir mis fallas y nadie más tenía permitido interferir. Después de que entendí este principio del Fa, los compañeros practicantes y yo cooperamos. Le contamos a los internos y a los guardias sobre Falun Gong y la persecución.

Un día, cuando vi un Falun dorado y brillante, rotando sobre una de las celdas, me volví más determinada a aclarar la verdad sobre Falun Gong.

La actitud de mis colegas mejora

Cuando volví a casa, mi esposo me cuidó y nunca se quejó. Ahora tiene buena salud. Mi hija también apoyó la práctica y mi cultivación. Fue admitida a una universidad y consiguió un buen trabajo luego de su graduación.

Regresé al trabajo, pero mis colegas me evadían. Alguien incluso me denunció a la alta gerencia por intentar persuadir a gente a que renuncie al PCCh. Pensé que esta situación no debía continuar y pedí ayuda al Maestro.

Estudié el Fa constantemente, compartí mis entendimientos con compañeros practicantes, miré adentro, y envié pensamientos rectos. El Fa de Shifu se arraigó en mi corazón y supe qué debía hacer.

Llegué tarde al trabajo para limpiar los escritorios. Después de hacer esto por un tiempo, la actitud de mis colegas hacia mí cambió, y comenzaron a hablarme de nuevo. También empezaron a tener una actitud positiva hacia Falun Gong.

Mis gerentes estaban felices con mi trabajo y me halagaban por hacerlo bien. Fui la única persona ascendida como empleado formal del gobierno. Shifu me alentó a hacerlo mejor.

Comencé a hablar con mis compañeros sobre cómo el partido ha engañado y matado a sus ciudadanos por más de 60 años. Dije que la corrupción que ahora está quedando al descubierto refleja el hecho de que el Cielo lo eliminará.

Muchos de mis compañeros saben que Falun Gong es bueno, y algunos han renunciado al PCCh.

Aunque me jubilé el año pasado, varios de mis ex colegas aún me llaman a diario. Uso esa oportunidad para aclararle la verdad con más profundidad. Ahora, más gente quiere renunciar al PCCh.

El deseo más grande de los practicantes es cumplir nuestro voto prehistórico y regresar a casa con el Maestro. Estoy determinada a caminar bien mi camino de cultivación.