(Minghui.org) Recientemente experimenté este incidente.

Un día al atardecer, fui al hospital a contarle a la gente sobre Falun Dafa. Vi un paciente en sillas de ruedas.

Me dirigí hacia él y mostré interés sobre su condición. Dijo que su problema lo causó el haber tomado demasiado alcohol durante muchos años. Le pregunté si había escuchado que renunciar al PCCh podía salvar su vida. Dijo que estaba afiliado, y que no estaba dispuesto a renunciar. Le expliqué sobre los crímenes en que se había visto involucrado el partido desde que llegó al poder. Luego más específicamente le conté cómo está persiguiendo a las personas que practican Falun Dafa sustrayéndoles los órganos por dinero, y le dije: “Si no renuncia al PCCh, estará en gran peligro”.

Además lo alenté a hacerlo: “No espere más, renuncie ahora, será protegido y se recuperará de su enfermedad”. Asintió con la cabeza y estuvo de acuerdo. Lo ayudé a renunciar y también a dos hombres jóvenes que lo cuidaban –todos renunciaron al PCCh.

Inmediatamente después unos de los hombres jóvenes lo señaló y le dijo que se parara y caminara. Enseguida me di cuenta que esto no era solo un reflejo de su lado consciente, sino que era un toque del Maestro de Dafa. Dije: “Pienso que él tiene razón, usted entiende la verdad y creo que ahora se puede parar –inténtelo”.

El hombre enfermo no estaba convencido y me miró con desconfianza. Lo alenté nuevamente, se paró y dio un paso. Otros que estaban cerca vieron lo que estaba pasando y dijeron: “¡Puede hacerlo! Es un milagro”. Sus ojos se llenaron de lágrimas y dijo: “Puedo caminar, realmente ahora puedo caminar". Dio más pasos.

Le dije, “Todo fue hecho por mi Maestro, fue Él quien lo salvó”.

Estaban muy felices de haber escuchado sobre Falun Dafa y ansiosos por aprender más; y pidieron que les mostrara los ejercicios.

El paciente fue dado de alta al día siguiente.