(Minghui.org) Mi padre murió repentinamente por complicaciones en una cirugía el año pasado. Mi esposa y yo recibimos la noticia de nuestra familia en Norteamérica para ir al funeral. Toda mi familia en Norteamérica son cristianos devotos. Hace tiempo que nos intentan persuadir para que nos convirtamos. Mi madre incluso escribió una carta en su testamento que su deseo al morir era que nos convirtiésemos en cristianos. Hace tiempo que no veía a mis parientes, un hermano mayor y una hermana menor. Mis padres viven con ellos hace varios años.

Después de llegar, me sentí un poco fuera de lugar. La iglesia arregló el servicio del velatorio y el funeral. Todos los días amigos y conocidos de la iglesia venían a presentar sus respetos. Mi madre lloraba con una profunda pena, y a menudo leía el diario de mi padre. No tenía apetito ni fuerzas para hablar con alguien.

Mi esposa y yo nos preguntábamos cómo podíamos despertar a los seres conscientes con esta oportunidad y cómo manejarnos con pensamientos y acciones rectas. Creíamos que, siempre que mantuviéramos a Shifu y el Fa cerca, habría una oportunidad.

Shifu nos enseñó:

“No debes tomar ninguna acción dirigida a las religiones, ya que nosotros sólo nos enfocamos en lo que hay en la mente de la persona. Si una persona quiere cultivarse, entonces háblale; y si quiere escuchar la verdad, entonces explícasela y eso estará bien. No es necesario hacer nada especial, y no tienes que salir a buscar a este grupo. Sólo espera que ellos vengan a ti. (Enseñando el Fa en el Fahui de Nueva York de 2007)

El pastor nos entregó la agenda del servicio funeral. Mi hermano presidiría el funeral, el pastor daría un sermón, y los amigos podrían despedirse. Como segundo hijo, no había ningún arreglo para que yo hablara.

Recordé la vida de mi padre. Soportó muchas penurias, experimentó campañas de propaganda masiva y fue perseguido de una u otra manera. Tenía demasiadas cicatrices y heridas en su cuerpo y alma.

Emigró a los Estados Unidos en sus últimos años para escapar de su tierra natal que tanto sufrimiento físico y mental le causó. Me determiné a consolar el espíritu de mi padre como también informar y despertar a la gente del mundo.

Como no estuve cuando mi padre estaba enfermo y luego murió, sugerí que fuera yo quien se despidiera. Nadie se opuso.

Algunos de mis parientes no querían que fuera yo quien diera la apología. Dijeron que el funeral de un cristiano debería ser algo feliz. Había que celebrar la vida de la persona ya que fue bendecida e irá al cielo. Uno no debería estar triste.

Antes de eso, compartí mi apología con mi madre, y ella se conmovió profundamente con mis palabras y aceptó que fuera yo quien entregara el discurso.

Cientos de personas asistieron al funeral. Muchos eran cristianos y amigos de mi padre. La iglesia estaba llena.

Comencé mi apología con las siguientes palabras: “Irás a un lugar donde no habrá ‘campañas anti-derechistas’ que te humillen o persigan. No habrá más redadas en las casas o reuniones que hielan la sangre donde te denuncian, critican o insultan. No habrá más campos de trabajo forzado o preocupación de que tus niños sean suspendidos de la escuela o no tengan un futuro. Nadie te evitará…”.La iglesia entera estaba visiblemente conmovida. Se podía escuchar los llantos en toda la sala. Sabíamos que la gente ahora entendía la perversidad del partido comunista y que mi padre sufrió toda su vida.

Nos quedamos con mi hermana y su esposo más de un mes. Mi esposa hacía las compras, cocinaba, y limpiaba para toda la familia. Mi hermano había ido a bautizarse, pero mi madre ya no nos insistió en hacer lo mismo. Nos observaba tranquilamente y escuchaba con atención.

Alguien nos acusó de ser políticos. A ello contesté: “El partido comunista chino usa la política como herramienta para perseguir su poder y reprimir a sus ciudadanos. Cuando otros intentan ejercer sus derechos, son acusados de ‘ser políticos’. Como cultivadores, no nos importa el poder político. Solo estamos en contra de la persecución".

“La fe es el pilar del espíritu de uno. Si estuvieras atravesando los cientos de años de persecución y terror de los cristianos, ¿qué harías? Los practicantes de Falun Gong en China están enfrentando un terror y brutalidad sin precedentes. Muchos cultivadores han perdido sus vidas, el régimen les robó sus órganos para hacer dinero, pero continuamos firme y sólidamente en nuestro sendero”. Los ojos de mi madre se humedecieron al escuchar eso.

Para ayudar a mi madre a lidiar con el dolor, la llevamos a China para cambiar de paisaje. Quiso ir a una iglesia cristiana local y visitar a los grupos étnicos para darles Biblias, y nosotros la acompañamos.

Encontramos una iglesia tan pronto como llegamos a casa y les presentamos a nuestra madre. Nuestras palabras y acciones despertaron su lado consciente. Ella comenzó a pensar ¿Qué es Dafa? ¿Por qué los practicantes son tan amplios de mente, de corazones bondadosos, pacíficos y considerados?

Un día mi madre repentinamente le preguntó a mi esposa: “¿Me mostrarías los libros de Dafa, DVDs, y otros materiales?”. Su voz estaba serena y firme. Sabíamos que era Shifu que nos alentaba. La compasión de Shifu nos conmovió.

Desde entonces mi madre ha transitado su camino de cultivación en Dafa. Lee las enseñanzas de Dafa con mucho esmero, mira los videos de las enseñanzas, y hace los ejercicios. Su salud mejoró, y la paz y serenidad reemplazaron la pena y tristeza. Una cristiana devota de 88 años se convirtió ¡en una firme discípula de Dafa!

Cuando mi madre regresó a Norteamérica, encontró un grupo local. Asistió a dos Fahui y vio a Shifu. También se unió a los grupos de práctica de ejercicios, desfiles, y manifestaciones. ¡Tiene la energía y espíritu de una persona joven!

¡Estamos muy agradecidos con la salvación de Shifu! ¡Por su salvación misericordiosa!